AMARGO
Las autoridades son las llamadas a tomar las riendas en la emergencia sanitaria que vivimos, son las encargadas no solo de administrar los recursos y aplicarlos correctamente en los programas de la lucha contra el Covid 19 sino de liderar estas acciones con un comportamiento ejemplar, que sea digno de imitar en la población, de allí que ante la emergencia sanitaria tiene que saber guardar las composturas para demandar del ciudadano de a pie mayor responsabilidad en la prevención de Covid 19. Esto lo entiende el alcalde de Yungay, Fernando Casio Consolación, quien ha experimentado el “trago amargo” de comerse sus palabras al cuestionar a otros alcaldes por su ligereza para reunirse con amigos y para libar licor, cuando su propio hijo fue protagonista de un hecho censurable de estas mismas características. El alcalde mantuvo su posición de cuestionar esta irresponsabilidad y lamentó que su vástago se viera envuelto en un escandalete de este calibre, por ello no vaciló en demandar a las autoridades que le impongan el castigo correspondiente si es que hubiera lugar al mismo. Claro que hay lugar, en esta pandemia no existe justificación alguna cuando se sorprende a personas reunidas, sea en el marco de una fiesta con licor o no, lo que no se puede permitir es la reunión de amigos o familiares porque ellas representan un potencial foco de infección, basta que uno solo sea asintomático para que el virus se propague rápidamente y llegue ya no solo al que departe con un positivo, sino a los familiares de éste cuando regresa a casa. De todas maneras hay que destacar la firmeza del alcalde Casio Consolación cuando no solo cuestiona el comportamiento de su hijo sino su exhortación a la autoridad competente para castigarlo. Un padre siempre quiere lo mejor para su hijo y busca la manera de apoyarlo y hasta encubrirlo cuando hay posibilidad de hacerlo, empero, hay situaciones en las que solo hay que agachar la cabeza.
VALENTIA
Es importante saber que el Ministerio Público está defendiendo con valor y valentía los recursos de nuestro mar. Hace solo una semana ha fundamentado su acusación contra el propietario y el capitán de un barco de bandera China que fue sorprendido por las patrulleras peruanas cuando pescaba pota sin autorización dentro de las 200 millas marinas. La autoridad marítima no solo decomisó el producto, sino que denunció a los responsables, por ello ahora los están colocando en el banquillo de los acusados para que respondan por estos manejos dolosos de aprovechamiento solapado de nuestros recursos. Esperemos que la justicia actúe con rigurosidad porque siempre se sospechó de estas actividades ilegales pero nunca las denunciaron.