Editorial

Editorial: ::: LA POSICIÓN TÉCNICA :::

La decisión del gobernador regional Juan Carlos Morillo, de resistirse a aplicar un nuevo diseño al proyecto especial Chinecas y retomar los trabajos por la zona de Casma, para llevar hasta sus áridas tierras el canal principal, parece que no solo obedece a un capricho o empecinamiento sino que poco a poco ha generado posiciones que tienen fundamentos técnicos que ha hecho dudar a más de uno.

Ello porque hace solo unos días el gerente del propio proyecto Chinecas afirmó que han realizado estudios que determinaron la inconveniencia de realizar una bocatoma compartida porque sencillamente la zona no se presta para ello.

El Ingeniero Juan Jiménez Carrasco dijo en aquella oportunidad que el planteamiento de la Bocatoma Única es técnicamente inviable debido a que la zona es inestable y de altísimo riesgo sísmico, geodinámica e hidráulico.

Explicó que en épocas de avenida transcurren por el barraje fijo cerca de mil metros cúbicos de agua y no habría espacio para colocar otra bocatoma, por lo que se tendría que colocar hacia la izquierda donde existe una quebrada activa, poniendo en riesgo no solo la nueva bocatoma del proyecto Chinecas, sino también la del proyecto vecino.

Agregó que en el hipotético caso de ejecutarse tendría otro problema muy serio que sería el alto costo de mantenimiento de la infraestructura hidráulica, ya que al tratarse de una zona rocosa se tendría que invertir, al igual como lo hace Chavimochic, entre 12 a 20 millones de soles anuales solo por tener activa la bocatoma.

En realidad el representante de Chinecas estaba sustentando las razones por las cuales ha decidido encargar a la ANA la realización de estudios para la ubicación de la bocatoma de su proyecto en la zona de tablones, en el mismo lugar en donde se estableció al realizarse el diseño original de este proyecto, hace ya más de 30 años atrás.

Sin embargo, ahora se ha sumado a esta posición el decano del colegio de Ingenieros en Chimbote, Rigoberto Cerna de la Cruz, quien ha sido mucho más explícito y ha exhortado a las juntas de usuarios a dejar de lado el estribillo de la Bocatoma Única porque ello solo generará más retraso a nuestro proyecto irrigador.

El representante de los ingenieros en la provincia ha señalado que, efectivamente, la bocatoma única es técnicamente inviable, por los grandes problemas que generaría ubicarnos a la margen izquierda de la bocatoma de Chavimochic.

En tal sentido, indicó que insertarnos aguas abajo del río tiene grandes problemas de erosión, y eso generaría altos costos de mantenimiento, además que no hay espacio, para ubicarse en el mismo lugar que el proyecto liberteño.

Explicó que el barraje ha sido construido pensando en una sola bocatoma, insertarse allí es hacer un rediseño y sería demasiado costoso, además hay un cono de inyección de una quebrada que llega directamente a la bocatoma en época de lluvias y eso pondría en alto riesgo nuestra infraestructura.

Así como concluye el gerente de Chinecas, para Rigoberto Cerna la bocatoma debería construirse en Tablones, como indicaba el proyecto original, donde además hay un tramo de canal construido y abandonado que puede utilizarse para disminuir los costos, concluyendo que si se quiere tomar el agua más arriba de la bocatoma La Huaca, Tablones es la ubicación ideal.

No puede soslayarse que estamos hablando de la posición de dos entidades que piensan y actúan con criterios eminentemente técnicos, por lo tanto, es imposible ser indiferentes o contestatarios a exposiciones que hablan con el fundamento en la mano y que conocen el tema mucho más que otros.

Sin embargo, los gremios agrarios no fueron los únicos que respaldaron la posición de la Bocatoma Única, recordemos que la cámara de comercio hizo un pronunciamiento de las mismas características y se sumó a la demanda de los agricultores cuando exigieron que el gobernador Juan Carlos Morillo defina el tema de Chinecas.

También estuvo allí el frente de defensa que recordaron que las banderas de la bocatoma Única se arriaron con el único objetivo de impedir que el proyecto chavimochic maneje el recurso hídrico a sus anchas, que se sigan beneficiando con las aguas de un afluente como el Rio santa que debería privilegiar el agro ancashino y que pretenda dejar las sobras para nuestro sector.

Este ha sido el fundamento de quienes exigen al gobernador que asuma una oposición consecuente con lo que había prometido en la campaña electoral, pues le dijeron que en esa oportunidad se mostró partidario de la bocatoma única, aun cuando la autoridad ha señalado que eso no es cierto y que cuando le preguntaron, cuando era candidato, dijo que el tema debería revisarse con la intervención de los técnicos.

Sea como fuere, creemos que ha llegado el momento de deslindar posiciones, estamos ad portas de concluir el año 2019 y no es posible que en Chinecas no se haya hecho absolutamente nada y que, por el contrario, se hayan sucedido una tras otras declaraciones que solo generan un enfrentamiento que únicamente regocija a nuestros vecinos del norte.

Si los gremios agrarios mantienen su posición con el respaldo de instituciones de vanguardia en la provincia del santa y existen organismos técnicos que han advertido la inconveniencias de esa postura, lo que se impone es que el Gobernador convoque a ambas partes y se someta a un debate alturado para llegar a un acuerdo conjunto que determine las líneas matrices que respetará el Directorio de Chinecas en su afán de retomar la ejecución de obras del proyecto irrigador.

Esto no significa pedir mucho, por el contrario, solo responde a la necesidad que se tiene en este momento de llegar a consensos que no nos mantenga a la cola de las posibilidad de explotación de las agua del río, Santa, hay que tener en cuenta que Chavimochic nos lleva años luz a los ancashinos y han utilizado el agua de nuestro afluente principal sin que paguen por ella un solo cobre. Ya es momento de demandar que se haga algo por Chinecas, el gobernador ha conseguido una línea presupuestal que debe llegar el primer trimestre del próximo año, por lo tanto, se tiene que respetar la posición técnica que ha enarbolado el Colegio de Ingenieros y confrontarla con aquellos que dicen lo contrario. De allí debe salir una sola bandera para emprender Chinecas de una buena vez.