Se olvidaron de la pandemia y la inmovilización:
Intensa actividad en el acatamiento en la población del aislamiento social obligatorio de ayer domingo cumplieron agentes del serenazgo y de la Policía Nacional llegando a intervenir personas en una fiesta clandestina, en un partido de fulbito en la calle, en el río Lacramarca y atendiendo una denuncia de acoso.
La fiesta clandestina se realizaba en la tarde en una vivienda de la manzana B del asentamiento humano “Ricardo Palma” donde jóvenes, entre hombres y mujeres, bailaban y libaban bebidas alcohólicas sin respetar los protocolos de bioseguridad.
Gracias a información ciudadana brindada al respecto, se pudo llegar hasta dicho inmueble donde efectivamente se realizaba la fiesta en medio de luces de colores y música a alto volumen. Todos los intervenidos fueron llevados a la comisaría de San Pedro.
Otra intervención, también ocurrida en la tarde, fue en el asentamiento humano “Tres Estrellas” donde encontraron a varios jóvenes jugando fulbito en la calle, los mismos que huyeron al ver que se acercaban las autoridades del orden. Se corrieron a esconder a sus casas dejando abandonado mini arcos de fulbito los que quedaron incautados.
Continuando su recorrido para evitar la comisión de delitos y además velar por el cumplimiento del toque de queda, los serenos y policías llegaron hasta el pueblo joven “Antenor Orrego” donde atendieron una denuncia de una joven que acusaba a su vecino de acosarla.
Los agentes del orden intervinieron al vecino identificado como Alberto Aliaga Huiza que se encontraba con síntomas de ebriedad y acompañado de otros sujetos en similar situación. El intervenido dijo que la joven actuaba en represalia por no mostrar interés en ella y delante de los efectivos se enfrascó en dimes y diretes con la denunciante, de la que dijo era una mujer indecente y es habitual al consumo de alcohol.
En medio del escándalo en la calle ambos fueron llevados a la comisaría para la realización de las investigaciones.
Otra intervención en la que los intervenidos tuvieron que acatar la orden de la autoridad ocurrió en el río Lacramarca donde un grupo de personas estaban bañándose. Eran familias acompañadas de menores de edad a quienes se les exhortó a retirarse a sus viviendas luego de ser identificados.