Los agricultores del valle de santa realizaron una nutrida movilización por las calles de nuestra ciudad, teniendo como única bandera de lucha la demanda de la bocatoma única compartida para el proyecto especial Chinecas.
Los hombres de campo, miembros de las juntas del Santa, Irchim, Nepeña y Casma, entre varones y mujeres, dirigieron su demanda al Gobierno Regional de Ancash, en la persona del gobernador Juan Carlos Morillo Ulloa y al alcalde provincial Roberto Briceño Franco, en la medida que ambos son integrantes del directorio del proyecto Chinecas.
Y es que este colegiado ha tomado ya una decisión respecto a este punto que durante el año pasado fue materia de controversia a partir de la decisión del Gobernador Morillo Ulloa de gestionar una partida que, todo indica, permitirá retomar las obras del ansiado proyecto irrigador.
Sin embargo, el Gobernador tomó la decisión, y luego obtuvo el respaldo del directorio de Chinecas una vez que estuvo instalado, que los trabajos no se inicien en la parte alta del proyecto, en la bocatoma y el canal de inducción, sino que se retome la obra por el canal principal que quedó inconcluso en el distrito de Nepeña.
La pretensión del Gobernador es terminar el canal madre de Chinecas y permitir que las aguas lleguen desde Santa hasta Casma, como lo determina no solo su denominación sino su diseño original que comprende la incorporación al cultivo de tierras en los valles de Chimbote, Nepeña y Casma.
Seguramente que la intención del Gobernador es buena y ambiciosa, inclusive, emprendió una serie de gestiones al más alto nivel con el gobierno para conseguir la partida que se necesita para poner en marcha la reactivación de Chinecas, empero, olvidó un detalle importante y es el relacionado a la opinión de los gremios agrarios y la sociedad civil integrada, entre otros, por los colegios profesionales.
Cierto que no se trata de un requisito “sine qua non”, empero, cuando hablamos de un proyecto que es “la niña de los ojos” de todos los ancashinos y cuando se pone en el tapete un proyecto que ha sido bandera de lucha de la sociedad civil desde hace muchos años, es evidente que se tiene por lo menos que comunicar cuales son las intenciones de los gobernantes, por lo menos por una cuestión de cortesía.
Y es que el Gobernador como el alcalde son conscientes que desde hace muchos años hay un tema sensible en el caso del proyecto Chinecas y es el relacionado a la propuesta de la bocatoma única, aquella que plantea la modificación del diseño original para que se construya la bocatoma ya no en la cota 312, en el sector de Tablones, sino en la cota 402 que es el mismo punto en donde se ubica la Bocatoma de Chavimochic.
La razón de este planteamiento radica en el hecho que los agricultores no quieren ser “furgón de cola” del proyecto trujillano de Chavimochic y entienden que en caso no se ejecute una bocatoma compartida se permitirá que el citado proyecto de irrigaciónÂÂ maneje el curso de las aguas a su regalada gana, que se quede con la mayor parte del recurso hídrico y deje las sobras para los agricultores de chinecas.
Esto es inaceptable para los gremios agrarios en la medida que las aguas del río santa deben privilegiar los proyectos e intereses de la región Ancash, peor aun cuando saben que Chavimochic se ha ejecutado y se ha posicionado gracias a las aguas del río santa por las cuales nunca han pagado un céntimo.
Por ello es que demandan que en este momento se tomen decisiones frente al diseño que se quiere para Chinecas, más aun cuando insisten que en medio de la campaña electoral de las elecciones regionales del 2018 el entonces candidato y hoy Gobernador regional aceptó sumarse a la demanda de la bocatoma única, cosa que Morillo Ulloa niega.
Lo cierto es que se ha llegado a un punto controversial, no solo por el hecho que el directorio de Chinecas ya ha adoptado un acuerdo inicial para que se siga el modelo del diseño original, es decir, que considera la bocatoma en el sector de Tablones, sino porque la posición del gobernador se ha visto fortalecida por pronunciamientos técnicos que no se pueden mezquinar y dejar de lado.
Esto lo hizo saber el año pasado el gerente de Chinecas, Juan Jiménez Carrasco, quien señaló que existen contingencias de índole técnico que no permiten que se realice una bocatoma en el mismo punto del lecho del río santa en donde se encuentra la de Chavimochic y las enumeró una a una, todo ello producto de un estudio.
Del mismo criterio ha sido el decano del colegio de ingenieros, Rigoberto Cerna, quien señaló que se han evaluado las condiciones que existen en el lecho del río y las condiciones que presentan las quebradas en la zona y se ha llegado a la conclusión que no es posible que se ejecuten dos bocatomas en el mismo punto.
Inclusive, el decano del gremio de ingenieros ha señalado que en la evaluación realizada en el terreno se ha concluido igualmente que la zona más idónea para que se levante la bocatoma de Chinecas es el sector de Tablones, restándole importancia y certeza a los cuestionamientos relacionados con la distribución del agua en la medida que el afluente cuenta con cargas suficientes para los dos proyectos.
En ese sentido, se tiene que tener en cuenta que el Colegio de Ingenieros es un organismo técnico e imparcial, de tal suerte que si ha expedido una opinión contraria a la Bocatoma Única compartida, se tiene que analizar y evaluar estos puntos de vista, no pueden ser rechazadas a priori solo por una consigna de orden institucional.
Sin embargo, tras la marcha realizada la semana pasada, los dirigentes de la mesa técnica de Chinecas que integran los gremios agrarios, fueron recibidos por el alcalde y se llegaron a acuerdos comunes y satisfactorios, como fusionar los criterios de ambos grupos, los que pregonan la Bocatoma Unica y los que plantean la bocatoma en Tablones.
Este dialogo ya se puso en marcha la semana que pasó y lo que se busca son criterios de consenso, hay que tener en cuenta que para esto ya no opera la pretensión política, aquí existe la necesidad de contrapesar los argumentos de los técnicos para establecer si es posible por no ejecutar dos Bocatomas en un mismo punto del lecho del río. Es un momento de definiciones, ya no caben más gritos ni presiones, se tiene que hallar la salida que no solo sea la más justa sino la más adecuada y posible.