GRINGASHO
Como es de dominio público, los centros educativos vienen siendo visitados por los amigos de lo ajeno, los objetivos son especialmente los jardines de infancia, como se conoce a los centros de educación inicial que tienen aulas de aprestamiento, educación temprana, cuatro años y cinco años, pues en ellos se manejan materiales de trabajo que son bastante significativos. Aprovechan estos maleantes que muchos de estos colegios públicos carecen de medidas de seguridad, sus aulas han sido levantadas en base a material recuperable, no cuentan con cercos perimétricos y las puertas son fáciles de fracturar. Por ello es que constantemente están al acecho de estos planteles y les importa un pepino que, dada su condición de escuela pública, los pequeños alumnos se queden sin materiales de trabajo, se llevan lo poco que pueden adquirir con el esfuerzo de los padres de familia. El último fin de semana el objetivo fue la institución educativa inicial N° 1697 del asentamiento humano Teresa de Calcuta, en Nuevo Chimbote, de donde se llevaron, dos parlantes de música, útiles escolares, mobiliario, productos de aseo, instrumentos de emergencia entre otros. Los delincuentes ingresaron dos veces al Plantel y dejaron a los niños sin nada., empero, cuando regresaron por lo demás los vecinos despertaron y consiguieron capturar a uno de los maleantes, quien resultó ser un adolescente de 17 años de edad al que llaman “gringasho”. Los moradores querían linchar a este mozalbete que ha caído en las garras de la delincuencia y que no tiene mayor futuro en esta vida sino dedicarse a seguir delinquiendo, sin embargo, prefirieron entregarlo a las autoridades que llegaron ante el llamado que hicieron y al advertirles que habían detenido a uno de los ladrones. Se lo llevaron a la comisaría de Buenos Aires pero allí a los pocos minutos salió en libertad y se burlaba de los agraviados. Obviamente, el Fiscal aduce que se trata de un menor de edad que está al margen del radio de acción del derecho penal, sin embargo, nos preguntamos, ¿habiendo sido detenido en flagrancia de delito, no podrían haberlo derivado por lo menos a la Fiscalía de Familia? ¿Acaso no merece una investigación tutelar? ¿No deberían llamar a sus padres para amonestarlos por la falta de control de su hijo? ¿Tan fácilmente se puede delinquir y ganar las calles en nuestra ciudad? ¿Por qué ni siquiera le hacen la vida más difícil, los complican o les exigen realizar trabajos comunitarios a estos imberbes que son caldo de cultivo del lumpen? Ya tienen que dejarse de tontudeces en las Fiscalías y Juzgados con esta clase de gente que lo único que hace es perjudicar a los ciudadanos de bien.
PICAFLOR
Hace unas semanas el Poder Judicial se despojó de las consideraciones que suele tener con personal de su propia institución y envió a la cárcel a una trabajadora judicial que había osado utilizar el cargo para sacarle dinero a una litigante, a quien engañó que contaba con las influencias suficientes como para conseguir que se deje en libertad a un muchacho que venía siendo investigado. Se trata de una burda estafa de una mujer que, con engaños le sacó dinero a la hermana de un procesado y cuando le exigían resultados de lo que había prometido encontraba toda clase de justificaciones y engaños hasta que la denunciaron ante la misma Juez cuyo nombre utilizaba para pedir esta clase de cupos. Ahora la Oficina distrital de Control de la magistratura, ODECMA, ha solicitado a la OCMA la suspensión de tres meses de otra servidora que tenía la mala costumbre de pedir dinero prestado a los propios litigantes, a cambio de favores o de hacer algún pedido de los litigantes, la mujer les pedía prestado dinero y después no tenía como pagar. Los propios trabajadores de la Corte del Santa la conocían porque tiene esa tendencia de ir pidiendo dinero a sus compañeros de trabajo y la verdad es que la sanción solicitada se queda corta. Una institución que administra justicia no puede tener personal que tenga esta clase de inclinaciones, hoy la sancionan y mañana o más tarde volverá a la misma cantaleta porque, como dice ese conocido adagio, “gallina que come huevo…aunque le corten el pico”.
AYUDA
Es realmente lamentable la situación que afronta un ciudadano venezolano que, como los miles que salen de su país, llegó hace poco más de dos meses a nuestra ciudad en busca de trabajo y un mejor porvenir. Sin embargo, cuando ya se había instalado y estaba laborando en una empresa pesquera, le sobrevino un extraño mal estomacal que lo tiene postrado en el hospital Regional, su familia pide ayuda y es evidente que no tiene como pagar el internamiento y las medicinas,. Esperemos que las instituciones de bien y las empresas que suelen darle una mano al necesitado acudan en auxilio de Crispín Rafael Gómez Rodríguez, su esposa Carelby Martínez esta junto a él en el nosocomio y espera esta ayuda porque no cuenta con medios para adquirir la medicina que le han recetado los médicos. Los hermanos venezolanos están padeciendo un verdadero drama por la crisis económica y política generada por el dictador Nicolás Maduro en su país y escapan de ella. Esperemos que la mano solidaria de los peruanos se acuerde de esta familia.