Editorial

Editorial: ::: INDOLENCIA PUNIBLE :::

El año pasado transportistas informales que se dedican a trasladar a pasajeros sin control alguno entre Chimbote – Trujillo y viceversa, generaron dos trágicos accidentes que dejaron víctimas que lamentar.

En una oportunidad un auto chico con un omnibus y dejó al chofer muerto y tres pasajeros heridos, estos últimos eran servidores del Ministerio Publico de Chimbote que residen en Trujillo y están en constantes viajes entre una y otra ciudad.

Luego provocaron otro accidente en el que también perdió la vida el chofer y tres miembros de una familia venezolana que llegaba a Perú resultaron heridos de gravedad. Ambos accidentes se registraron el mes de octubre y siempre en la provincia de Virú, empero, se desconoce cuál ha sido el desenlace policial y judicial de estas tragedias.

Lo cierto es que en ambos casos los protagonistas eran los vehículos que se estacionan en paraderos informales y ofrecen un servicio de transporte para el cual no están autorizados, en el cual no están sujetos a control alguno y quienes lo toman sencillamente se exponen a una tragedia como las que ocurrieron el año pasado.

En realidad, este problema de los paraderos informales no es un tema desconocido, por el contrario, durante todo el año pasado los transportistas formales y los mismos medios de comunicación demandaron más energía a las autoridades competentes a efectos que se ponga coto a esta actividad clandestina que resulta un verdadero peligro para la vida de las personas, esto es algo que muchos parecen no haber tomado en cuenta.

Las autoridades competentes eran, qué duda cabe, la Municipalidad Provincial del Santa a través de su gerencia de transportes, la Policía de Tránsito que estaba facultada para despojar a los choferes de sus documentos, la Superintendencia de Transporte terrestre de pasajeros, carga y mercancía, en la medida que se estaban ofertando rutas provinciales y el Ministerio Público que debería velar por la salud de las personas ante una actividad de la cual lo notificaron públicamente que era ilícita.

Sin embargo, pese a que se registraron dos graves accidentes y uno de los cuales había involucrado nada menos que a tres servidores de la Fiscalía que quedaron al desamparo, nadie hizo nada para detener esta ilícita actividad, inclusive, los representantes de estos transportistas informales salieron a la palestra para demandar a la Municipalidad los deje trabajar por que tienen necesidad de llevar un pan a sus hogares, cuando esa monserga no puede imponerse a controles que se requieren en actividades tan peligrosas como las que estaban realizando.

Justamente, no se hizo nada y ahora se suma una nueva tragedia a esta lista que parece que nadie estaba dispuesto a poner punto final. Otro chofer de este sector informal provocó la muerte de un ciclista de apenas 12 años de edad cuando transitaba por el kilómetro 531 de la Panamericana Norte, a 400 metros del cruce a Puerto Morón en el distrito de Virú- Trujillo. La victima es un niño de apenas de 12 años quien se dedicaba al ciclismo como deporte profesional, perdió la vida en forma instantánea, su cuerpo quedó debajo del vehículo.

La víctima, quien se consagró campeón infantil del torneo de ciclismo en Laredo (Trujillo) el 2016, iba junto a otros deportistas con destino a Trujillo. Los ciclistas estaban dirigidos por el padre del niño, el activista y ciclista Luis Alberto Ramírez D’Angelo.

Luis Ramírez salió con sus dos hijos a practicar este deporte por la carretera y cuando transitaban por el kilómetro 531 fueron embestidos por el automóvil marca Kia, modelo Río, de placa T4D 213 conducido por Edwin Haro Ruiz quien realizaba servicio de colectivo informal de Chimbote hacia Trujillo. El conductor, quien fue detenido y llevado a la comisaría del sector, viajaba a excesiva velocidad y no solo atropelló al menor sino también a otros ciclistas, quienes quedaron heridos.

Sin embargo, pese a la violencia del accidente y cuando los deudos enterraban los restos del pequeño Lance Ramírez, la justicia decidió dejar en libertad al chofer a pesar que en la investigación policial se consignó como causas del accidente el exceso de velocidad en el que se desplazaba el vehículo y la clandestinidad del servicio que estaba ofreciendo.

Esto quedará para el análisis de quienes realmente quieren y desean poner orden en el transporte terrestre, no es posible que a pesar de los trágicos resultados que estaba dejando esta actividad que se presta al margen de la ley, se haya permitido que los colectivos informales sigan circulando sin que nadie los intervenga y provocaran una nueva muerte que, según señalan muchos, es posible que la lista se siga incrementando.

Afortundamente, la SUTRAN ha decidido tomar cartas en el asunto atendiendo que en las dependencias locales no se ponía mayor esfuerzo para detener esta actividad ilegal, la anterior gestión municipal solo hizo anuncios pero el servicio informal siguió actuando, la Policía de Tránsito tampoco demostró mayor efectividad en este tema y el Ministerio Público no funcionó, finalmente nadie respondió pese a las muertes.

De allí que habría que precisar que no se trata de impedir que algún trabajador pueda desarrollar una actividad para ganarse la vida, lo que se busca es que estos jóvenes que se dedican al transporte se formalicen, que cumplan con los requerimientos que exige la ley ante un servicio que es delicado, se requiere que los choferes estén descansados y no se duerman o pestañeen en la ruta como ha ocurrido en estos accidentes se requiere que los vehículos tengan un control, se exige la vigencia de pólizas que puedan responder ante cualquier contingencia en la ruta.

No se trata de tener un vehículo moderno y ponerse al volante, eso no es posible, se necesita de buenos choferes con experiencia en rutas largas y de una documentación que es indispensable cuando se trata de brindar un servicio como este.

Afortunadamente, en este fin de semana se ha observado la presencia de la SUTRAN, han realizado operativos sorpresivos para poder terminar con este servicio informal o encausarlo dentro de los márgenes que corresponde, han retirado las placas de los vehículos y se pone mano dura porque hay de por medio vida de personas que se han extinguido por una irresponsabilidad como esta. Respaldamos la intervención de la SUTRAN y teniendo en cuenta que el Municipio tiene nuevos funcionarios en está área, confiamos en que reaccionen ante esta Indolencia Punible que ha dominado el servicio de colectivos informales en nuestra ciudad. Eso nadie lo podrá negar.