DROGA
Nuestro Puerto ha sido siempre una preocupación de las autoridades policiales, especialmente de las unidades especializadas antidrogas en la medida que por su ubicación y por su geografía y población, la hicieron propicia para el paso de la droga. Por ello es que se consideraba a Chimbote como parte de la “ruta de la droga”, no solo por el alcaloide que ingresa por la zona sierra desde la parte alto andina de La Libertad, sino porque los carteles llegaron a utilizar la vía marítima como una modalidad de embarque del estupefaciente. Pero una vez desaparecidos los carteles de la pesca, se retomó la ruta de la droga que bajaba por la carretera de Vinzos, Santa y Rinconada. Sin embargo, en los últimos días se han interceptado importantes cargamentos, uno en la provincia de Sihuas, en donde se decomisaron nada menos que 19 kilos de marihuana prensada que era extraída por dos sujetos en un ómnibus de la empresa “Perla del Altomayo” con destino a Lima. Luego, han sido detenidos otros dos sujetos cuando salían de Casma hacia Lima llevando nada menos que dos kilos de marihuana y 10 kilos de heroína, que es un alcaloide mucho más cotizado en el mercado internacional. No cabe duda que el narcotráfico sigue siendo la actividad preferida de gente que busca la plata fácil, que sabe que en este sub mundo es posible convertirse en millonario de la noche a la mañana pero que solo vive el día a día pues es consiente que mañana o más tarde puede ser refundido en un presidio porque la ley reserva las sanciones más severas para esta modalidad delictiva. Esperemos que la Policía continúe esta titánica labor porque no cabe duda que de un tiempo a esta parte ya cuenta con otra ruta de la droga.
SEDA
Si soportar el atoro de un desagüe y consecuentemente los malos olores que se genera mientras se encuentra una solución ya es un serio inconveniente, imagínense que tengan que vivir todos los días junto a los nauseabundos olores del alcantarillado en el interior de su propia vivienda. Este es el drama que está viviendo Wilfredo Ipanaqué, un poblador del jirón Cahuide del barrio El Progreso, quien ha mostrado una filtración en las paredes de su sala de la cual emanan las aguas malolientes. El quejoso ha señalado que vive permanentemente estresado con esta filtración de desagüe que se genera en el buzón de su vecino, el propietario de un Hotel al que le va y le viene que se filtre el agua pestilente en la casa de su vecino. “Que la empresa se encargue es su obligación” señaló este sujeto que ha trasladado su responsabilidad hacia los afectados. Pero el drama de este hombre se agudiza cuando acude a la policía, la Fiscalía y la defensoría del Pueblo y nadie lo escucha, lo único que ha hecho, según su dramático testimonio, es comenzar a convivir con la tremenda pestilencia en la que se convierte su sala cuando comienzan a aflorar las aguas servidas. No hay derecho a que alguien tenga que padecer esto, la empresa debe hallar la solución y si ella pasa por tener que romper el alcantarillado del vecino que lo haga, que se perjudique por un tiempo por indolente.
HUMILLADO
El rector de la Universidad ULADECH Católica no debe ignorar la pública denuncia formulada por uno de sus estudiantes quien ha señalado haber sido víctima de discriminación y humillación. El estudiante Sergio Peña Mallqui, quien pertenece a la facultad de Derecho, ha señalado que fue humillado por una abogada que hace las veces de catedrática, quien le arrojó la puerta en la cara tras expulsarlo del aula por el solo hecho que no llevaba un terno como todos sus compañeros. El estudiante señala que ni siquiera sabía que se había solicitado que los alumnos de esa clase deberían acudir con terno, pero aun así eso no era motivo para que lo echen de la peor manera y lo humillen delante de todo el aula. Cierto es que hay algunos docentes universitarios que buscan que el alumno se vaya identificando con la usanza profesional y en un abogado el uso del terno forma parte de su actividad diaria, sin embargo, ese requisito o exigencia debe ser opcional, no se puede imponer “manu militari” que toda la clase acuda encopetada como si fuera a asistir a un matrimonio o una gala especial. Hay quienes en estos tiempos ni siquiera pueden acceder a un terno para el diario, por ello nos parece de pésimo gusto que existan docentes universitarias que asuman poses caprichosas y solo atenten contra la dignidad de los alumnos. El rector no debe permitir que esta protesta se generalice si es que persisten actitudes intolerantes.