Editorial

Editorial: ::: MEDIDA CONTRAPRODUCENTE :::

El estado cuenta con organismos y aparatos capaces de atender alguna situación especial por abandono de un bebé menor de cinco años de edad, eso es evidente porque a través de sus carteras ministeriales financia el funcionamiento de albergues y hasta dependencias que se encargan de velar por la integridad de menores y mujeres.

Por ello es que no se llega a comprender la decisión de la Fiscal de Familia de Nuevo Chimbote al disponer la entrega de un bebé de apenas 6 meses de nacido a la madre que hacía solo un día antes había expresado su voluntad de dejarlo en manos de otras personas porque sencillamente no quería mantenerlo.

Este fue el penoso epilogo de un serio y revelador incidente registrado por la prensa local en la sede de la Comisaría de Mujeres, en el centro cívico de Nuevo Chimbote, en donde de pronto una noche la Policía dispuso la detención de un individuo que llegó a esta sede policial llevando en sus brazos a su menor hijo y expresando que lo dejaría en ese lugar y que si no querían recibirlo lo abandonaría en la calle.

La cruda respuesta en realidad no sorprendía a los efectivos policiales, empero, dieron lugar a que procedan a detener al sujeto identificado como César Cabanillas Zender, a quien volvían a ver en esta repartición unos días después que protagonizara otro hecho realmente incomprensible y propio de nuestra atolondrada naturaleza humana.

En efecto, este mismo personaje, César Cabanillas Zender había llegado unos días antes a la Comisaría de Familia, como ahora se le denomina, junto a su joven esposa Amparo Mattos Morales, de 23 años de edad, cargando a un  bebé de seis meses en brazos y señalando que no querían tenerlo con ellos y buscaban colocarlo en algún albergue en donde pueda ser cuidado y entregado en algún hogar en adopción,

Aun cuando la versión era sumamente cruda y diríamos inverosímil, los agentes convocaron a las autoridades en la medida que no existe antecedente alguno en el cual una joven pareja expresaba su voluntad de desprenderse de su hijo, de ese ser hermoso que cuesta traer al mundo y al que, por mandato de la ley divina y de los hombres, todos tenemos la primera obligación de proteger y cuidar.

Por ello es que con la presencia de profesionales de organismos encargados del tratamiento de mujeres y menores exhortaron a los jóvenes padres a tomar conciencia del rol que les toca en este momento y, esencialmente, respecto a su hijo que solo podrá sentirse querido al lado de quienes lo trajeron al mundo, en tal sentido, cualquier esfuerzo es nada frente a la obligación que nos pone la vida delante de cada uno de nosotros.

Por ello es que en esa primera oportunidad los padres se retiraron resignados y aparentemente convencidos que la responsabilidad de su hijo les corresponde solo a ellos, empero, desde nuestra perspectiva desde entonces las autoridades debieron advertir que ese desdén y poca voluntad puesta de manifiesto por los dos progenitores los colocaba en un caso de riesgo frente al cual deberían estar a la expectativa.

Y ello ocurrió la semana pasada cuando se presentó esta vez solo el progenitor Cesar Cabanillas con el hijo en los brazos y denunciando que su madre se había retirado del hogar y no estaba en condiciones de cuidarlo, por ello pedía dejarlo en esta entidad.

Incluso, ante las exhortaciones de los agentes en el sentido que no podía hacer eso, advirtió que si no le recibían al pequeño lo dejaría abandonado en la calle, una expresión sumamente chocante que no solo pone de manifiesto un evidente desequilibrio emocional de la persona sino que muestra a un hombre sumamente peligroso para la integridad de un pequeño que requiere de mucho cuidado como es una criatura que apenas cumple los seis meses de nacido.

Justamente, cuando el personal realizaba las gestiones para convocar nuevamente a la fiscalía, el sujeto trató de eludir su responsabilidad y aprovechó un descuido para salir de la Comisaría y desaparecer del lugar, sin embargo, fue nuevamente retenido por los efectivos quienes ya dispusieron su aprehensión por presunto delito de Exposición y abandono de personas en peligro.

Fue entonces que nuevamente la Fiscalía de Familia se hizo cargo de este caso y lejos de iniciar una investigación tutelar por abandono moral y material de una criatura, lo que hizo fue citar a la madre Amparo Mattos Morales que, lejos de las alegaciones del padre de la criatura, si llegó a la sede policial y se entrevistó nuevamente con la representante del Ministerio Público.

Esta mujer tiene otro hijo de cinco años de edad y, a diferencia de lo que había expuesto anteriormente, en esta oportunidad dijo que si quería quedarse con su niño, por ello es que la Fiscal dejó sin efecto cualquier medida que lo contravenga y optó por hacer entrega del bebé a manos de su madre.

Sin embargo, esta decisión no parece ser la más adecuada aun cuando existe un principio que debe primar sobre cualquier cosa como es la presencia de la madre con el hijo, mantener ese vínculo de maternidad que es elemental en el buen crecimiento y desarrollo de los niños, empero, en esta oportunidad existía un escenario diferente.

La joven madre a quien se le devolvió el bebé había expuesto no solo una sino hasta dos veces su decisión de dejar a su niño, de entregarlo a las entidades benefactoras y su disposición a que pudieran hallarle un hogar en adopción porque ella no se sentía en las condiciones como para poder mantenerlo y cuidarlo.

Aquí existe una declaración de voluntad espontánea de rechazo a la criatura y eso es peligroso o riesgoso cuando nos hallamos ante infantes de tan corta edad, asumimos que lo más prudente era someter a esta mujer y al padre a un proceso de prueba a efectos de estimar el cariño y el afecto que mantienen sobre el niño y estudiar las condiciones en las cuales la mantienen.

Nadie en su sano juicio puede decir que no quiere criar a sus hijos y pretende entregarlos a una entidad de bien social, allí encontramos que algo está fallando y las autoridades debieron prevenir para saber de qué se trata efectivamente.