Editorial

Editorial: ::: BASTA DE ABUSOS :::

Más de medio millar de escolares del Colegio Nacional “Villa María” se vieron impedidos de ingresar a sus aulas debido a la enorme cantidad de humo que se había acumulado en sus instalaciones y que generaban cuadros de asfixia que se necesitaba aliviar de inmediato.

Por ello es que la Dirección del plantel decidió suspender las primeras horas de clase a la espera que se despeje el humo y la amenaza de asfixia que se cernía sobre el alumnado debido a la densa humareda que se había filtrado en todos los ambientes.

La queja de las autoridades del plantel no se hizo esperar y fue el subdirector de la Institución Educativa “Villa María”, Cipriano Bara Vega, quien expuso su preocupación ante este hecho que lo considera como un atentado contra el medio ambiente y por ello realizó un público llamado a la Fiscalía del Ambiente, OEFA y a la Policía Ecológica, debido a que esta situación es perjudicial para la salud de los escolares.

Manifestó que este no es un problema nuevo o aislado, por el contrario, siempre se registra debido a que el colegio se encuentra ubicado a poca distancia de los pastizales del ingreso a la playa” El Dorado”, causando mucha incomodidad a los alumnos, quienes respiran este humo tóxico.

Ocurre que los tejedores de junto, aquellos que elaboran trenzas para sillas y muebles o para la elaboración de esteras, suelen prender fuego en la maleza porque necesitan que las plantaciones se incineren para que allí puedan obtener sus insumos de trabajo, cuando el junco está verde no sirve para sus objetivos.

Sin embargo, no miden el peligro que representa la quema de los pastizales, ni les importa que esta acción levante humaredas impresionantes que no solo quitan la visibilidad a los choferes en las pistas de la panamericana y la avenida pardo, sino que generan cuadros de asfixia y severa contaminación a quienes residen o trabajan en los alrededores, como ha ocurrido con el Colegio Villa María.

Justamente, la última incineración de los pastizales dio lugar a que algunos alumnos comenzaron a ahogarse, no se podía respirar, y la situación era desesperante, según confesó el Sub director quien agregó que la única manera de poder salir de este trance era sacando a los estudiantes al patio principal por un momento hasta que todo el humo salga de las aulas, lo cual gobierno desconcierto entre la población escolar.

Y en realidad no se equivoca el docente al emplazar a las autoridades a tomar medidas inmediatas en razón que no es la primera vez que se registra un incendio forestal de estas características, por el contrario, en reiteradas ocasiones han debido intervenir los Bomberos y el personal del serenazgo a efectos de extinguir las llamas y evitar que se sigan lanzando densas humaredas al medio ambiente, asfixiando no solo a vecinos y transeúntes sino poniendo en serio peligro a choferes y pasajeros de los vehículos que transitan por la panamericana norte en la medida que se pierde absolutamente la visibilidad en las pistas.

No exageramos, basta echar una mirada a los archivos y podrán advertir que desde hace mucho tiempo se demanda la aplicación de otra clase de medidas para poner coto a estas nocivas actividades de los tejedores de junco, ellos tienen que entender que por encima de su justo derecho al trabajo se encuentra también el derecho a la salud de miles de personas y la necesidad de impedir la terrible contaminación que generan.

Precisamente, a propósito de esta emergencia, el hoy ex gerente de servicios a la Ciudad de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, Julio Maceda Cruzado no pudo ocultar su marcada preocupación porque en lo que va del año se han registrado hasta 12 incendios forestales en la jurisdicción del distrito sureño.

Expresó que frente a estas continuas maniobras de gente inescrupulosa, han enviado una serie de oficios reiterativos a la Fiscalía Especializada del Medio Ambiente, para que intervenga ante esta situación debido a que esto está ocasionando daños en la ecología de Nuevo Chimbote.

Indicó que los humos tóxicos llegan directamente a afectar a los pobladores de los pueblos jóvenes Villa María, Las Brisas, Romero Leguía, entre otros, donde se encuentran varias instituciones educativas y que las zonas donde se generan estos incendios forestales son los pantanos de Villa María, los totorales de David Dasso, el ingreso a la Playa Atahualpa y Tangay, donde ya se ha quemado grandes espacios de áreas verdes.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en las zonas aledañas al Colegio Villa María en donde detectaron a los tejedores de junco como los promotores del fuego, el ex funcionario edil consideró que estos incendios son causados por sujetos que buscan espacios abiertos para el secado de plumas y pescado, que posteriormente usan para vender como harina para la comida de perros y gatos.

Si esto es así no se entiende cómo es que las autoridades no toman medidas drásticas para identificar y denunciar a los promotores de esta quema de pastizales que no solo generan asfixia y contaminación, sino que representa la eliminación de áreas verdes en un distrito ecológico en donde lo primero que se protege es el medio ambiente.

Tienen que reaccionar las autoridades en este tema, se ha dejado pasar mucho tiempo y no se hace absolutamente nada, como lo reconoce el ex funcionario Julio Maceda, más aun cuando se han generado situaciones de emergencia por las densas humaredas que se generan a lo largo de varios pueblos jóvenes del cono sur.

No se tiene que esperar que esta contaminación genere algún caso de patología para que se adopten medidas preventivas, los postulados de la prevención indican que se tiene que actuar antes de, se tienen que adelantar las advertencias y apercibimientos a la gente que por algún motivo quiere quemar los pastizales.

La semana pasada fueron los escolares del Colegio Villa María, mañana o más tarde serán los pobladores de esta zona bastante populosa, de allí que se tiene que velar por la salud pública y ello pasa por la adopción de medidas que busquen que impedir que los tejedores prendan fuego o que los productores de harina en pampa ganen terrenos que no están destinados a la actividad ilegal que ellos realizan. El municipio debe promover una reunión y convocar a los entes competentes, se imponen acuerdos consensuados para no exponer la salud de los estudiantes así como de todos los pueblos que se ubican a la redonda. Es lo menos que se puede esperar.