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ACTUALIDAD Y POLÍTICA

GRAVE

En Huaraz se ha iniciado una cadena de oración por la salud del médico José Camones Carrera, quien se encuentra internado en el hospital “Rebagliati” desde hace 45 días, luego de haberse contagiado con el Covid 19 en su desempeño profesional. Este es un caso que nos debe llamar a la reflexión ahora que se ha asumido el descenso de las cifras de contagios y de fallecidos como un repliegue y virtual erradicación de esta enfermedad, lo cual es un tremendo error. Si los médicos y especialistas han advertido que no se debe bajar la guardia es porque el virus sigue en las calles, sigue atacando la vida y la salud de las personas, por lo que debemos meternos en la cabeza que la emergencia no ha terminado, que estamos en un escenario de convivencia, una etapa en la que el cuidado de nuestra salud y de nuestra integridad depende solo de cada uno de nosotros. El levantamiento de la cuarentena no significa retomar nuestra vida como antes de la pandemia, de ninguna manera, los trabajadores debemos seguir cuidándonos, hay que evitar las reuniones aun cuando ellas fueran familiares o con presencia de un entorno que asuma que no está contagiado. Los asintomáticos son gente sana, que no tiene un solo síntoma pero que derraman el virus como nadie, entonces en estas aglomeraciones es donde está el foco de infección y solo lo podremos conocer cuando lo trasladamos a nuestro domicilio y encuentre a personas vulnerables. Cuando ellas terminen en una cama UCI recién se darán cuenta de la necedad que hicieron y eso hay que evitarlo, elevamos nuestras plegarias para que el médico huaracino supere esta difícil contingencia, es un paciente a quien el Covid ha llevado a un cuadro de gravedad porque al diezmar sus defensas ha permitido que otras enfermedades vulneren su organismo. En este caso solo se espera que su fortaleza física le permita soportar los agresivos tratamientos médicos que viene recibiendo, de ello dependerá que lo arranquemos de la muerte.

OBSERVACION

La contraloría general de la república volvió a vetar a un alto funcionario del gobierno regional y ha enviado una recomendación para que se adopten correctivos, en otras palabras para que se cambie a la gerenta de desarrollo social, Ericka Otárola, por no reunir los requisitos señalados por las normas. Muchos deben recordar que iniciando su gestión el Gobernador debió cambiar al Director Regional de salud por observación del mismo órgano de control, pues a pesar que se trata de un reputado profesional, no reunía el requisito de experiencia en el sector público. Ahora la figura es a la inversa pues la mencionada Ericka Otárola no solo cuenta con una maestría en gestión pública y un diplomado en políticas locales, sino que ha acreditado tener experiencia en el sector público. Pero con tales atributos la pregunta es ¿porque la vetaron?, porque su título profesional no corresponde a la especialidad que sugiere el cargo, es decir una economista o una administradora, por el contrario es una médico veterinario y para el organismo de control esos estudios no avalan la función para la cual ha sido designada. Vaya, vaya. Primero exigen experiencia y ahora coherencia con el cargo. Lo que quisiéramos saber es si la contraloría avalaría la designación de la misma profesional en la Dirección Regional de Salud. ¿la aceptaría o se requiere ser cirujano, cardiólogo u otra especialidad?

ADMINISTRADOR

Cuando aún se encuentra en trámite el juicio por desfalco que se sigue contra el ex administrador del Ministerio Público del Santa, Gino Reyes, hace solo unos días se ha podido conocer que la Sala Penal de Apelaciones está revisando la impugnación de una sentencia que se ha dictado contra el antecesor a dicho administrador, es decir, otro ex empleado que se quiso pasar de vivo con la modalidad de clonación de documentos para justificar la contratación de empresas fantasmas a la que se adjudicaba servicios y compras para ocultar un real  negociado en el que se desfalcó a la institución por varios miles de soles. El ex administrador ha sido condenado por maniobras similares a las que hizo Gino Reyes, lo que quiere decir que el desmantelamiento de las cuentas de la entidad se arrastra desde hace muchos, una modalidad delictiva en la que, malos funcionarios, encontraron la gallina de los huevos de oro. Para dejar sentado un justo precedente la Corte del Santa no solo debería confirmar la condena sino que debería de ampliarla mucho más.