MOTA
Las juramentaciones de nuevas autoridades siempre traen novedades, son ceremonias en las cuales no suelen verse siempre los mismos rostros sino que, por alguna razón, aparecen algunos rostros que no veíamos desde hace mucho tiempo o que nunca antes habíamos visto, de allí que la juramentación del alcalde provincial Roberto Briceño franco, el último miércoles, no podía ser la excepción, hasta allí llegaron los nuevos cuadros que lo acompañarán en su primer equipo de trabajo, sus partidarios que no dejaban de sonreír y los invitados especiales, todos los cuales toleraron el inclemente sol ya de verano y pasaron a departir con la nueva autoridad en el Restaurante Los Pinos del vivero forestal. Allí se pudo notar la presencia de un entorno de amigos infaltable del nuevo alcalde y dentro de ellos a un personaje de kilates, un antiguo militante aprista que elevó anclas hace muchos años para surcar los mares del continente y establecerse en la “madre patria”, en Barcelona – España, en donde se instaló y cultivó lo que siempre quiso ser, un escritor. Nos estamos refiriendo a Rolando Lucio Roque, un chimbotano que en los últimos años ha reiterado su presencia en nuestra ciudad y que dejó sus actividades cotidianas para acudir a la juramentación de su entrañable amigo Roberto Briceño, oportunidad en la que compartió con muchos viejos amigos de la ciudad, por un momento algunos pensaron que llegaba con la finalidad de sumarse al equipo del alcalde, sin embargo, él mismo lo descartó, aun cuando la idea no es descabellada, por el contrario, si algo le falta a la Municipalidad Provincial del Santa es la promoción de la cultura. Los últimos alcaldes dejaron este trabajo en cero, el fondo editorial de la comuna Provincial es una lágrima y no se compara con el que aplica Nuevo Chimbote, y, la oficina de Cooperación Internacional, que tiene todo Municipio, no ha consolidado un solo convenio en años, cuando esta es una palanca de desarrollo de la educación y cultura en todas las casas consistoriales, atrae una importante inyección de capitales que, lamentablemente, en nuestra ciudad nadie le ha dado importancia. Si el buen amigo “Mota” se hace cargo de estas áreas estamos convencidos que se comenzará a escribir otra historia en la vida educativa y cultural de Chimbote.
GRAVE FALTA
La flamante presidenta de la Junta de Fiscales del Santa, Dra. Miriam Lucero Tamayo, anunció en su discurso de presentación que asumirá el difícil reto de conducir la institución en medio de las carencias y precariedades que existen. Uno de los temas que deberá revisar es el relacionado al comportamiento de los Fiscales en juicio, pues debe recordarse que en los últimos días del año una audiencia se frustró por la ausencia de la fiscal Milagros Ragas Rojas, se trataba de un caso de drogas que se viene dilatando en demasía, por ello es que el Juez William Contreras dispuso que se remitan copias a la oficina de control interno del Ministerio Público a efectos que se determine la conducta de la magistrada. Sin embargo, esta clase de remisiones finalmente quedan en nada, por ello será bueno que alguien tome las riendas en la fiscalía para que se termine con esta clase de negligencias, a decir de algunas personas que conocen ese movimiento, se genera por la presencia de trabajadores y fiscales procedentes de Trujillo. El mayor porcentaje de personal de la Fiscalía de Chimbote procede de Trujillo, por eso se ven esta clase de tardanzas y ausencias que nadie quiere poner coto en la Fiscalía. ¿Lo hará la Fiscal Miriam Lucero? Veremos si lo que dijo era cierto.
RESPONSABILIDAD
En una de las ultimas sentencias expedidas el año pasado, el Colegiado penal de la Corte del Santa impuso 13 años de cárcel efectiva al Sub Oficial Jhorman Morales Hernández, por el delito de homicidio en agravio de su amigo Bruno Urdániga Chávez. Por más que el efectivo policial reiteró a los miembros de la Sala que el hecho fue la secuela de un caso fortuito y que jamás tuvo intención alguna de matar a su amigo, la justicia no pudo convenir con su argumentación, más aun cuando los hechos se registraron cuando se hallaba de servicio y había abandonado su puesto para dirigirse a la casa de su amigo. Es evidente que algo se suscitó entre ambos y que por ello se extrajo el arma del bolsillo del pantalón del Policía. Por la trayectoria de la bala todo haría pensar que el Policía lo ultimó y que no fue producto de un disparo perdido. Se sabe que la defensa del policía ha apelado así que veremos que resuelve la segunda instancia. Por lo pronto el Sub oficial se mantiene como muchísimos otros colegas, internado en el penal de Cambio Puente.