BIOMETRICO
Tal parece que el director del hospital Regional ha puesto el dedo en la llaga. Conocido es que en la administración pública los funcionarios y servidores buscan que sacarle la vuelta al sistema de control de asistencia, hay algunos que encuentran la manera de convencer a otros que marquen su tarjeta o suelen salirse antes de la hora señalada. Sin embargo, en el nosocomio se acaba de estrenar un equipo de control biométrico que registra la hora de ingreso y salida del trabajador o funcionario a través de la imagen de la persona, es decir que allí ya no se marca una tarjeta con el sistema tradicional y poco efectivo, sino que cada persona tiene que acercarse dentro del horario establecido para que la máquina registre su asistencia a través de la captura de la imagen, una vez que capta su rostro automáticamente registra la hora en que se ingresa y cuando se sale, no existe posibilidad de suplantación. Lamentablemente, estas cosas no le gusta a los que estuvieron acostumbrados todos estos años a hacer lo que se les viene en gana, a sacarle la vuelta a la tarjeta de control o el cuaderno de asistencia y llegar tarde o pegarse una escapada, entonces las críticas a quienes impusieron este sistema no se hacen esperar. Esto es absurdo, y lejos de cuestionarse, lo que debería hacerse es implementar este mismo sistema en todas las entidades públicas, sean estatales, regionales o municipales pues lo que se tiene que asegurar es que el trabajador cumpla su horario de trabajo, que no solo sea responsable en el ingreso, es decir, respetar la puntualidad que es un valor que las personas deben saber cultivar, sino en la responsabilidad de cumplir con el horario de trabajo. Si alguien accede a un puesto de trabajo tiene que respetar los horarios porque por ello percibe una remuneración. Lamentablemente, esto que debería ser una cuestión de responsabilidad y respeto de cada quien, en nuestra sociedad hay que imponerlo y fiscalizarlo con esta clase de controles con los mejores alcances de la tecnología..
CIERRE
No cabe duda que el cierre de las principales agencias del Banco de la Nación en nuestra ciudad, ateniendo al protocolo sanitario del Covid 19, genera serios estragos por la enorme afluencia de público que no encuentra donde realizar sus trámites. Lamentablemente, esta contingencia se ha registrado cuando se iniciaba el pago de los bonos, lo que no debería alterar nada porque todo estaba programado para que se haga a través de los cajeros y en otras entidades financieras, sin embargo, los usuarios de otros trámites congestionan los cajeros y las colas son enormes. Y esto se ha agudizado por que el cierre de las agencias se ha producido en Chimbote, Nuevo Chimbote y Santa, es decir, en las que congregan la mayor carga de atención al público. Sin embargo, lo que no se entiende es, en medio de esta contingencia, los cajeros del Banco de la Nación de Nuevo Chimbote permanecieron inoperativos el último domingo, cuando se pudo aprovechar para descargar la atención al público, en nuestra redacción recibimos la llamadas de varias personas que se quejaban por esta situación, el domingo ya se puede transitar y salieron para realizar sus operaciones en los cajeros pero esos no estaban operativos. Tal parece que hubo allí un desfase que agudizo más esta problemática.
LUTO
La diócesis de Chimbote estuvo de luto la semana pasada ante el triste y lamentable deceso del padre Rafael Rao. Si bien es cierto que mucho antes de la pandemia el recordado sacerdote se encontraba con su salud diezmada, como consecuencia de un derrame, por su edad no pensábamos que podría ser protagonista de esta fatalidad. Al padre Rafael lo conocimos cuando era el asistente del también fallecido padre Roberto Olórtegui en la Iglesia María Estrella del mar de Bellamar. En sus últimos años de vida lo vimos colaborando con los oficios religiosos y actividades de la parroquia Corazón de Jesús de Buenos Aires y apoyaba en las confesiones de los fieles. Descansa en paz, padre Rafael.