Nuevamente un efectivo de la Policía Nacional se vio envuelto en un hecho delictivo como consecuencia de la exigencia en el pago de coimas para desvirtuar una presunta infracción de la persona que es compelida a entregar una suma de dinero a cambio de dejar sin efecto la intervención.
En esta oportunidad el intervenido fue El suboficial PNP Jesús Yonatan Castillo Huayta quien fue interceptado en la intersección del Jirón José Olaya y la avenida Gálvez por el Fiscal Anticorrupción del Santa, Robert Rojas Ascón, en el marco de una investigación que se le sigue por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo en el ejercicio de la función policial.
Castillo Huayta fue sindicado por un transportista de exigirle 200 soles a través de un familiar, pedidos que quedaron grabados en mensajes de WhatsApp y que constituyen un elemento grave de convicción que perjudica al mencionado Suboficial.
Y decimos que el policía de tránsito fue detenido en el marco de una investigación porque su captura no se dio como consecuencia de una celada, como suele procederse en estos casos a efectos de tener la prueba eficaz, sino que se había dictado en su contra una detención preliminar por 72 horas autorizada por el Juez John Pillaca Valdez y que incluyó a su primo José Luis Cordero Palma, así como el allanamiento, descerraje e incautación en la vivienda de ambos y además una intervención en el casillero asignado al efectivo policial en la oficina de tránsito de la Policía Nacional.
Esta decidida intervención procuró incautar documentación importante que ayudó al esclarecimiento de los hechos pues fueron cuatro grupos de intervención, quienes en simultáneo realizaron las diligencias para esclarecer una denuncia por cohecho pasivo en el ejercicio de la función policial.
Por ejemplo, al suboficial Jesús Yonatán Castillo Huayta se le intervino en la intersección del Jirón José Olaya y la avenida Gálvez, incautándosele poco más de 500 soles, entre otros objetos personales. En simultáneo se detuvo a José Luis Cordero Palma en la parte posterior del Complejo Deportivo Las Brisas del distrito de Nuevo Chimbote, lográndosele incautar un equipo celular. Con ambos imputados detenidos, se acudió a sus respectivas viviendas y se realizó el allanamiento respectivo.
De esta manera, la Fiscalía cuenta con mensajes en Whatsaap donde el primo del suboficial PNP le exige 200 soles a un transportista con la finalidad de no imponerle una papeleta de tránsito y devolverle sus documentos, los cuales sirvieron para solicitar u obtener la orden judicial de prisión preventiva por espacio de 9 meses, por lo cual los dos elementos corrompidos fueron trasladados al Penal de Cambio Puente.
Lo que se tiene que destacar de este accionar es que el pésimo Policía de Tránsito había implementado un nuevo mecanismo para exigir coimas a los choferes y por ello es que una celada no habría permitido descubrir su modalidad delictiva.
Ella implicaba que el chofer intervenido era despojado de sus documentos, llámese brevete y tarjeta de propiedad, y luego recibiría la llamada del primo del Policía de Transito quien le requería el pago de 200 soles para recuperar sus documentos y dejar sin efecto la aplicación de una papeleta de infracción.
En otras palabras, el Policía evitaba contacto delictivo con el agraviado y lo hacía por un tercero con el cual, evidentemente, compartía las ganancias delincuenciales, sin embargo, gracias al oportuno accionar de la Fiscalía y Policía anticorrupción fueron puestos al descubierto y están ya en el lugar que les corresponde, en la celda del Penal.
Sin embargo, no todo es malo en la Policía Nacional, así como existen malos elementos, sujetos que se han corrompido para lucrar con el uniforme policial, también existen los efectivos que salvan la imagen institucional y demuestran que no todo está perdido en la entidad tutelar como muchos piensan.
Nos referimos a la decidida actitud de dos efectivos policiales del Escuadrón de Emergencia Chimbote Centro que no aceptaron recibir una coima de 150 soles y procedieron a detener en flagrancia por el delito de cohecho pasivo al conductor de una custer que quiso impedir que incauten la unidad y lo lleven detenido, por no contar con los documentos de propiedad del vehículo.
Cuando los Policías realizaban un operativo de control, y le pidieron su DNI a Manuel Julio Olivares Contreras, éste se mostró bastante nervioso y entregó los documentos del vehículo, los mismos que al revisar con las características del ómnibus no coincidían, confirmando que se trataba de otra unidad.
Los agentes de inmediato solicitaron que los acompañe a la Comisaría del 21 de Abril para ponerlo a disposición del Ministerio Público, sin embargo, Manuel Julio Olivares Contreras los sorprendió ofreciéndoles y tratando de entregarles la suma de 150 soles a fin de que lo dejen ir.
El conductor no sospechaba que se encontraba ante dos agentes honorables que no comulgan con esas prácticas delincuenciales y por ello fue enmarrocado y puesto a disposición de las autoridades por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo.
Este es el otro lado del accionar policial que no puede dejar de destacarse y aplaudirse, obviamente que si todos los efectivos de la Policía procedieran como lo han hecho los dos agentes del Escuadrón de Emergencia no solo estaríamos mejor sino que la Policía no tendría que ser objeto de serios cuestionamientos por los reiterados casos de celadas por actos de corrupción.
Esperemos que la Policía recupere su maltratada imagen con otros y nuevos actos de rechazo a la corrupción como lo han hechos estos dos miembros del escuadrón de emergencia, no se puede olvidar que muchos choferes prefieren corromper a los efectivos que los intervienen porque aquellos lo han permitido en todos estos años y muchos fueron a parar a la cárcel.
No todos son iguales, de allí que a partir de la fecha los conductores deben pensarlo dos veces antes de ofrecer dinero a los efectivos policiales, pueden terminar tras las rejas porque ese accionar es tan delictivo como el de los malos Policías que exigen coimas para desvirtuar una intervención. Enhorabuena.