PERIFONEO
A cualquiera contagia el entusiasmo y las ganas que le ponen los médicos y personal de Essalud cuando se les ve por las calles que difunden normas de prevención y aconsejan a los ciudadanos a cuidarse del contagio del COVID 19. Premunidos de altoparlantes, volantes y mucha paciencia, la gente de Essalud no se ha cansado de recorrer las principales arterias, los mercados, las entidades financieras con la finalidad de perifonear las medidas de prevención una y otra vez. Los médicos saben que a muchos estas campañas les resulta indiferente, a los cuales les entra las recomendaciones por una oreja y les sale por la otra, sin embargo, dentro de ese universo existe un sector que sigue con atención esas sugerencias y poco a poco se va quedando en la cabeza de la gente las orientaciones sobre la mejor manera de cuidarse. Estamos en una fase de contagio del COVID en la que ya no podemos estar rogando por una atención hospitalaria, pues lo mejor y lo más indicad es que no nos contagiemos, que nos cuidemos porque, de ahora en adelante, ya ni el gobierno ni los hospitales se harán responsables de nuestra salud. De de ella solo responderemos nosotros.
TRANSITO
Lamentablemente, a pesar que esto es así y lo sabe medio mundo, hay gente a la que le importa un comino el avance de la enfermedad, individuos que se creen de acero como “superman”, a los cuales no les interesa contagiarse, de allí que menos les importará si contagian a otros. Por ello anteayer se registraron mas medio millar de contagios en la región y de esa cifra la mitad, es decir, más de 250 casos positivos, eran de Chimbote. Y esto tiene su explicación, nuestro puerto se ha convertido en un foco infeccioso gracias a la tremenda irresponsabilidad de la gente. Desde el último lunes, como si el aislamiento social ya hubiera concluido, las calles céntricas de Chimbote se volvieron a tugurizar con vehículos y personas caminando por las calles, reuniéndose en las esquinas y otro segmento de vendedores informales que concitaban la concentración de gente que no respetaba en lo absoluto la distancia. La avenida Gálvez aparentaba un día cualquiera y normal del año pasado, los transeúntes colmaron las arterias y ya no hay autoridad que los haga retroceder. Si las cifras siguen subiendo, si las muertes no ceden en la provincia del Santa, será por exclusiva responsabilidad de aquellos que se resisten a respetar la norma y que ponen como pretexto una serie de cosas que los justifican pues primero que nada está la vida y la salud de las personas.
PLAZO
Después de haber generado tremendo aspaviento en el cierre del año pasado, al dictaminar el cierre de las dos principales universidades de la ciudad, así como muchas otras en el país, la SUNEDU, que es el organismo que supervisa el funcionamiento del sistema universitario del país y que remplazó a la tristemente célebre ANR, ha sorprendido a propios y extraños emitiendo una nueva resolución mediante la cual ha ampliado el plazo de cierre de actividades de las universidades clausuradas, hasta por tres años más. Claro, el pretexto es la pandemia del COVID 19, empero, nadie entiende las razones de esta medida después de más de cinco meses de haber expedido esta norma y cuando la mayoría de las universidades sancionadas con el cierre han realizado gestiones para fusionarse y de esta manera evitar que sus estudiantes se queden en la calle o pierdan sus estudios. Por lo menos en Chimbote las dos universidades clausuradas ya se encuentran fusionadas y aún cuando sus estudiantes no saben cómo funcionará esta suerte de enroque con universidades trujillanas, lo cierto es que la pandemia ha bajado los decibeles de las protestas de los estudiantes. Sin embargo, la incertidumbre se mantiene, los estudiantes no saben cómo proceder, por lo menos en Chimbote esta disposición de la Sunedu no hace cosquillas en la medida que no les alcanza por haberse fusionado.