Editorial

Editorial: ::: FALTA DE AUTORIDAD :::

La plataforma de defensa civil de la provincia del Santa, organismo que reúne a las principales autoridades de la provincia, aprobó anteanoche un acuerdo mediante el cual se dispone la construcción del hospital El Progreso en el barrio del mismo nombre, consecuentemente, se deberá ordenar la reubicación de mercado de este lugar.

Tal como se dio a conocer la noticia nos parecía que habíamos retrocedido en el tiempo, nos dejaba la impresión que no había transcurrido esta pandemia y que las autoridades volvían al mismo punto de siempre, aquel en el que se entrampan todos los deseos y voluntades de los chimbotanos con respecto a este proyecto.

Ello porque, si la memoria no nos traiciona, acuerdos de esta misma naturaleza se han aprobado desde hace un año atrás, compromisos de la autoridad edil se han manoseado de la peor manera, los ofrecimientos del alcalde provincial han caído en saco roto, sin embargo, nada ha cambiado hasta el momento, pues el proyecto de construcción del hospital no se ejecuta desde hace un año por dimes y diretes.

Muchos deben recordar que el PRONIS, que es el organismo del ministerio de Salud que tiene a su cargo el proyecto de construcción del hospital El Progreso, ha puesto como condición hace dos años atrás que la obra sol se ejecutará si es que se reubica al mercado del mismo nombre, que funciona a solos unos metros de la posta de salud de este centro poblado, en cuyos terrenos se levantará el futuro hospital.

Sin embargo, este problema que se presentó cuando era alcalde el ex primer regidor Julio Cortes Rojas, nos estamos refiriendo al año 2018, persiste hasta la fecha, los comerciantes se niegan a reubicarse y la autoridad municipal no es capaz de hacer valer el derecho de las mayorías a un mejor servicio de salud, es decir, a la reubicación de los comerciantes para permitir que se ejecute la edificación del mercado.

Esta misma decisión de construirse el hospital y de llevarse a cabo la reubicación de los comerciantes ya se ha debatido y evaluado hasta el hartazgo, el Municipio ha cedido en exceso frente a la posición intolerante de los comerciantes del mercado, ha planteado una serie de alternativas a las cuales pueden acogerse, una más atractiva que la otra, sin embargo, los comerciantes no quieren aceptar ninguna de ellas.

Desde la anterior gestión se hicieron varias propuestas a los comerciantes, entre ellas recordamos la posibilidad de cambiar de giro a los puestos de productos húmedos y de reubicarse a predios de la municipalidad en la avenida camino Real.

De la misma manera se les ha orecido reubicarse en terrenos aledaños al Vivero Forestal en donde existen habilitaciones para el comercio de productos, inclusive se les ha ofrecido una línea de crédito en la Caja Municipal, empero, tampoco lo han aceptado, por el contrario, los comerciantes se han cerrado en la idea de permanecer en el lugar donde de encuentran y se muestran desafiantes a las demandas de la autoridad y de la población en general.

De allí que la pregunta que se cae de madura es ¿hasta cuándo esperarán las autoridades que se haga realidad los cuerdos que sancionan? Desde hace dos años se da vuelta sobre lo mismo, desde hace dos años se sigue virtualmente rogando a los comerciantes que se reubiquen cuando la autoridad edil tiene la facultad legal de imponerlo en caso aquellos se resistan.

Debemos tener en cuenta que el proyecto del hospital El Progreso es uno de naturaleza pública, está a cargo del Ministerio de Salud que ha aprobado un presupuesto y lo tiene listo para aplicarlo, el mismo que podría echarse a perder en caso las autoridades locales no puedan disponer de un terreno saneado en el cual se debe levantar la obra.

Esto ya lo han advertido los funcionarios del PRONIS, por ello consterna que se sigan aprobando acuerdo tras acuerdo, que se siga dilatando el tiempo en apercibimientos y advertencias que finalmente no se cumplen.

Hay un principio de autoridad que tiene que hacerse respetar, las autoridades saben que la prioridad es la salud y la construcción del hospital está primero que nada. Si los comerciantes persisten en esta absurda negativa, entonces que se proceda a reubicarlos por la fuerza, como se hizo con los comerciantes del mercado Modelo, primero, y del mismo barrio El Progreso luego. No se puede dar muestra de falta de autoridad o debilidad en un tema tan sensible como este. Esperemos que este haya sido el último acuerdo en este asunto.