Editorial

EDITORIAL ::EXTIRPANDO LAS MAFIAS::

Cuando ya se terminaba el 2018 y los chimbotanos pensábamos que las autoridades habían renunciado a los mega operativos en los cuales desmembraban bandas organizadas en sus diversas modalidades de criminalidad, la Policía y la Fiscalía de crimen organizado de Chimbote nos sorprendieron con un vasto operativo que permitió el inicial encarcelamiento de 17 personas de un total de 25 que han sido comprendidas como parte de la mafia conocidas como “Los Intocables de Chimbote”.

La organización criminal “Los intocables de Chimbote” contaba con una red bien estructurada entre funcionarios, delincuentes y Policías que habían impuesto su fuerza en los altos niveles de violencia para conseguir sus objetivos ilícitos y que consiguieron infiltrarse en muchas instituciones para encubrir su accionar.

Según la Fiscalía de Criminalidad Organizada, “los intocables de Chimbote”, venían fomentando invasiones en los terrenos pertenecientes al Proyecto Especial Chinecas y a la Comunidad Indigena de Chimbote y Coishco, para la venta y reventa de lotes de terrenos a través de la formación de asentamientos humanos, así también han logrado filtrar e imponer seudos dirigentes en determinados asentamientos humanos, a fin de controlar la venta y reventa de lotes de terreno, como sucedió en “Brisas del Mar” de Nuevo Chimbote.

Asimismo, al contar con la participación del Procurador del Proyecto Especial de Chinecas, tomaron conocimiento de quienes eran los propietarios o posesionarios de grandes terrenos del Proyecto y de aquellos terrenos que pertenecían a la Comunidad Indígena de Chimbote y Coishco, con lo cual pedían elevadas sumas de dinero, a cambio de que no fuesen desalojados.

Además, esta organización criminal venía cobrando cupos a empresarios informales que se dedican al transporte de pasajeros (colectiveros) que se ubican en el frontis del terminal El Chimbador, en el frontis del mercado La Perla y que cubren la ruta Chimbote Trujillo y viceversa. Cobraban cupos semanales, quincenales o mensuales, bajo la fachada de brindar el servicio de seguridad (chalequeo), y en los casos que se negaban procedían a impedir que el vehículo pueda ubicarse en el paradero e incluso robar los vehículos.

También se cuenta con indicios de que la organización criminal cobraba cupos a empresarios de la actividad pesquera y de la construcción de obras, con la finalidad de dejarlos trabajar sin perjuicio de ello, también les exigían que trabajen con ellos, permitiendo que su gente ingrese a laborar como personal de seguridad (chalequeo).

Sin embargo, uno de los hechos que ha sorprendido es el relacionado con el abogado Manuel Paiva Córdova, quien proporcionó información de un cliente suyo, quien iba a retirar una fuerte suma de dinero (800 mil soles) de una entidad bancaria, lo que motivó que la organización criminal proceda a ubicarse en lugares estratégicos para poder robar a esta persona.

Al respecto el Jefe de la Policía de alta complejidad de Chimbote (DIVIAC), Comandante Edward Zavaleta dio a conocer que atendiendo una solicitud de interceptación de llamadas un Juez de la ciudad autorizó las escuchas de los maleantes de la organización criminal y en ellas pudieron captar los diálogos que mantuvieron con el abogado Paiva Córdova, en una de cuyas intervenciones de pudo escuchar cómo este pésimo letrado “centraba” a un cliente suyo, aparentemente un empresario pesquero, a quien lo delató de un retiro de 800 mil soles que se aprestaba a realizar y puso este dato en bandeja al líder de la organización criminal Hermes Reyes Atavios (a) “Wino” para que lo asalten tan pronto como salga de la entidad financiera.

Este audio es tan repugnante como aquel que protagonizo el miembro del Serenagzo de Chimbote, Hugo Félix Esquivel Pereda, quien se ponía a disposición para voltear las cámaras de seguridad o borrar imágenes que le solicitaban de algunos atracos que se podrían producir y quienes podrían ser descubiertos por dichas imágenes.

En otras palabras, la delincuencia al servicio de la delincuencia dentro de nuestras organizaciones, es lo más repugnante que podríamos haber escuchado al finalizar el año 2018, por ello es que las aurtoridades deben ser implacables en este tema, el abogado Manuel Paiva no es un desconocido en el foro chimbotano, incluso, fue bastante considerado a nivel de la prensa local pero que evidentemente ha caído en las redes de la delincuencia y como tal debe ser perseguido y encerrado en una prisión.

En general los elementos de convicción que la Policía y la Fiscalía de Crimen organizado ha opuesto a disposición de la justicia son muchos, ahora quedan en manos del Poder Judicial tomar acciones, primero, determinando el encierro de todos los involucrados, en audiencia que debe realizarse cuando se cumplan los 15 días de prisión preventiva que se han solicitado y que deben agotarse en una semana más, y, luego garantizando un juicio en el que el derecho a la defensa y el debido proceso no se conviertan en armas de la mafia para rehuir a los castigos que demanda la sociedad.

No se trata de una organización mas, estamos frente a una mafia que nuevamente está corrompiendo a los funcionarios y hasta cuatro Policías han sido comprendidos en este causa, nuevamente, elementos de la Policía que se pasan a la otra vereda y que ponen el sagrado uniforme de la institución tutelar al servicio de la delincuencia., esta gente debe recibir un doble castigo por ello.

Ya todas las actas están sobre la mesa, asumimos que las autoridades deben estar tras los pasos de los sujetos que consiguieron burlar el cerco policial del ultimo operativo, aparentemente por una delación que pudo haber salido de cualquier instancia que conocía del pedido de detención preliminar, es decir de la propia Policía, de la Fiscalía o del Poder judicial, ese un hecho que habrá de investigarse y sancionarse en su momento pero no de distraer el rol principal que le compete ahora a la justicia, es decir, enviar a estos mafiosos al banquillo y sentenciarlos como corresponde. Es necesario congratular a la Policía y la Fiscalía de crimen organizado porque a leguas se aprecia el trabajo efectivo y alejado de vindictas como en otras oportunidades.