Editorial

Editorial: ::: DESDICHADA SUERTE :::

El Coliseo Cerrado de Chimbote es uno de los millonarios proyectos emprendidos en la gestión del ex presidente regional César Álvarez y uno de los tantos escándalos que se generó tanto en su adjudicación como en su propia ejecución.

La obra emprendida en aquellos años en donde se buscaba que cosa licitar para sacar provecho del diezmo, se hizo contra viento y marea, contra los pocos gritos de profesionales, políticos y medios de comunicación que no habían caído en las garras de la denominada red de corrupción, pues para comenzar se planteó ejecutar el proyecto en un terreno que antes fueron áreas pantanosas y que allí debería ejecutarse trabajos previos se cimentación en la medida que la obra implicaba la construcción de tribunas que deberían soportar un peso extremo.

Sin embargo, para el ex presidente regional y sus acomedidos funcionarios nada podía detener sus objetivos, por ello siguieron inflando los presupuestos bajo el pretexto de realizar obras adicionales de tal suerte que se licitó una obra de más de 26 millones de soles que se adjudicó a un consorcio conocido como Salem.

Ni siquiera la falta de requisitos establecidos en las bases detuvo a los promotores de este escándalo, luego se conocería que se presentaron cartas fianzas que no tenían respaldo financiero alguno, y, finalmente se conoció que se emprendió esta obra sin que se cuente con un expediente técnico aprobado.

Lo cierto es que este proyecto, como muchos otros, fue incluido en esa bolsa de obras que el gobierno regional de César Álvarez licitó sin tener presupuesto o si lo tuvo fue prestado de otro proyecto que ya estaba en marcha y que, a la postre, se quedaría sin financiamiento para poder concluir.

Por ello es que esta obra del Coliseo Cerrado como muchas otras quedó paralizada, se pagó al consorcio 23 millones de soles, que era casi el 80% del presupuesto total cuando el avance físico solo estaba en el 30%, lo que ponía de manifiesto el escandaloso contubernio entre empresarios y ex funcionarios “comandos” de la época.

Los chimbotanos hemos sido mudos testigos de la forma como se fue deteriorándose con el paso de los años, los restos de fierro y cemento se dejaron allí, a vista de todos, porque el coliseo cerrado se ubica entre la prolongación de la avenida pardo y la panamericana norte, por donde pasa todo el mundo.

Precisamente, el pasado fin de semana quien visitó estos restos de un fastuoso proyecto fue el Jefe zonal de la Contraloría General de la República en Ancash, David Quiroga Paiva, quien encabezó un equipo de auditores que han iniciado un proceso de inspección y revisión de las obras que han quedado paralizadas y abandonadas en toda la región y que estuvieron a cargo del gobierno regional.

La Contraloría ha entregado un listado de 29 obras que tiene agendadas como paralizadas y en las cuales se quiere determinar cuáles fueron las causas de este abandono y las responsabilidades de los funcionarios de turno y de quienes, sucediendo a los responsables, tampoco hicieron nada para retomarlas o descartarlas.

En efecto, tras la visita realizada por el contralor regional y los auditores, dijo a la prensa que no podía ocultar su indignación por ver una mole de fierros retorcidos y oxidados, columnas deterioradas, material desperdiciado, una obra que a pesar de haberse invertido nada menos que 23 millones de soles no sirve para nada.

El funcionario la calificó como “inutilizable” y en realidad se quedó corto, es una obra que no sirve, que fue concebida solo para el lucro, cuyos promotores eran conscientes que no la terminarían, eso era lo que menos les interesaba porque se maquillaron los mecanismos del SIAF para desviar fondos de otras obras para licitar proyectos no presupuestados y de esta manera se sabía que los trabajos que se habían emprendido quedarían truncos y abandonados.

Lamentablemente la memoria es frágil pero en aquel entonces el ex presidente regional salía en sus canales de televisión local y en los medios de comunicación acusando al gobierno central de haber recortado los recursos del canon y que como consecuencia de ello se estaban paralizando las obras, lo cual no era cierto.

Cuando se le dijo a Álvarez que no existía recorte alguno, salió con el cuento de los remanentes mineros que no se habían entregado y que, en su desequilibrada lógica, alegaba que ascendían nada menos que a 517 millones de soles.

Aquel solo fue el pretexto para desviar la mirada de todos del verdadero problema, de la carencia de presupuestos en las obras por el maquillaje contable que habían concretado en la Sub Región Pacífico, esto lo descubrió la Contraloría en tres obras y denunció a César Álvarez y otros ex funcionarios por malversación de fondos.

Ese caso ha culminado la semana pasada confirmándose la pena de dos años de cárcel efectiva para el ex titular de Ancash, empero, existen muchas otras obras que siguieron el mismo camino y recién ahora, más de cinco años después, la Contraloría se anima a inspeccionar y emitir un pronunciamiento respecto de ellas.

Es importante que el organismo de control haya tomado esta decisión que se imponía desde hace mucho tiempo, empero, de acuerdo al listado que ha entregado se pone de manifiesto que hay aun obras que se han pasado por alto y no han sido consideradas en este grupo de fiscalización, como por ejemplo, el Coliseo Cerrado de Coischo que se abandonó a poco de concluirse.

Allí se gastaron 6 de los 7 millones de soles que se había presupuestado y se dejó la obra al 95%, de tal suerte que al no estar terminada las autoridades se negaron a recepcionarla, consecuentemente, la obra quedó abandonada y poco a poco la delincuencia fue desmantelando sus instalaciones eléctricas, sanitarias y deportivas.

Es realmente lamentable lo que ha sucedido con los proyectos emprendidos en la llamada “Red de corrupción”, pero a la luz de las publicaciones periodísticas la Contraloría debe inspeccionar también la obra de Coishco pues es un escándalo más.

Esperemos los resultados de esta nueva tarea fiscalizadora que ha emprendido la Contraloría, es evidente que ha tardado un poco pero lo esencial es que ya se está haciendo y es que todos en la región queremos saber cuál fue la desdichada suerte de todos estos proyectos en los cuales se devoraron las arcas regionales. Esperemos se denuncie de una buena vez a los responsables.