El ministro de transporte, Eduardo Gonzales, ha anunciado el fin de semana que la primera quincena del próximo mes de enero se estará iniciando los trabajos de la Vía de Evitamiento de Chimbote, en un tramo de 10 kilómetros que comprende la primera etapa.
Esta información la brindó con ocasión de la visita que le hiciera el congresista ancashino Otto Guibovich Arteaga en su despacho, precisando que para ello en los próximos días su despacho, por intermedio de Provias nacional, estará entregando los terrenos totalmente liberados y expeditos para los trabajos.
Asimismo, recordó que la obra tiene una extensión de 42 kilómetros, lo que quiere decir que tras iniciarse los trabajos se continuará con las gestiones para terminar de liberar los otros 30 kilómetros que forman parte de las siguientes etapas de este proyecto,
Creemos que en esta fase el Ministerio de Transporte deberá apelar al uso de la fuerza, pues desde hay ya algunas semanas los mismos funcionarios de su portafolio han advertido que muchos de los terrenos que han sido ya adquiridos a los agricultores para que se utilice en la vía de evitamiento, han sido nuevamente invadidos.
Se trata de acciones perniciosas emprendidas por los mismos agricultores que han vendido sus predios y por otros que los han invadido, procediendo a sembrar y pretender dar muestras de su uso agrícola cuando esas parcelas han sido ya justipreciadas por el Ministerio de Trasporte.
Se trata de una acción ventajista que no puede ser permitida ni se puede apelar a nuevas acciones legales para solucionarlas, aquí lo único que cabe es la intervención de las fuerzas policiales para desalojar a esta gente que ´pretende sacar provecho de los recursos del estado.
No cabe otra medida, esto nos hace recordar que cuando los ejecutores del Proyecto Chavimochic, en la zona de La Libertad, se encontraron con los terrenos invadidos, llevaron a las fuerzas armadas y retiraron a esa gente que pretendía especular con terrenos que invadieron y no podían ser trasferidos sino por procedimientos estrictamente establecidos en la ley.
De allí que si el Ministerio de transportes, por intermedio de Provias nacional, ha agotado todas las alternativas legales para usar esos terrenos, cuando a pesar que la ley establece que se trata de terrenos que son de propiedad del estado, pero que han venido siendo explotados por años por pequeños agricultores, a quienes se ha extendido certificados de posesión entonces ha optado por la cancelación de un justiprecio en la medida que su trazo está reservado para una vía de carácter nacional.
Sin embargo, a pesar de ese esfuerzo, nuevamente los agricultores están invadiendo los predios, entonces no cabe sino hacer uso de la fuerza. Se requiere que en el menor tiempo posible se liberen los tramos que deben comenzar apenas se encuentre expedito.
Hay que tener en cuenta que en esos tramos se deben realizar trabajos de retiro de interferencias, entonces no se puede seguir perdiendo mas tiempo, la vía de evitamiento es un proyecto acariciado por décadas y por generaciones en nuestra ciudad, y, cuando se encuentra ad portas de ser ejecutado no se pueden tolerar actitudes intolerantes de ciertos individuos y agricultores que se siguen metiendo en aquellos terrenos que ya forman parte del patrimonio del portafolio de transporte.
Lamentablemente, la obra de la Vía de Evitamiento se mantuvo postergado por una serie de contingencias, recordemos que en Julio del 2016, cuando el ex presidente Ollanta Humala colocó la primera piedra, nos vendieron la idea que comenzaba en 90 días, empero, han transcurrido cuatro años y no se avizoraba el inicio de los trabajos.
De allí que el anuncio realizado por el Ministro de Trasporte la semana pasada es una buena notica, diríamos que es una gran noticia porque ahora si estaremos convencidos que se hace realidad uno de los proyectos más esperados de los últimos tiempos, aquel que permitirá que el tránsito de carga pesada e interprovincial deje el centro de la ciudad y no congestione el trafico como lo viene haciendo desde hace décadas. Esperemos que pronto se haga realidad.