BLINDAJE
Un verdadero desafío se le presenta al jefe de la división Policial de Chimbote, coronel Walter Calla Delgado, en razón que sus agentes especializados en la búsqueda y captura de personas requsitoriadas por la justicia no pegan una. Existen varios personajes públicos que permanecen en esa condición hace mucho tiempo y la Policía no puede ubicarlos. Sin embargo, se ha presentado un caso que es un verdadero reto para la Policía local, cual es la fuga de un Sub Oficial de la misma institución, el efectivo de la policía de Tránsito Gilmer Vásquez Cóndor, quien en aparente estado etílico, el pasado domingo 29 de Julio arrolló una mototaxi y mató al conductor Eduardo Zegarra Rodríguez y dejó gravemente herida a Martha Villaverde Dionicio. Una comerciante de frutas que se dirigía al mercado La Perla. Desde aquel día del fatídico accidente el efectivo policial ha desparecido y ya la justicia le ha dictado una orden de detención preliminar, por lo que se ha ordenado su ubicación y captura. La pregunta que se cae de madura es ¿tendrá la Policía de Chimbote real voluntad de capturar a uno de sus miembros? ¿Qué medidas ha dictado la institución ante su actual condición de prófugo a la justicia? ¿Sigue el efectivo policial perteneciendo a la institución o ya se dictó el abandono de destino y su baja de la institución? Son preguntas claves que la opinión pública necesita conocer en la medida que en estos casos un manto de misterio suele encubrir el accionar doloso y criminal de los propios agentes policiales. Lamentablemente, la Policía Nacional no pasa por un buen momento, pues mientras que busca al efectivo que mató a un mototaxista manejando presuntamente ebrio un lujoso vehículo de propiedad de su pareja, otro agente policial protagoniza un escandaloso y bochornoso suceso al propinarle una fuerte goliza a su conviviente al extremo de dejarla hospitalizada. Nuevamente preguntamos ¿estos son los Policías que nos cuidan y nos garantizan seguridad? Por favor, si es así que Dios nos coja confesados.
HERIDA
A propósito del violento accidente protagonizado por el prófugo sub oficial Gilmer Vásquez Cóndor, hasta nuestra ciudad llegaron familiares y vecinos del anexo Cerro Blanco de Nepeña, lugar de origen de la comerciante Martha Villaverde Dionicio, quien se encuentra gravemente herida como consecuencia del accidente en el que falleció el conductor de la mototaxi Eduardo Zegarra Rodríguez. Lamentablemente, por la violencia del impacto la mujer presenta serios traumatismos, uno de ellos es en el cuello y las vértebras cervicales, razón por la cual requiere ser referida a un hospital especializado que puede ser en Trujillo o en lima, empero, hasta donde se sabe no encuentran camas disponibles y por ello permanece internada en La Caleta. Es el problema de siempre, no existe infraestructura de salud en nuestro país a pesar que los gobernantes de turno se suelen llenar la boca sobre este tema cada vez que se inicia una campaña electoral. Esperemos que la Defensoría del Pueblo pueda hacer algo, ellos tienen una central en lima que puede contactarse con los gerentes o administradores de los principales nosocomios para que reciban a esta mujer. Ya nos ha generado bastante dolor la muerte del mototaxista como para que se agregue el sufrimiento y padecimiento de quien era su pasajera en el momento del accidente.
INTOXICACION
Han trascurrido más de 72 horas desde que se registró la intoxicación masiva en el caserío de Colcap, en Jimbe, en el cual falleció una mujer y otras 28 fueron atendidas de graves procesos intestinales, pero hasta el momento no se conoce a ciencia cierta cuál fue la causa de este fatídico desenlace. Hace una semana en Ayacucho, en un poblado del distrito de Sara Sara, tan alejado de la capital de esa región, se registró una intoxicación masiva por ingesta de alimentos y se tomaron más de cuatro días para saber que la comida que ingirieron tenían producto fosforado, que podría ser un insecticida pues en el campo no se toman las debidas precauciones cuando se coloca la cosecha cerca de los productos de fumigación que usan los agricultores. Sin embargo, lo sorprendente es la demora, no solo porque los afectados puedan provenir de un lujar lejano sino porque las muestras deben ser remitidas a .la capital de la república para que puedan ser analizadas y ello es consecuencia de la carencia de un Laboratorio debidamente implementado en las principales ciudades, como Chimbote, por ejemplo. No es posible que en nuestra ciudad, en donde se cuenta con una envidiable infraestructura en el Ministerio Público no se implemente un Laboratorio especializado que permita conocer, en el más breve plazo posible los resultados de las muestras sea en casos penales o en pacientes de hospitales. Pareciera que vivimos en lugares olvidados.