EXPULSION
Cuando a alguien le otorgan un cargo público o le entregan una investidura es para que cumpla sus funciones conforme a la ley, para que utilice esas atribuciones al servicio de los ciudadanos y no para que echen mano al poder que le otorgan las entidades o el gobierno para su beneficio y para abusar de su condición. Y es que cuando los descubren aprovechándose de esta condición no solo deben ser sancionados con una suspensión o multa sino que deben ser denunciados y echados de la institución. Ayer por la mañana veíamos en la televisión un caso de repudiable abuso policial en Lima, protagonizado por una mujer que fue cobardemente agredida por su pareja, un efectivo de la Policía Nacional, quien lo denunció pero lejos que le atiendan la denuncia en la Comisaria donde laboraba el agresor, FUE DETENIDA por los compañeros de trabajo del denunciado. Así como lo leen, la detuvieron por espacio de 24 horas porque el agresor presentó una denuncia contra ella. Esto es inconcebible, un abuso por donde se le mire y no entendemos que el alto mando de la Policía Nacional o el Ministerio del Interior no haya tomado acciones en el mismo momento. No se puede hacer uso del sagrado uniforme policial para abusar de los demás y menos se puede consentir cuando se atropella a una mujer. En las imágenes que mostró la televisión se aprecia hasta policías mujeres llevando detenida a la mujer, es decir, que renegando de su propia condición esas mujeres permitieron que abusen de la peor manera de la afectada. En este caso no caben maquillajes para disponer sanciones, eso de proceso de apercibimientos, arrestos simples, arrestos de rigor, disponibilidad son solo tontudeces, aquí lo que cabe es la expulsión, no solo del cobarde atorrante que fue capaz de levantarle la mano a su mujer sino de todos los efectivos que se prestaron a este abuso desmedido y repudiable. No se puede hacer uso del cargo para perjudicar a otra persona, con el agravante que el abusador era un Policía que trataba de evitar las denuncias de su propia pareja. Esperemos que no se deje sentado un precedente tan pusilánime como este.
ENERGIA
Ya que hablamos de las atribuciones que tienen los funcionarios y no las hacen valer, anteayer nos llegaba una información de la propia Municipalidad Provincial del Santa, que a través de una de sus áreas competentes intervino lo que han calificado como “camales clandestinos de pollos” en El Progreso, en donde hallaron dos inmuebles en los que se dedicaban al beneficio y pelado de pollos sin observar las mínimas condiciones higiénicas. Por el solo hecho de tratarse de locales clandestinos, es decir, que no tienen licencia de funcionamiento, ya debería ameritar una clausura inmediata. Luego el aspecto higiénico es evidente, se trata de personas con habilidades papa matar y pelar pollos como nadie, pero que no tienen protocolos sanitarios, no tienen hábitos de higiene, tanto en la manipulación de animales como en la vestimenta y protecciones que deben tener, por ejemplo, en la cabeza pues los gorros son indispensables cuando se manipula alimentos. De la higiene en el ambiente ni hablar, esta gente arroja al suelo los desperdicios, entre plumas y restos del pollo como pellejo, tripas, etc., sin ninguna prevención alguna. Sin embargo, pese a todas estas deficiencias y asquerosidades la Municipalidad solo le impuso una multa, es decir, una sanción pecuniaria que los responsables pueden cancelar y seguir contaminando y exponiendo la salud de las personas. Creemos que la clausura inmediata era lo menos que podían hacer, no hay necesidad de mirar leyes o reglamentos, eso lo recomienda el sentido común. Nada más.
MIAMI
Lo mismo ocurre en el distrito de Nuevo Chimbote. Hace solo unos días la Policía y la Municipalidad incursionaron en un abandonado inmueble ubicado en el corazón de los Alamos. Lo conocen como “Miami” y es un solar en donde recalan los viciosos, las meretrices, la gente de mal vivir para dar rienda suelta a sus desenfrenos. Es un fumadero en donde se encuentra a adictos, alcohólicos, delincuentes, sin embargo, pese a ser un foco de vicio y corrupción las autoridades no lo destruyen. Si nadie es propietario y está abandonado deben proceden a erradicarlo porque de lo contrario se pasarán la vida interviniéndolo para alejar a esta gente de mal vivir. Para remediar una enfermedad hay que atacarla de la raíz.