Desde hace mucho tiempo que el nombre de Chimbote no aparecía en los medios noticiosos nacionales para describirlo como ruta o centro de operaciones de organizaciones de traficantes de droga, pues las incautaciones y comisos que se hicieron en los últimos años solo se resumía a los microcomercializadores y algunos abastecedores a los cuales se les decomisaba no más de 10 kilos de estupefacientes.
Todo indicaba que la mafia de tráfico de droga había dejado de mirar a nuestro puerto como paradero ideal para sus nefatas negociaciones, como ocurrió hace poco más de una década cuando la DINANDRO llegó a nuestra ciudad y consiguió desbaratar a organizaciones criminales que habían puesto la mirada en el embarque de droga por el mar.
Muchos deben recordar cómo es que los agentes llegaron y decomisaron impresionantes cargamentos que estaban ocultos en una cisterna, en un caso, y en una vivienda de la urbanización Las Casuarinas, en un segundo caso, a la espera de poder embarcarlo por vía marítima pues hacían el cambio a otros buques de larga travesía en altamar.
Fueron cargamentos que superaban la tonelada de alcaloide que serían cargados en embarcaciones que pertenecían a empresas pesqueras debidamente constituidas con la finalidad de realizar operaciones aparentemente legales, pero que ocultaban el desempeño de una mafia debidamente organizada.
Los sabuesos de la DINANDRO llegaron de incógnitos a nuestra ciudad siguiendo el rastro a los traficantes de droga, tenían valiosa información sobre sus actividades y por ello dieron golpes contundentes a esta mafia que terminó finalmente desbaratada y con empresas pesqueras intervenidas y finalmente disueltas.
Desde entonces, hablamos de los primeros años de esta década, no se registraron nuevos decomisos impresionantes hasta hace tres años en que la misma unidad especializada le siguió los pasos a un ex Comandante de la Policía que sea desempeñaba nada menos que como Comisario de Buenos Aires y quien utilizaba su cargo y condición para trasladar alijos de droga que eran posteriormente manejados por otros elementos de la mafia que lo había captado y de la cual formaba parte,
Esta conocida intervención se realizó en mayo del 2016 y el protagonista fue el destituido Comandante Freddy Tuesta Chicana, un sujeto muy petulante en su accionar policial y quien tenía una doble vida pues mientras timaba a medio mundo haciéndose pasar como Policía muy severo, ocultaba su actividad delincuencial como traficante de droga.
Todos deben recordar como este individuo fue detenido en la entrada del Balneario de Tortugas con el cargamento de Clorhidrato de Cocaína que ingresaban a una vivienda y allí otros sujetos la recogían y la sacaban por una embarcación.
Han transcurrido tres años con un silencio enigmático en lo que concierne a la ruta de la droga en Chimbote, solo se intervenían a “burriers” que sacaban la Pasta Básica de Cocaína húmeda procedente de la zona sierra de la Libertad que utilizaban la ruta por el distrito de Santa, sin embargo, no hubo otra captura importante.
Por ello es que no deja de sorprender que el fin de semana personal policial del Departamento de Investigación Criminal (DEPINCRI) de Chimbote haya descubierto un inmueble en la urbanización Bellamar en donde una mafia de traficantes ocultaba nada menos que 400 kilos de Pasta Básica de Cocaina lavada, la cual se encontraba oculta bajo tierra.
El hallazgo se produjo entre el jueves y viernes de la semana pasada en la vivienda ubicada en la manzana F3 lote 3 de la segunda etapa de la urbanización Bellamar hasta donde llegaron los agentes luego de una meticulosa acción de seguimiento, hallando el primer día nada menos que 97 “ladrillos” de PBC el mismo que fue desenterrado con palanas y rastrillos en una acción que tomó varias horas.
Sin embargo, al personal interviniente le quedó la sospecha que podría existir más alcaloide en el inmueble, por ello es que al día siguiente, siempre en presencia del representante del Ministerio Público y con mayor apoyo de personal policial, se realizaron nuevas excavaciones con el sorprendente resultado de encontrar más droga, siempre en forma de “ladrillos” y que sumaban nada menos que 306 paquetes.
Desde el primer día de la intervención se capturó en el inmueble a Josué Caleb Caballero Oxolón (40), detenido en flagrancia cuando enterraba los estupefacientes y quien aparentemente era el encargado de cuidar el alijo y ocultarlo hasta que los reales propietarios del mismo se decidieran a transportarlo a otro lugar.
Es evidente que el detenido es solo un pieza del enorme rompecabezas de esta nueva organización criminal que prefirió la tranquilidad de una urbanización como Bellamar para ocultar un copioso cargamento de droga, un lugar en el que nadie pudo advertir como es que ingresaron semejante cantidad de paquetes de droga, sin que se realizara mayor despliegue para no entrar en sospechas.
Menudo trabajo el que tiene ahora la Policía en la medida que es evidente que detrás de este hallazgo hay “peces gordos” que son capaces de financiar el traslado de tanta droga y en una calidad que tiene mucho mayor valor en el mercado, pues en medios policiales se ha señalado que la pasta básica de cocaína lavada es insumo directo para la elaboración del Clorhidrato de Cocaína, que es la droga más cara en el mercado internacional.
No existen en el inmueble indicios que hagan sospechar que existe un laboratorio, tampoco existe en Chimbote una instalación de esas características para lo cual se requiere de gente experta, como químicos que tengan conocimientos en el manejo de insumos que son altamente inflamables.
De todas formas, estamos ante una organización criminal de importantes dimensiones, que maneja muchos presupuestos y que es capaz de almacenar gran cantidad de droga con mucho sigilo, habrá que identificar a los mafiosos que, estamos convencidos, se encuentran en Chimbote, están confundidos con empresarios o comerciantes que ocultan esta actividad delincuencial. Esperemos que este contundente golpe al tráfico de drogas se corone con la identificación de los verdaderos promotores de esta mafia que lo único que consigue es envenenar a nuestra juventud.