DUELO
Los tres personajes de la ciudad que estaban internados afectados por el virus del covid 19 y para quienes sus familiares tenían una esperanza de vida, infortunadamente han fallecido, primero fue el ex congresista Víctor Crisólogo Espejo, luego le siguió los pasos Juan Armijo Sotomayor, mas conocido como “Gibe” y anteayer dejó de existir el ex consejero regional y conocido dirigente sindical Juan Chuiz Villanueva. Esta seguidilla de decesos es la secuela del rebrote de la enfermedad en nuestra ciudad, esta vez con un ritmo de gravedad que ha incrementado el número de decesos de manera preocupante. Pero no solo en nuestra ciudad estamos padeciendo esta segunda ola de la pandemia, también Huaraz ha lamentado ayer el triste fallecimiento del consejero regional, representante de la provincia de Ocros, Francisco Espinoza Montesinos. Se trata de un reconocido catedrático de la universidad nacional “Santiago Antúnez de Mayolo”, en donde se ha desempeñado durante 27 años como docente principal de la facultad de ciencias agrarias. Asimismo, entre los años 1994-95 fue secretario del Consejo Departamental del Colegio de Ingenieros de Ancash; se ha desempeñado como subprefecto de la provincia de Ocros durante 1990-94 y alcalde de la provincia de Ocros del 2011 a 2014. Justamente, en el último proceso electoral regional asumió la consejería regional. El malogrado representante de Ocros había ingresado hace una semana a la Clínica “San Pablo” de la ciudad de Huaraz por insuficiencia respiratoria, cuadro que se agravó en los últimos días cuando se verificó que el 80% de su pulmón se hallaba afectado. El consejero regional deja de existir a los 65 años. El consejo regional deberá decretar el duelo correspondiente y tramitar su vacancia por causal de fallecimiento a efectos que asuma su accesitario.
DESACATO
A propósito de las muertes que se vienen registrando y el rebrote de la enfermedad en nuestra ciudad, en realidad esto es solo la secuela de una irresponsabilidad e indiferencia de muchos sectores de la población. Las reuniones navideñas y fiestas de fin de año le vienen pasando la factura a la salud de la población en general. Las intervenciones realizadas por la Policía la semana pasada han sido poco más que escandalosas, mientras los hospitales comenzaban a llenarse, mientras las autoridades, médicos, políticos y profesionales hacían un llamado para mantener las medidas preventivas y evitar los focos infecciosos de bailes y reuniones, un sector de gente a la que no le importa su vida y menos la salud de los demás, seguía asistiendo a estas actividades. Inclusive, la Policía de Huarmey se vio precisada a desalojar a parejas y familias que acudieron a una playa a pesar que esto está prohibido, a pesar que el gobierno emitió dispositivos para disponer el cierre de playas hasta fin de mes. Que se puede esperar del accionar de médicos y enfermeras si la gente irresponsable sigue derramando el virus por todos lados?. A este ritmo ni la vacuna salvará a la humanidad.
POLICIA
Ya que nos hemos referido a las intervenciones policiales, la semana pasada efectivos policiales y de serenazgo intervinieron el ex local de baile “Acuario”, en el barrio de Miramar, el mismo que sigue funcionando de manera clandestina. Hace dos semanas interfirieron en una fiesta clandestina y la semana pasada volvieron a repetir el plato. ¿Cómo puede ser esto posible? Lo más grave es que en la última intervención ha trascendido que el propietario de este inmueble es nada menos que un efectivo de la Policía Nacional de apellido León. El Jefe de la División Policial no se ha pronunciado al respecto, de ser cierto sería realmente grave porque un miembro de su institución es el que estaría promoviendo estas actividades clandestinas e ilegales, sería el verdadero promotor de la propagación del virus. Tampoco se ha pronunciado el jefe policial respecto al Sub Oficial de la Comisaría de Buenos Aires que fue sorprendido por sus colegas en operativo nocturno en una fiesta con chancalatas en un lavadero de carros que por las noches lo acondicionan como discoteca. En esa ocasión se dijo que el efectivo era el promotor de esa fiesta. Ya es momento que el coronel cotito separe “la paja del trigo”, no queremos pensar que hay espíritu de cuerpo en situaciones tan graves y delicadas como las llamadas fiestas covid.