Por: Wilfredo Peláez Olórtegui
Será muy difícil asimilar tu partida, Javier, el vacío será muy grande pero el mejor homenaje para ti y también para El Viejo será seguir. Sé que estas con él, que nos vas a ver desde arriba. Ya no te escucharé todas las noches pues, se hizo costumbre las conversaciones antes presenciales, pero en los últimos once meses fueron remotas, donde se decidían muchas cosas del acontecer de la empresa. El último lustro trabajamos juntos, para enmendar y hacer viable que el sueño del Viejo continúe.
A las 5.29 pm del lunes último la doctora encargada de tu caso en el hospital Laderas, me comunicó que ya te habías ido, que partiste. Fui el encargado de recibir todas esas llamadas, fueron casi tres horas a cuatro horas llenas de incertidumbre y sufrimiento.
Que paradojas que tiene el destino, pues el uno de febrero es un aniversario más del matrimonio de Wilfredo Peláez Gularte y Paula Olórtegui Ramírez. Ese día Javier, como tú lo sabes, nuestros padres cumplían 62 años de matrimonio. Que coincidencia, ese día partiste a la eternidad.
Quiero decirte que aquí nadie te defraudará, que vamos a seguir ese camino que empezó en el ya lejano 6 de octubre de 1986. En aquellos momentos ya eras abogado que trabajabas en el Ministerio Público en Lima y empezabas demostrar tu capacidad para el trabajo.
Ocho años después, regresas a Chimbote, abandonando esa carrera en el Ministerio Público, entendí que El Viejo había ganado, te convenció de su sueño, pero en realidad en esos momentos por las turbulencias políticas era necesaria tu presencia, sobre todo en la parte legal.
En aquellos días esa turbulencia inmanejable se calmó porque el asunto era que todos los sinverguenzas querellaban (una docena más o menos), incluso como ahora sucede, pero en menor medida, hasta que sucedió el relevo, el 20 de abril de 1994.
Vamos a seguir, de hecho, ten lo por seguro, será un reto difícil, los que nos siguen están allí prestos para emprender la tarea que tanto quería El Viejo. Tarea que está llena de obstáculos sobre todo ahora que tenemos una economía que ese virus terrible desbastó.
Copiare unos párrafos de aquel editorial de aquel 20 de abril, solo significan esta tarea que emprendiste y que se traslucieron en estos 24 años y los que vienen atrás de nosotros (la mayoría de ellos, por no decir casi todos, no habían nacido aún) deberán leerlo para entenderlo y saber de qué se trata esta tarea.
UNA NUEVA JORNADA POR CHIMBOTE
El señor Wilfredo Peláez Gularte fundador del “DIARIO DE CHIMBOTE” y de la empresa que lo edita es objeto de una abierta persecución político judicial por parte del mal aprismo chimbotano encaramado hoy en el Municipio Provincial del Santa, con el claro objeto de callar a nuestra publicación en sus campañas contra la corrupción y la inmoralidad con la que actúa a vista y paciencia del vecindario y de la opinión pública, la actual composición edil que es la peor que registra la historia local.
Valiéndose de los recursos económicos del Municipio, es decir de los dineros del pueblo, el aprismo local que también es el peor que recuerda este viejo partido político en Chimbote, ha iniciado toda una maquiavélica estrategia destinada a impedir que el “DIARIO DE CHIMBOTE” prosiga con su campaña de saneamiento político, moral y administrativo de nuestra ciudad, propósito dentro del cual nuestro periódico ha conseguido muchos logros uno de los cuales tal vez el más Importante, es haber llegado en forma profunda y muy clara a la conciencia del pueblo explicándole la necesidad que tenemos de poner fin a este largo “reinado” y hegemonía de un partido al frente de la Municipalidad del Santa.
No haremos “haciendo camino al andar”, no porque ya hemos recorrido 34 años y tres meses, vamos a continuar la tarea aquella de ser el medio informativo de la ciudad. Sabemos que hoy los roles y los tiempos han cambiado. Que hay tecnología de por medio y hay un mundo virtual, sobre todo después del virus, pero eso no nos amilana, por el contrario hay gente joven que empujará y de qué manera.
Javier, en las últimas horas hemos recibido muestras de afecto de muchísimas personas, que no solo siguen al Diario de Chimbote sino que te conocen y conocieron al Viejo, son innumerables y que con la tecnología y los tiempos actuales, se facilitan por las redes sociales.
Pero, de todas ellas, me impacto la llamada de Luis Taramona Oruna, el tío Lucho, “Prácticamente los he visto nacer a cada uno de ustedes y me duele en el alma, tranquilo él está con tu padre”. Como recordarás ellos andaban juntos en ese Chimbote de los 50 y 60 y ahora por esta terrible enfermedad, él está confinado, pero con el espíritu en alto.
De la misma manera están las palabras llenas de afectos de los periodistas, los actuales y los que en algún momento pasaron por la redacción, casi todos te han recordado, solo certifican tu profesionalismo y don de gente. Es unánime, cuando afirman que el vacío será inmenso. Vamos a trabajar para no defraudarte. Ya nos encontraremos.