El alcalde provincial Roberto Briceño ha provocado la ira visceral y absurda de muchos cibernautas luego que revelara su posición respecto a la necesidad de ampliar el estado de emergencia después del próximo lunes 10 de mayo.
El burgomaestre se pronunció de esta manera luego de conocerse las declaraciones del Ministro de Vivienda, Rodolfo Yáñez, quien admitió el domingo por la noche que el Ejecutivo venía evaluando la posibilidad de extender la cuarentena obligatoria en la gran capital y cinco regiones del país en donde se advierte que, por el número de muertos e infectados, no se puede aún controlar la emergencia, entre las cuales se encuentra Ancash.
El alcalde ha coincidido con este planteamiento y ha ido un poco más allá, al señalar que lo que debería hacer el Gobierno es decretar una inmovilización social total por cinco días a efectos de mitigar el efecto contagioso de este mal y en razón del alto índice de letalidad que se experimenta en nuestra circunscripción.
Obviamente, que la honestidad genera muchas veces agudos problemas, como los que se ha ganado el Alcalde por el único hecho de buscar que no se registre un colapso lamentable en Chimbote en caso se levante la medida de cuarentena.
Ello porque si se revisan las cifras oficiales el foco principal de contagio y efectos mortales del COVID 19 es la ciudad de Chimbote, en donde el número de muertos ha superado el 50% del total de fallecidos que existe en toda la Región, mientras que el número de contagiados en la provincia de Santa supera el 90% de pacientes positivos que hay en toda la Región.
Y si se tiene en cuenta que este desmesurado incremento del número de pacientes va de la mano con la poca capacidad de atención que tienen nuestros servicios de salud, hay que colegir que cuando se levante la emergencia, el próximo lunes, estas cifras de contagios crecerá tanto que no existirá manera de ayudarlos.
En ese escenario es fácil pensar que ya los medicos y enfermeras se verían precisados a dejar a muchos sin atención a la espera que se muera, es lo que ha sucedido en otros países mucho más avanzados que no pudieron con el brote epidémico, como Italia y España.
La propia Jefa el comando COVID en el país, Dra. Pilar Mazzeti ha admitido que el denominado “tercer martillazo” del gobierno, como se le llama a la tercera ampliación del aislamiento obligatorio, no ha dado los resultados que esperaban, que las cifras de contagiosÂÂÂ y muertes ha crecido a niveles insostenibles y que ello ha sido consecuencia de la pésima negación de la gente a la orden de la cuarentena.
Cierto es que no ha sido solo la irresponsabilidad de la gente la que ha generado ente clima de suma incertidumbre, sino también hubieron errores gubernamentales como la cuarentena selectiva entre hombres y mujeres o el pago de bonos en ventanillas de bancos que convirtió las calles en hervideros de gente, cuando debieron apelarse a otra clase de herramientas.
El mismo hecho que se implementaran mercados itinerantes al cabo del primer mes de la emergencia, nos da una idea que en este campo también se reaccionó demasiado tarde.
Sin embargo, este escenario es el que tenemos, el peligro que se desate la epidemia a niveles incontrolables es latente, por lo menos Chimbote no sólo no está en condiciones de controlarla sino que las muertes seguirán creciendo con cifras que ya nadie podrá siquiera contabilizar.
Ayer la DIRESA ha informado que otros tres chimbotanos han dejado de existir, ya suman 43, y de ello se infiere que la posición esgrimida por el Alcalde no está lejos de la realidad.
Esta semana, el alcalde de Sihuas ha convocado a sus pobladores a sostener un aislamiento obligatorio absoluto desde hoy jueves hasta el sábado, ello porque aparecieron tres casos de COVID en esa jurisdicción. ¿Se imaginan como estuvieran en Sihuas si tuvieran cifras como las nuestras?
Claro que imaginamos lo que sucedería, empero, en este caso se advierte la sensatez de algunas autoridades ante la indiferencia y relajo de muchos. Por ello es que el final de la cuarentena estará sujeto a la responsabilidad de cada ciudadano.
Si queremos llegar a extremos necrológicas como los registrados en otros países, entonces tenemos que actuar con responsabilidad. Los médicos y personal de salud del hospital Regional han protestado ayer por la falta de equipos y medios para hacer frente a la pandemia, si esto es así, ¿cómoserá en condiciones mas extremas de circulación y descuido después de la cuarentena?
Estamos en un momento crucial frente a esta pandemia, sino escuchamos a quienes están en el frente de batalla y advierten que esto se pone cada vez peor, definitivamente nos irá muy mal. Aquí no caben posiciones políticas u oportunistas, solo la prudencia y la moderación frente al avance del COVID nos permitirá afrontar con mejores perspectivas el mal momento que vivimos. Esperemos prime la paciencia.