INADMISIBLE
Si bien es cierto el Administrador del hospital regional “Eleazar Guzmán Barrón” ha anunciado la semana pasada que ya se habilitaron las dos salas de operaciones que colapsaron como consecuencia de una inundación de aguas servidas por las malas condiciones del sistema de alcantarillado, también es cierto que hechos de esta naturaleza no se pueden permitir en un centro de atención médica, menos aún en una sala de operaciones en donde se requiere que todo se encuentre desinfectado. Lo más grave es que el Administrador, Dennis Velásquez Carrasco, admitió que este problema se generó por la precariedad del sistema de agua y alcantarillado el nosocomio que ya tiene más de 30 años y a la fecha se encuentra totalmente deteriorado. Esto es realmente insólito, las imágenes que nos dejaron los medios de comunicación en la cual se apreciaba las salas de operaciones con baldes y toda clase de bateas en la cual discurría las aguas del desagüe que caían de la parte superior, fueron realmente patéticas. Un hospitalÂÂ es un establecimiento en donde la higiene y las medidas de prevención para evitar cualquier infección deben ser extremas, sin embargo, si vemos que la infraestructura del propio nosocomio no está en condiciones y provoca inundaciones de aguas servidas, entonces llegaremos a la conclusión que las cosas están de mal en peor en el sector salud. Por ejemplo, el Administrador ha señalado que ya están elaborando un proyecto para la rehabilitación del sistema de alcantarillado, entonces, la pregunta que se cae de madura es ¿si sabían que el alcantarillado se encontraba obsoleto desde hace años y que por su antigüedad podría provocar estos estragos, porque razones no hicieron antes un proyecto y se estarían evitando estas peligrosas situaciones? Hay que tener en cuenta que este aniego obligó a suspender las intervenciones quirúrgicas programadas y se debió habilitar dos salas para casos de emergencia para atender la contingencia. Esperemos que la Dirección Regional de Salud deje de licitar ternos para su personal y atienda estos casos de real emergencia, un hospital no puede funcionar en las condiciones en las que se encuentra el “Eleazar Guzmán Barrón”, eso es inadmisible, el sentido común nos dice que antes de vestirse bien, mejor que apliquen esos presupuestos en la mejora de los nosocomios.
CORTO CIRCUITO
Los alumnos de la escuela de Derecho de la Universidad Nacional del Santa se vieron precisados a tomar las instalaciones del campus universitario de Bellamar ante la indiferencia de las autoridades para atender sus reclamos. Dijeron que han solicitado entrevistarse con el rector Sixto Díaz Tello y sencillamente no los atiende. Llegó la Policía y los desalojó, lo que dio lugar va que llegue casi triunfante el rector cuestionado Díaz Tello quien al ser entrevistado por la prensa encendió su disco rayado ese de “la protesta política” y cuando se le preguntó porque no dialogaba con los estudiantes dijo que ellos no fueron a buscarlo. Tal parece que allí hay un teléfono malogrado, se hubiesen ahorrado muchas inconveniencias, como la generada por una toma del campus universitario, de haber conversado y resuelto los problemas de manera alturada. El propio rector ha reconocido que es cierto que hay problemas para la contratación de catedráticos, entonces eso lo hubiese expuesto ante los estudiantes y problema terminado. Esperemos que estos problemas no se vuelvan a repetir en la primera universidad de Chimbote, la UNS ha crecido significativamente, ha logrado escalar posiciones no solo en infraestructura, en donde ya nadie la puede superar, sino en lo académico, cuenta con licenciamiento y, por tanto, hay que cuidar la buena imagen. Tanto rector como estudiantes deben ser conscientes de ello.
LATIGAZOS
Hace unos 12 años atrás, cuando el encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar ganó las elecciones regionales y emprendió una de las gestiones más corrompidas de la historia de Ancash, anunció que junto a los ronderos de Sihuas que lo apoyaron en su campaña, castigaría a los delincuentes paseándolos desnudos luego de aplicarle latigazos con los chicotes de verga de toro. Claro que fue una declaración lírica, Álvarez no cumplió nada de lo que prometió, sin embargo, los ronderos de Quillo han demostrado que este castigo si es posible. La semana pasada capturaron a un joven que estaba requisitoriado por delito de violación sexual a una menor y antes de entregarlo a las autoridades le aplicaron un castigo de cinco latigazos. Lo que no sabían los ronderos es que la requisitoria era porque no había atendido las notificaciones del Juzgado, de tal suerte que luego de tomarle sus generales de ley el sujeto fue liberado. Tanto esfuerzo para nada, pero allí quedaron los chicotazos para que el aludido escarmiente.