CORESEC
Ha hecho bien el Gobernador Regional Juan Carlos Morillo y los miembros del Comité Regional de Seguridad Ciudadana, quienes el ultimo fin de semana atendieron con calidad de prioritario un pedido formulado por el alcalde de Yungay Fernando Casio Consolación al que se sumó el alcalde provincial del Santa, Roberto Briceño Franco, quienes demandaron la mediación de este organismo ante el Poder Ejecutivo a efectos que se deje sin efecto el anunció del próximo cierre de las escuelas de Sub Oficiales de la Policía que existen en estas dos ciudades. El Gobernador puso a consideración de este organismo la necesidad de aprobar un acuerdo para remitir un memorial directamente a Palacio de Gobierno para que se atienda este pedido que se justifica en la medida que ante la crisis de seguridad que se vive en todo el país no se pueden estar cerrando las Escuelas en donde se preparan a los futuros Policías que son, paradójicamente, el soporte de la Seguridad Ciudadana. Precisamente, ante los requerimientos del Ministerio del Interior, el Gobernador ha señalado que su despacho y los propios Municipios de Yungay y Santa, están dispuestos a realizar las inversiones que sean necesarias para poder implementar mejor estas Escuelas o para ampliarlas, en caso se necesiten más terrenos para ello. Lo que se demanda es que no se permita una medida que es abusiva, como el cierre de ambas escuelas, con el agravante que no oculta únicamente supuestas carencias o precariedades, sino que se sabe que existe una ambición por parte de autoridades de otros lugares para llevarse los presupuestos de estas escuelas. Se espera que el Presidente de la República le otorgue prioridad a este clamor y que le informen que esta pretensión nació en la gestión del cuestionado Ministro Carlos Basombrío, aquel que se llevó la sede regional de la Policía a Trujillo, una medida torpe que tuvo que ser revertida años después. No se debe esperar que lo mismo ocurra con las Escuelas de Sub oficiales que está moderando el déficit de seguridad que existe en la región.
DESIDIA
La Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote debe hacer algo frente a ese grave problema que representa las deterioradas veredas que existe en la avenida Pacífico, con frente a la calle del Instituto Superior “Carlos Salazar Romero”. Allí el lunes de la semana pasada un octogenario sufrió un grave accidente al tropezar con las grietas que existen en estas veredas y caer de manera aparatosa, lo cual le provocó cortes en la frente y el rostro. Lo grave que no ha sido el primer accidente que se registra en este lugar, claro que la mayoría pasa desapercibido porque lo protagonizan estudiantes que son jóvenes y pueden soportar los golpes y las heridas que se provocan en las aparatosas caídas que allí se producen. Inclusive en nuestro medio de comunicación hemos dado cuenta de otros accidentes y es que en estas veredas existen desniveles provocados por las grietas que se han formado en la acera en el transcurso de los años y cuando las personas caminan distraídas se tropieza de mala manera. Es evidente que al Instituto “Carlos Salazar” le importa un comino lo que ocurre en el frontis de su institución, pues en todo este tiempo no ha hecho absolutamente nada, siquiera hubiera mejorado las veredas en protección de sus alumnos pero no lo hizo, no hay que esperar que ocurra una tragedia mayor (aun cuando el ultimo accidente ha sido de gravedad) para que se tomen medidas al respecto. Las fotografías e imágenes propaladas por los medios de comunicación de la localidad nos eximen de mayores comentarios.
MATON
Uno de los principales deberes de los hijos no solo es la obediencia a sus padres sino, fundamentalmente, el respeto. Es uno de los valores fundamentales que se deben cultivarse en el hogar porque trasciende a otras actividades como la escuela. Sin embargo, nos consterna leer que un sujeto ha sido enviado al Penal con nueve meses de prisión preventiva por haber agredido a mansalva a su padre de 63 años de edad. Este hecho ha sido protagonizado por Agustin Edwar Simón Urraco, un belicoso y matón que agredió a su padre a pesar que este ya tenía una orden de restricción contra su hijo porque lo ha agredido hasta en cuatro oportunidades. La verdad es que se pierde el tiempo con medidas preventivas contra sujetos que solo se merecen una condena inmediata, no se puede esperar que este malandrín mate a su propio padre para aplicarle todo el peso de la ley. Hasta tiene una denuncia por lesiones contra su propia hermana, para darnos cuenta de la calaña de este cobarde que se atreve a levantarle la mano al hombre que le dio la vida.