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EX APODERADO DE CAJA DEL PESCADOR TAMBIÉN CON ARRESTO DOMICILIARIO

Involucrado en mafia “Los Orellanitas

ex apoderado

Jesús Saavedra Devoggero cumplirá arresto domiciliario en Lima.

Tras cumplir 36 meses de prisión sin recibir condena, el ex apoderado de la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador, Jesús Antonio Saavedra Devoggero, seguirá siendo investigado bajo arresto domiciliario en Lima, como presunto integrante de la organización criminal “Los Orellanitas de Chimbote”.

Ello, luego que la Jueza del Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria, Gabriela Saavedra de la Cruz ordenara su excarcelación y dispusiera arresto domiciliario, mientras concluyen las investigaciones que se le siguen por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir.

Jesús Antonio Saavedra Devoggero cumplió 36 meses en prisión y al igual que para el resto de imputados, la Fiscalía de Criminalidad Organizada del Santa aún no concluye la investigación y por ende no ha formulado acusación como paso previo para llegar a la etapa de enjuiciamiento.

Para su traslado a Lima, donde cumplirá arresto domiciliario, un grupo de agentes de la Policía arribaron a nuestra ciudad para proceder con su traslado. Por ello, tras salir del Penal de Cambio Puente, de inmediato se realizaron las gestiones con la Sección de Seguridad Penitenciaria (SECSEPEN) de la Policía de Chimbote.

Según la Fiscalía de Criminalidad Organizada, Jesús Antonio Saavedra Devoggero pertenecería a la organización criminal “Los Orellanitas de Chimbote” que se apropiaron ilegalmente de medio centenar de inmuebles ubicados en el Sector IV de la Urb. Bellamar en el distrito de Nuevo Chimbote que le pertenecían a la Caja del Pescador, además de una embarcación pesquera.

Para lograr su ilícito, se habrían valido de sendos procesos arbitrales fraudulentos, además de falsificar minutas de compraventa donde se insertaba una clausula legal, por los abogados investigados, a través de la cual expedían los laudos y se hacían propietarios de los predios usando para ello testaferros y hasta notarias de Chimbote y Huaraz.

Una vez logrado el primer paso, transferían los inmuebles con la finalidad de obtener ganancias y despojarlos completamente a sus verdaderos propietarios, bajo incautaciones o decomisos.