Por:YVÁN GARCÉS CASTRO(*)
Hace un tiempo el especialista en Gestión del Riesgo de Desastres (GRD), Ing. Maximiliano Ramírez Quito, manifestaba su preocupación ante la activación de la Falla de la Cordillera Blanca, esto debido a que la tierra está en permanente movimiento interno, y que podría sumar la actividad sísmica continental en nuestra región.
El 31 de mayo hubo un sinnúmero de conmemoraciones por los 50 años de ocurridos de uno de los sismos que más muertos haya ocasionado en nuestro continente. Sin embargo, fuera de ello, al parecer, las autoridades no han hecho más.
No se sabe mucho si los Centros e Operaciones de Emergencias (COE) o las Plataformas de Defensa Civil, en sus diferentes niveles, están generando los protocolos de acción para poder tener una adecuada respuesta en estos tiempos de coronavirus.
22 sismos en lo que va del año hasta el 7 de junio, el último de magnitud 4,9. La actividad sísmica es constante por la posición en la que se encuentra nuestro país en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico. Nuestra región, salvo la actividad volcánica, congrega casi la totalidad de riesgos que por desastres pudiesen ocurrir.
Estos 22 sismos en Áncash deben llamar la atención a nuestras autoridades. Ya se ha visto que no estuvimos preparados para afrontar El Niño, el cual podría volver a repetirse en el siguiente verano, y ni siquiera la “Reconstrucción con Cambios” llegó a quiénes debía; la pandemia, considerando que también es un riesgo sanitario, sorprendió a la mayoría, más a nuestras autoridades que piensan en “obras emblemáticas” y no en las de salud pública, y ahora los sismos, que aún no llegan a la intensidad de desastre, pero ya están advirtiendo (tres sismos en tres días en Áncash).
¿Estamos preparados? ¿Están preparadas nuestras autoridades? ¿Se han establecido nuevos protocolos para afrontar sismos de mayor nivel de intensidad en tiempos de pandemia? El especialista en GRD, Ing. Jorge Cam Bernuy, dice que no.
Hay que recordar que la prevención y preparación pueden salvar miles de vidas. Por lo pronto, elabora tu Plan Familiar de Emergencias y ten a la mano tú Mochila de Emergencias. Tu familia es prioridad. Salvo mejor parecer.
(*) Comunicador Social