Editorial

::: ENTRAMPAMIENTO PERJUDICIAL :::

Hace ya dos años que anunciaron la puesta en marcha de la elaboración de los estudios técnicos del proyecto de la planta de tratamiento de residuos PTAR-II de Chimbote y se suponía que a estas alturas, al margen de los meses perdidos por la pandemia del covid 19, ya debería estar en fase de evaluación para  la licitación internacional de la obra.

Lo cierto es que no ocurrió ni lo uno ni lo otro,  algo tan natural en la burocracia del estado pero tan exasperante para el común de los mortales que no entienden como es que proyectos de tanta importancia para la vida y el medio ambiente pueden prolongarse demasiado.

Y es que hace dos años congresistas, funcionarios y representantes el ministerio de vivienda anunciaron por todo lo alto que se llevaría adelante la licitación de la consultoría de este megaproyecto, es decir, la contratación de la empresa que se encargará de elaborar los estudios que requiere este proyecto, empero, ello no ocurrió,

Recién en marzo del año pasado se lanzó la convocatoria de esta licitación y se llevó adelante el procedimiento dentro del cronograma establecido por pro inversión, por lo que a un año de todo ello se pensaba que ya los estudios estaban terminados.

Lamentablemente, la semana pasada, en el marco de una sesión de accionistas de la empresa Sedachimbote, es decir lo que en antaño se conocía como junta empresarial, el alcalde provincial Roberto Briceño Franco reveló que había tomado conocimiento que hasta la fecha no solo no existen estudios sino que, aparentemente, estos ni siquiera se han iniciado por los impases legales surgidos con la empresa a la que se adjudicó la buena pro.

El alcalde fue honesto al señalar que la única información que tenía es que se había iniciado un arbitraje que no solo se prolonga por los actuales escenarios de emergencias generados por la pandemia del Covid 19 sino que se afecta seriamente los intereses de la comunidad porteña en la descontaminación de la bahía y la implementación de un sistema que otorgue una solución al grave problema del saneamiento en nuestra ciudad.

Como se sabe, la empresa CES Consulting Engineers Salzgitter GmbH se adjudicó el servicio de consultoría de los estudios técnicos de pre inversión para las ciudades de Chimbote y Nuevo Chimbote- Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR 2) por un valor de 4 millones 146 mil soles.

Además, la empresa Consorcio Supervisor Chimbote se adjudicó la supervisión de este trabajo por un monto de 1 millón 102 mil 358 soles, lo que suponía que uno de los proyectos más importantes de las últimas décadas se había puesto en marcha.

Por lo menos esto es lo que ocurría en el papel, empero, las diferencias de la empresa con el  Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), órgano adscrito al ministerio de vivienda, han derivado en una acción de arbitraje que ha planteado la consultora y ello ha detenido por completo el avance de los trabajos.

Por ello será importante conocer los resultados de las gestiones que ha anunciado el burgomaestre en este tema, las cuales están relacionadas con las audiencias que ha solicitado al más alto nivel del Ministerio de Vivienda, así como con los representantes de la agencia de cooperación alemana KFW que será la encargada del financiamiento de todo el proyecto en su integridad.

No podemos olvidar que el PTAR 2 permitirá que todos los residuos domésticos de la ciudad sean evacuados a un lugar que no genere impacto ni contaminación en la bahía de Chimbote, en otras palabras es un megaproyecto que representará la primera piedra de los intentos de descontaminación de nuestra bahía, algo que muchos suponían era ilusorio pero que, con este proyecto de saneamiento, se había encaminado en una potencial realidad.

En realidad, cuando muchos pensábamos que este proyecto ya se encontraba en una fase de avance decisivo y próximo a encausarse a una licitación internacional, lamentablemente se encuentra a fojas cero, no solo está paralizado por un entrampamiento legal sino que no existe a la fecha visos de solución y de reanudación del proyecto.

No podemos olvidar que el PTAR II es la única alternativa con la que se cuenta hasta el momento para esperar las deficiencias que tiene nuestra ciudad en el tema de saneamiento más aun cuando la provincia ha crecido ostensiblemente y la necesidad de servicios básicos es más que latente. Esperemos que el alcalde encuentre las respuestas que todos esperamos.