INFORME IPE
Hace unas semanas, luego de protestas en diferentes regiones del país, el Congreso oficializó la norma que deroga la Ley de Promoción Agraria. Ahora, la creación de una nueva ley estaría en manos de una comisión multipartidaria del Parlamento, que ha indicado terminará esa labor en una semana. En este sentido, resulta importante analizar el impacto que ha tenido el régimen agrario, a fin de elucidar las posibles implicancias de sus modificaciones.
¿Qué es la Ley de Promoción Agraria?
La ley N° 27360 de Promoción del sector Agrario (LPA) fue promulgada en el 2001 y tenía como finalidad atraer inversión a las actividades agrícolas fuera de Lima y Callao. En 2019, el Congreso extendió la vigencia de la LPA hasta el año 2031 y modificó las condiciones de su régimen laboral. En principio, la remuneración mínima diaria incrementó de S/36.29 a S/39.19, incluyendo el pago de gratificaciones y CTS. Asimismo, el periodo de vacaciones se amplió de 15 a 30 días y la indemnización por despido arbitrario subió de 15 a 45 remuneraciones diarias por cada año de trabajo.
Desempeño regional
Entre 2007 y 2019, la producción agropecuaria en Áncash se incrementó a un ritmo anual de 2.8%, al pasar de S/518 mil a S/713 millones, a precios constantes de 2007. Consecuentemente, se han generado mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. Según la Enaho, la tasa de formalidad laboral de los trabajadores asalariados de las actividades sujetas a la LPA en Áncash pasó de 1.6% en 2008 a 26.4% en 2019. Así, en 2019, la tasa de formalidad de este sector en la región superó por 5 puntos porcentuales a lo registrado a nivel nacional (21.4%).
Asimismo, la remuneración promedio mensual de los trabajadores asalariados formales de las actividades sujetas a la LPA alcanza S/1,675 en Áncash, lo cual excede en 153% a lo percibido por el resto de los asalariados del sector (S/662). Al respecto, un estudio del BCRP encuentra que la LPA ha tenido efectos significativos y positivos sobre el ingreso de los trabajadores a largo plazo. Así, al considerar a los trabajadores beneficiados por la LPA respecto a los no beneficiados a nivel nacional, se encontró una diferencia de hasta 57% en los ingresos durante el periodo de análisis (2001-2015).
A pesar de las mejoras laborales en el sector, existe una gran heterogeneidad según tamaño de empresa. Así, la totalidad del empleo formal del sector agrario y agroindustrial en Áncash se concentra en empresas medianas y grandes. Por el contrario, los casi 27 mil trabajadores de las micro y pequeñas empresas se encuentran en la informalidad, sin protección de sus derechos laborales. En tanto, las empresas de más de 100 trabajadores emplean al 78.6% de los trabajadores formales.
Luego de la derogatoria
De acuerdo con Miguel Jaramillo, investigador principal de GRADE, mientras que no se tenga un nuevo régimen especial para el agro, la derogatoria de la LPA implicaría acogerse al régimen laboral general (RG). Así, los beneficios laborales como gratificaciones y CTS ya no se incluirán dentro de la remuneración diaria, sino que se pagarían en momentos específicos del año, al igual que en el RG. Esto podría conllevar a que el monto de la remuneración diaria sea menor a lo percibido actualmente. Asimismo, señala que las políticas en beneficio de los trabajadores deberían centrarse en una mejor fiscalización del cumplimiento de las normas laborales.