Por: Rafael Alexander Ruiz Valdiviezo
En Chimbote todos estamos viviendo momentos angustiantes a causa del COVID, que se manifiesta a cada instante como una pesadilla mortal.
Según muchas fuentes vemos como el COVID tiene en estos momentos una tendencia de subir en forma abismal.
Y es una causal de mucha preocupación para toda la población, ya que de la noche a la mañana ya están entre la vida y la muerte. Hay un dicho que dice que nadie está libre de la muerte, pero en este caso ya es alarmante ¿Tendrá fines políticos, económicos y sociales? Cada quien tiene sus propias respuestas. Y es que las personas son aisladas y mueren por montones y a la hora de llevarles al cementerio son enterrados como sembríos en un terreno de cultivo o son cremados y corren gruesas lágrimas en los ojos de sus familiares. El contagio se desplaza rápidamente en forma masiva.
Ahora, la forma más espontánea de combatirlo es evitando ser contagiado, para ello es necesario mantenerse en casa o salir, pero guardando la distancia. Casos que no se vienen realizando en forma eficiente. El uso adecuado de la mascarilla, es una buena opción, pero también llega un momento que asfixia, la causal de esto ya los especialistas son los que nos explican al detalle. Y peor es llegar a ser contagiado, te llevan a un centro de salud y te aíslan de todo y el tratamiento es bien incómodo. La verdad que todos estamos pasando momentos en que terminamos entre la espada y la pared.
La cuarentena es una buena alternativa que se da, pero que no debe ser de tiempo muy prolongado, ya que si nadie sale a trabajar como se piensa obtener el sustento del hogar. Todos los días se come y se tiene sed, en casa se paga el agua, la luz, el cable y demás servicios, si no se trabaja, el dinero no cae del cielo. Y si van estar bonos y más bonos, pues ese dinero es de los fondos que pagamos todos nosotros, tal es así como los impuestos. Y aunque no lo crea cada vez la deuda externa del país va creciendo, fácil es gastarlo, lo difícil es pagarlo, pues cada niño que ni bien nace y ya tiene una deuda acumulada que tendrá que pagar a lo largo de toda su vida. Aquí nadie te regala nada, es nuestro dinero que desde el momento que es deuda, ya se esfumó de nuestros bolsillos y por último ni siquiera lo vemos. A ciencia cierta no todo está tan claro, hay mucha incertidumbre, y la ley del embudo se da en todas partes.
Es momento que se trabaje en forma ordenada y conjunta, brindando información oportuna para combatir esta pesadilla mortal que a diario y a menudo se expande y viene causando muchas muertes. Se espera con ansias que pronto se haga realidad la creación de la medicina, pero hasta ahí, cuántas víctimas se sumarán. Nada se puede lograr si no hay voluntad. Es momento de crear más empresas y más trabajo. Si no hay un compromiso responsable de nada sirve las medidas que se dan. Todo está en nosotros mismos si queremos dar solución a este problema que afecta cada vez más nuestra vida.