Ya llevan más de un año en la cárcel:
Hija y madre de “Loro Moshe” terminaron siendo condenadas por la justicia.
La esposa e hija del asesinado delincuente ‘Loro Moshe’, líder de una de las bandas criminales más sanguinarias de Chimbote, fueron condenadas a 10 años con 4 meses de prisión efectiva, al concluir el juicio oral que se les siguió tras ser intervenidas en setiembre del año 2018, con medio kilo de cannabis sativa, en el P.J. San Pedro.
Rosa Helena Ñiquin Rodríguez (51) y Anjhel Vanesa Fernández Ñiquin (24) escucharon los lineamientos de la lectura de sentencia vía teleconferencia desde el Penal de Cambio Puente donde permanecen detenidas desde el pasado 30 de setiembre del año 2018. La lectura íntegra de la misma se realizará el próximo 15 de enero a las 3 de la tarde.
Ambas condenadas fueron intervenidas en un operativo en la avenida Marginal con el Jirón Perené en el P.J “San Pedro” cuando transitaban llevando entre sus prendas una bolsa de marihuana con un peso oficial de 489 gramos, según determinó la pericia forense de droga, que fue sustentada en el juicio oral.
Según demostró la Fiscalía, la marihuana iba a ser entregada a una tercera persona, sin embargo, al no llegar ésta última, los efectivos policiales las intervinieron. En su intento de fuga, Anjhel Vanesa Fernández Ñiquin arrojó la bolsa con un paquete con marihuana, a unos jardines.
Además, durante el juicio oral, el Fiscal Antidrogas Héctor Sandagorda Reyes pudo exhibir como prueba un mensaje de texto enviado por la hija a su madre en el que le decía: “El kilo que sobra no lo forres mucho porque más tarde va a llamar el auromaro y va a llevar medio kilo, por eso no lo forres mucho”.
Las condenadas son esposa e hija de Jesús Moisés Fernández Chávez, ‘Loro Moshe’, considerado por la Policía como un hábil delincuente, involucrado en homicidios y robo a mano armada, quien fue asesinado de varios disparos en el cuello, abdomen y piernas por sicarios de la ciudad de Chimbote, en el 2015.
La policía Antidrogas señaló que su familia, lejos de apartarse del mundo del hampa tras la muerte del hampón, optó por seguir en la delincuencia, pero esta vez con la venta de droga en el P.J. San Pedro.