Mientras el presidente de la república, Martin Alberto Vizcarra Cornejo, se esforzaba en explicar a los peruanos la efectividad de la medida que ha dictado su gobierno entorno a los fondos depositados en las AFP’s, casi paralelamente el Ministerio de Salud entregaba la última estadística de las victimas del coronavirus.
En efecto, al promediar la hora del almuerzo de ayer miércoles, el MINSA daba a conocer que otros ocho pacientes que venían siendo atendidos por cuadros de neumonía y complicaciones respiratorias derivadas del COVID 19 habían dejado de existir, siete de ellos en hospitales de la gran capital y uno en la región Lambayeque.
De esta manera, en solo 48 horas el número de víctimas creció en 14 casos más, alcanzando la suma de 38 fallecidos desde que se inició la emergencia nacional el pasado domingo 15 de marzo.
Lo preocupante es que no solo se ha disparado el numero de fallecidos, sino que también ha experimentado un importante crecimiento en el número de contagiados, pues en las últimas 24 horas se elevó a 1,313, incrementándose en 258 en el último día, después que en la víspera se había incrementado en 115 pacientes más.
Si se tiene en cuenta que en la dos primeras semanas de cuarentena, aquella que el jefe de estado reconoce como “la primera etapa” de la emergencia nacional que vivimos, se venía registrando un aumento de no mas de 50 contagiados por día y de uno a dos muertos entre fecha y fecha, es evidente que en las últimas 48 horas la epidemia parece haberse desatado en nuestro país.
Sin embargo, el jefe de estado se muestra optimista, ha revelado que, sin dejar de ser preocupantes, estas cifras mantienen el porcentaje estimado por los técnicos como una situación bajo control, aquella que merodea el 6% del número de paciente que han sido revisados.
Justamente, se afirma que esta sería una de las causas por las cuales se ha experimentado un importante incremento en el número de contagiados como de víctimas y es que, ante la inminente llegada de la importación de pruebas rápidas adquiridas por el Gobierno, se dispuso que se sume el número de muestras diarias.
Esto ocurre porque hasta la semana pasada el numero de pruebas era controlado por las autoridades de salud en la medida que desde que se inició la emergencia se manejaba una determinada cantidad de pruebas, de tal suerte que se había establecido solo un determinado número de muestreos entre los pacientes sospechosos a efectos que los nosocomios no se queden sin material para seguir monitoreando a los pacientes que llegan con la sintomatología.
Sin embargo, en la medida que estaba prevista la llegada del barco con las nuevas pruebas para el pasado viernes, el gobierno decidió incrementar las pruebas diarias y esto habría originado que se eleve la cantidad de infectados y fallecidos.
A decir de los funcionarios de gobierno al existir mas muestras se aumenta la probabilidad de mas contagiados, lo que es lo mismo que decir que en la primera etapa de esta emergencia vivíamos una suerte de maquillaje científico en la medida que no se contaba con la información que se ajuste más a la realidad.
De allí que, a pesar que el entusiasmo y la esperanza que pone de manifiesto el jefe de estado, no podemos dejar de preocuparnos por las cifras que nos entrega a esta altura el MINSA pues muchos podrían pensar que de nada ha valido su sacrificio de quedarse en casa cuando el contagio ha medrado por las calles y solo recién esta semana el gobierno ha decidido ser más drástico con los irresponsables que no respetan la emergencia y que no tienen la más mínima consideración con la gran mayoría de pobladores a los cuales exponen con sus actitudes necias que quebrantan el régimen de aislamiento.
Basta revisar el registro de contagiados en las regiones del norte del país, como Piura, Lambayeque y la Libertad que encabezan el número de contagiados y ello obedece a que, en los últimos días, el presidente había advertido que la población de estos departamentos se estaba exponiendo con estas acciones.
Por ello es que, a manera de admonición, el gobierno decretó el endurecimiento de las medidas restrictivas ampliando el toque de queda a dos horas más en todo el país y cuatro horas en las regiones aludidas.,
Ello quiere decir que en esos lugares no debe existir más gente en la calle desde las 4.00 de la tarde hasta las 5.00 de la madrugada del día siguiente, pues en este caso se apela al conocido dicho popular que dice “si no quieres por las buenas, entonces se hará por las malas”.
Esperemos que estas nuevas medidas mejoren el lúgubre panorama que se viene observando, inclusive, a despecho que muchos señalen que en otros países la cosa es peor, pues no debemos dejarnos llevar por esos escenarios que no corresponden en lo más mínimo a nuestra realidad.
Estamos en la tercera semana de enclaustramiento absoluto en el país y llama la atención que lejos de mejorar el cuadro se vuelva más dramático en lo que se refiere al avance de la enfermedad. No queremos ser negativos de allí que debemos dejarnos contagiar por el entusiasmo que observó al jefe de estado. Confiamos que sea así pues las cifras nos dicen hasta el momento lo contrario.