Política

ACTUALIDAD Y POLITICA … ACTUALIDAD Y POLITICA …

TERRIBLE

Tal como lo señalamos en nuestro resumen del año 2018, uno de los acontecimientos más tristes del año que pasó fue la muerte de 8 pescadores que desaparecieron luego del siniestro provocado por una embarcación de gran tonelaje de la poderosa empresa pesquera “Austral” que partió en dos la embarcación “Vikinga “ Nueva Esperanza 2”. El hecho ocurrió en abril del año pasado y generó una gran movilización de buzos y unidades de la Marina con la finalidad de buscar los cuerpos de los pescadores, finalmente solo se recuperaron cinco cadáveres y tres no pudieron ser entregados a sus familiares. Lo cierto es que muchos pensaban que a nivel judicial ya se habría establecido la responsabilidad de la pesquera “Austral” pero la verdad es que, aunque parezca increíble nos equivocamos de cabo a rabo. Y es que la semana pasada el abogado de la empresa propietaria de la embarcación embestida, Luis Domínguez Mesías, ha señalado que el Fiscal Walberto Rodríguez Chambi, ha enviado al tacho de la basura la investigación realizada durante meses, dejando sin lugar a denuncia penal alguna contra el patrón de la embarcación y la responsabilidad civil de la empresa. El Fiscal ha decidido archivar los cargos a pesar que existen 8 muertos, a pesar que se enlutó 8 hogares y que los hechos fueron debidamente verificados. Nos preguntamos ¿para el Fiscal quien es el responsable penal de estos hechos? ¿Acaso considera que ha sido el mar?. La verdad es que sorprende que se deje de lado la responsabilidad de los grandes barones de la pesca, mientras que los deudos de los pescadores quedan en el más absoluto desamparo, siendo lo más grave es que al ser recusada esta decisión con el correspondiente recurso de queja, el mismo Fiscal lo ha desestimado, lo que ha dado lugar a que el letrado plantee un recurso ante la Fiscalía Superior a efecto que llame al orden a este Fiscal que se muestra más efectivo que el abogado de la defensa. Aquí debe intervenir la oficina de control interno en la medida que se vislumbra una presunta parcialización con una de las partes. La muerte de 8 personas no puede quedar en el aire.

DESCABELLADO

Pero así como nos hemos quedado absortos con la decisión del Fiscal en el caso de los 8 pescadores fallecidos en un siniestro en el mar, también no deja de sorprender la decisión del Ministerio Público en el caso de un sujeto detenido en el Prostíbulo de “Tres Cabezas” cuando intentó quitarle la vida a una trabajadora sexual. Los hechos fueron propalados por toda la prensa local, el maleante había ingresado como si fuera un parroquiano y fue detenido luego que la fémina lanzara gritos de auxilio y fuera reducido por la seguridad. En ese momento el sujeto dijo que había cobrado para quitarle la vida a las mujer, empero, lejos de investigar un feminicidio, la Policía y la Fiscalía iniciaron una pesquisa por faltas contra la vida, el cuerpo y la salud, llegando a esta conclusión por el hecho que la mujer no presenta mayores lesiones sino unas hematomas en el cuello. De esta manera llegan a la conclusión que las lesiones no revisten gravedad y por ello la califican como faltas, cuando en realidad, al margen de los valores de atención facultativa o descanso médico, aquí lo que prevalece es la intención de asesinar a una mujer. No entendemos cómo pudieron dejar libre a un sujeto que ha tratado de victimar a una mujer.

PÁRIENTES

Como han cambiado los tiempos, ahora el vínculo y el parentesco familiar no garantizan absolutamente nada como se presume. Decimos esto porque la semana pasada se han registrado dos hechos que ponen de manifiesto el casi nulo respeto por el familiar. En un primer caso un delincuente identificado como Johnny Córdova Araujo, mas conocido en el mundo del hampa como “Sarapico”, asesinó a su primo de un balazo luego de una agria discusión que surgió mientras libaban licor.  “Sarapico” es un delincuente que en algún momento cobró notoriedad al tomar parte en el asalto a un avión en Huarmey. Luego, un sujeto acuchilló y dejó en grave estado a su cuñado en el A.H. Los Conquistadores, hecho derivado, nuevamente, de una agria discusión nacida de una reunión en la que el licor fue el ingrediente que encendió los ánimos. Al margen de las circunstancias en que se cometieron ambos hechos, llama la atención que cada vez se pierda mayor respeto por quienes llevan la misma sangre. Eso si es preocupante y debería merecer un análisis en el seno de las instituciones de la sociedad.