En los últimos días los chimbotanos hemos leído y oído con espanto las informaciones que dan cuenta de los desvaríos de efectivos de la Policía Nacional, unos involucrados con delitos tan graves como el tráfico de drogas y otros acusados por sus ex parejas de agresiones y violencia psicológica.
El Jefe de la División Policial fue lo suficientemente claro al deslindar la responsabilidad que recae sobre su institución y ha calificado los actos reñidos contra la ley promovidos por efectivos de la Policía Nacional en servicio como acciones de responsabilidad penal que ellos no apañarán de ninguna manera, por el contrario, son ellos mismos los que promueven la captura de los involucrados, como ocurrió con los traficantes de droga.
Pero no solo los Policías fueron los protagonistas de la noticia en los últimos días, ahora los futbolistas se han convertido en motivo de noticia pero no aquella que esté vinculada con éxitos deportivos, como todos podríamos esperar, sino todo lo contrario, con acusaciones sumamente delicadas que los expone como delincuentes antes que deportistas.
Ya una noticia nos había impactado una semana antes cuando dos futbolistas del futbol rentado de nuestro país, integrantes de conocidas plantillas de la élite profesional, fueron detenidos por la Policía tras ser acusados por una joven de una violación masiva en el marco de una reunión que habían sostenido en una vivienda en zona de playa.
Los hechos remecieron el ámbito deportivo del país en la medida que los futbolistas reconocieron que estuvieron en una juerga en la que primó licor y el sexo, señalaron que mantuvieron relaciones con la mujer que los denunciaba pero señalaban que fueron con el cometimiento de aquella y no entendían como es que ahora los denunciaban.
Posteriormente los futbolistas fueron liberados pero la pregunta que queda en el ambiente es ¿qué diablos hacían dos futbolistas profesionales en una bacanal, ingiriendo licor a raudales, cuando se supone que deberán estar concentrados en sus clubes?.
Justamente, esta clase de jugadores no tienen nada de profesionales, no entienden que para ser futbolistas se tiene que ser ordenado dentro y fuera del campo, que deben cuidar su físico que es su herramienta de trabajo y las juergas son precisamente los enemigos de una buena contextura deportiva, lamentablemente, aquellos eran la esperanza del futuro del futbol del país y así terminaron.
En Chimbote, la semana pasada se han difundido dos informaciones que colocan en ese mismo contexto policiaco la actuación de dos futbolistas que si bien ya no se encuentran en actividad, forman parte del mundo pelotero de la provincia.
El primer caso fue el protagonizado por el ex delantero del José Gálvez, Johan Mena Rojas, quien fue denunciado por presunto delito de violación por su ex pareja luego de incidentes violentos registrados en la vivienda de esta última.
El parte policial al cual tuvo acceso la prensa describe una conducta anormal por parte de un ex futbolista conocido en la ciudad y que habría estado bajo los efectos del alcohol para atacar de manera violenta y cobarde a la mujer que es madre de sus propios hijos, en hechos que ameritan ser investigados y sancionados en caso se demuestre la responsabilidad del denunciado.
El otro caso ha sido protagonizado por otro ex futbolista del José Gálvez, en este caso el otrora arquero del primer equipo Harold Quiroz Gil, quien ha sido detenido en una celada policial cuando presuntamente formaba parte de una gavilla que se encontraba a punto de vaciar la cuenta de una mujer a la cual habían estafado con el cuento de la tarjeta de crédito nueva y con premio.
El ex futbolista chimbotano se encontraba en un vehículo en el que tres sujetos esperaban la llegada de un cómplice que había persuadido y engañado a la agraviada, empero, la Policía ya estaba sobreaviso y terminó frustrando los objetivos de los estafadores.
¿Qué es lo que está pasando con los futbolistas y ex futbolistas? Porque de un tiempo a esta parte terminan involucrados en actividades delictivas si se trata de jóvenes que al dejar la actividad deportiva deberían ser el ejemplo para los niños y adolescentes?
Lamentablemente, la realidad nos está diciendo que nuestros deportistas están siguiendo un mal camino, los que están en actividad ni siquiera se cuidan para superarse y los que se han retirado caen en las garras de la vida delincuencial. Es una pena porque en los medios conocemos a los denunciados y esperamos que la justicia los investigue y deslinde las graves responsabilidades que pesa sobre sus cabezas.
IN FRAGANTI
Un abogado que prestaba servicios para un área jurídica de la Universidad Privada San Pedro, fue capturado por la Policía en el interior de un centro de hospedaje al cual había citado a una joven estudiante a la que ofrecía inmiscuirla en el mundo de la prostitución y le ofrecía ganar dinero muy fácil.
Se trata del abogado Juan Carlos Gonzales Rodríguez, quien usando una cuenta falsa en la red social del Facebook, buscaba a jovencitas vulnerables a las cuales persuadía con ofrecimientos de dinero rápido y fácil, sin que sospechen que las llevaría directamente al mundo de la prostitución, según la denuncia policial y fiscal.
El sujeto fue detenido en flagrancia de delito, en el mismo centro de hospedaje al cual había citado a una joven estudiante universitaria que, tras denunciar el hecho, dejó su cuenta virtual en manos de la Policía de trata de personas y aquellos realizaron una celada para poder capturar al presunto proxeneta con las manos en la masa.
El abogado prestaba servicios en la Defensoría Universitaria de la Universidad San Pedro, entidad que no ha dicho nada al respecto, y quien al parecer llevaba una doble vida, por el día se convertía en un profesional dedicado a sus tareas y por las noches era el individuo que acechaba a la jovencitas y las introducía al mundo de la prostitución. Realmente sorprendente.