“Algún día tenía que hacerse justicia y el Poder Judicial lo ha hecho ahora”. Con estas palabras. Cristina Oliveros Comesaña, Viuda del alcalde de la vecina provincia de Casma José Alejandro Montalván Macedo, sintetizó sus sentimientos luego de conocer el fallo que el juzgado Penal Colegiado de Chimbote había dictado contra el acusado del crimen de su esposo, Rommel Meza Cerna.
La sentencia condenatoria se conoció la semana pasada en sus lineamientos generales y ha establecido que Meza Cerna es autor intelectual junto al empresario Carlos León Milla, del alevoso crimen del entonces alcalde de casma Alejandro Montalbán Macedo, ocurrido el 12 de diciembre del año 2012.
Seis años y medio después la justicia ha deslindado este luctuoso homicidio que fue la secuela de la ambición de poder, de los delirios de gente que se embriagó de poder y que fue capaz de contratar asesinos a sueldos para sacarse del camino a quienes no les permitían hacer a sus anchas la criminalización de la función municipal.
El colegiado penal ha escrito las mismas conclusiones a las que arribaron quienes conocían las ambiciones del entonces primer regidor Rommel Meza Cerna, tal y como la señalaron apenas unas cuantas horas después del crimen cuando nos comentaban que la sangre que se había derramado esa aciaga tarde dominical en Casma tenían un clarísimo olor nauseabundo a su desequilibrada ambición por manejar el municipio casmeño
Y las conclusiones de la prolija investigación policial y judicial así lo establecer, han llegado a corroborar con pruebas fehacientes que en la vecina provincia se estableció una red criminal que tuvo por consigna eliminar al alcalde Montalbán porque no accedía a sus requerimientos y porque no permitía que se manejen y direccionen las obras como ellos pretendían, al obstáculo había que sacarlo del camino como sea.
Si se hace una especie de parangón entre el crimen del alcalde de Casma José Montalbán Macedo con el doble crimen registrado en Huambacho tres años después, en el que asesinaron de manera cruel y brutal al alcalde de Samanco Francisco Ariza y el abogado Henry Aldea, advertiremos que se trata de una copia fiel al original.
Y es que luego de los asesinatos, quienes los sucedieron cumplieron al pie de la letra los propósitos de aquellos que financiaron los crímenes, se contrataron a los personajes del entorno de quienes estuvieron detrás de los homicidas y se direccionan las obras y contrataciones como ellos lo ambicionaban, dos asesinatos por lucro por donde se le mire.
Por ello es que el Colegiado Penal no ha vacilado al momento de establecer las responsabilidades y fijar las penas para los autores materiales e intelectuales, así como para los coautores y los cómplices del cobarde asesinato de José Montalbán Macedo, quien fue sorprendido cuando llegaba a su domicilio en su camioneta.
Los asesinos habían previsto todo, se distribuyeron los roles de acuerdo a las contingencias de un hecho criminal como el que estaban planificando, con sicarios que deberían llegar a matar, con fuerzas de contención que actuarían en caso algo sucediera con los llamados a apretar el gatillo, con la presencia de campanas para dar aviso de la presencia de personas o de Policías en el lugar del crimen,
Por ello es que el asesinato del alcalde fue un hecho casi perfecto, no solo la habitual soledad y tranquilidad dominical contribuyeron a la efectividad del crimen sino la forma como fue previsto y planificado, la presencia de cómplices que se prestaron a este juego bajo la promesa de recibir ventajas económicas y laborales en el futuro.
Aun cuando el sentenciado Rommel Meza ha alegado de manera permanente inocencia y ha rechazado haber formado parte de una conspiración para terminar con la vida de su antecesor, los medios probatorios no lo han ayudado a ello, por el contrario, desde un primer momento se sembraron dudas de su estrecha vinculación a este crimen.
Uno de estos hechos quedó al descubierto cuando de manera irreflexiva y desesperada acudió a la comisaria de Casma con la finalidad de entrevistarse con uno de los sicarios del crimen del alcalde Montalbán cuando había sido detenido y trasladado a los calabozos de la comisaría casmeña.
En aquella oportunidad, los videos de seguridad pusieron al descubierto que la visita de Meza Cerna se produce apenas unos minutos después que había abandonado el mismo recinto la abogada Milagros Aponte Roque, quien patrocinaba al detenido y lo había persuadido para que se acoja a los beneficios de la colaboración eficaz para que delate a los promotores del crimen del alcalde y de esa manera no reciba las graves penas que se reserva para los autores de un crimen.
Esta información fue recogida por Meza Cerna, para entonces la abogada Milagros Aponte, quien fue una persona sentimentalmente ligada con el empresario Carlos León Milla y que conocía de cerca al mismo Rommel Meza, había tomado distancia de ese entorno, se había peleado con el empresario y estaba dispuesta a revelar quienes cometieron el crimen.
El solo hecho que solo una hora después que Meza saliera de la dependencia policial se registró el asesinato de la abogada puso de manifiesto que todos estos hechos están concatenados unos entre otros, no son hechos diferentes o aislados, la joven abogada fue victimada para silenciarla y la historia misma demuestra quienes fueron los más interesados en que esto quede enterrado para siempre.
Por ello es que la condena que se le ha impuesto al ex alcalde Rommel Meza y el empresario Carlos León Milla no termina aquí, aun continua como una novela de ficción y se trasladará al proceso penal que se ventila contra los mismos por el asesinato de la abogada Milagros Aponte, el mismo que se encuentra en su fase de juicio oral y seguramente en unos meses más se dictará la correspondiente sentencia.
De allí que la condena que ha recibido el ex alcalde de Casma es solo un preámbulo judicial, es un adelanto de lo que se viene más adelante porque la muerte del alcalde Montalbán no fue la única de la sangre derramada por la red criminal y de corrupción que se apoderó de la vecina provincia. La justicia habrá de terminar este trabajo, es solo cuestión de esperar.