EQUIPAMIENTO
Los trabajadores de limpieza de la Municipalidad Provincial del Santa han reclamado que se les provea de equipos de protección personal, conocidas como EPP, con la finalidad de protegerse contra un posible contagio del COVID en la medida que están en contacto directo con desperdicios que han sido arrojados por personas que pudieran estar infectadas. Están en todo su derecho y no es una protesta singular, la hemos escuchado en el Municipio de Nuevo Chimbote y en muchos lugares del país. Los trabajadores de limpieza forman parte de ese sector que está en primera línea del estado de emergencia, que no han dejado de trabajar como el grueso de la masa laboral que está guardando cuarentena y por ello requieren de una especial atención. Así lo ha atendido el alcalde Roberto Briceño Franco, quien ha colocado a estos trabajadores en un grupo especial a los cuales les remunera en un 100% de sus remuneraciones, empero, quienes no lo entienden son los dirigentes del Sutramun que promueven protestas por esta decisión del burgomaestre que arrastra, obviamente, la medida de pagar transitoriamente el 50% a los trabajadores que están en su cama y no trabajan debido al régimen de aislamiento. Pero el alcalde no se ha detenido en cancelar los jornales completos de los trabajadores de limpieza, sino que ha promovido la compra de equipos de protección especial para estos servidores, ha dispuesto la compra de trajes, mascarillas, guantes de marca para que ellos no tengan posibilidad de contagio. Esto está bien, ojalá lo pudieran hacer otras municipalidades porque los servidores de limpieza, como los serenos o los Policías municipales son los que están en contacto con personas y objetos en las calles en donde está la contaminación. Vale ese esfuerzo.
CHAMBA
El Gobierno ha emitido un dispositivo legal mediante el cual ha autorizado el reinicio de las actividades en las dependencias del sector público hasta un 40% del total de servidores. Este dispositivo establece la importancia de privilegiar el trabajo remoto y solo cuando este no es posible se dispondrá la presencia del servidor. En realidad, esto es necesario en razón que los servidores del Estado son remunerados en esta etapa de la emergencia sanitaria, son los privilegiados que han recibido sus estipendios cuando la mayoría en el país ha debido afrontarla con bonos o con lo que ha podido. De allí que es momento que la burocracia dorada responda a sus obligaciones laborales y tendrán que acostumbrase a los protocolos de limpieza y protección. Hay muchas cosas a las que debemos acostumbrarnos los peruanos hasta que no se encuentre la vacuna contra el Covid, de lo contrario, el contagio acecha por las calles.
RIESGO
Las autoridades deben atender el llamado de los familiares del pescador Hesler Meléndez Maza, quien se encuentra delicado de salud, con presuntos síntomas de COVID, quien ha sido internado en el hospital de Essalud. No se puede olvidar que hace solo unos días este dirigente hizo una pública denuncia luego que fuera convocado por la empresa a la que pertenece, Copeinca para embarcarse en la presente temporada de pesca, habida cuenta que fue sometido a las pruebas de descarte y había resultado negativo. Sin embargo, cuando estaba en alta mar se puso muy mal, presentaba fiebre y tos, razón por la cual el patrón de la embarcación decidió retornarlo a puerto. Este es un caso evidente de la inefectividad de las pruebas que se realiza a los hombres de mar y que en la actividad pesquera ellos están expuestos a un contagio que pone en serio peligro su salud. Ya lo habían dicho los dirigentes en razón que la pesca es una labor que implica el contacto y acercamiento de los hombres de mar, la expulsión de partículas por el esfuerzo que hacen, por lo tanto, hay allí un riesgo que debió evitarse. Esperemos que este pescador, quien es nada menos que secretario general de uno de los gremios de pescadores más fuertes de la ciudad, pueda salir del cuadro de insuficiencia respiratoria que presenta.