En su momento, y por la crisis desatada debido a la pandemia, el Gobierno Nacional creó mediante el Decreto Legislativo 1455, con su posterior modificación en el decreto 1457, un programa que tuvo como objetivo dar una oportunidad frente a las necesidades de liquidez del sector empresarial en medio de una crisis global por el Covid 19. Este programa se presentó como alternativa y sumó para que además de alguna otra opción crediticia para el financiamiento se pudiera sostener la actividad y no interrumpir la cadena de pagos.
Pero un nuevo año nos pone de cara frente a la realidad, y el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas del Perú) trabaja con el BCRP (Banco Central de Reserva del Perú), en un esquema que permita reprogramar y diferir los pagos del programa de financiación Reactiva Perú.
¿Y por qué es tan importante esta medida que el gobierno tiene en estudio y asevera que no dará a conocer en detalle hasta tanto tenga todas las definiciones? Simplemente debido a que en medio de la crisis global por la pandemia del Covid 19, dicho programa colaboró en que poco más de medio millón de empresas se sostengan y no rompan la cadena de pagos.
Sin embargo, ahora es clave remarcar que no se trató de un programa de subsidios, sino que como dijimos, se buscaba sostener el flujo mediante créditos de capital de trabajo y se pudiera cumplir de este modo con las obligaciones a corto plazo. Pero un dato no menor es que, excluyendo el programa Reactiva, los créditos a pequeñas y medianas empresas han caído en general durante el 2020.
Como sabemos, una economía para crecer necesita del consumo. Y de la apuesta que hacen no sólo las grandes empresas y corporaciones, sino también las pequeñas y medianas que habitualmente son el motor interno de cada país para generar no sólo puestos de trabajo sino para producir bienes y servicios. Estos pequeños capitales necesitan verdaderos impulsos crediticios que les permitan continuar con sus inversiones. La noticia de diferimientos, muestra la necesidad de financiación y la búsqueda de alguna otra opción crediticia para permitir el desarrollo de cualquier plan de negocio, especialmente en un año que es crítico a la hora de la recuperación económica.
Uno de los sectores con serias dificultades es sin dudas el mercado de créditos para adquirir vehículos, con esto nos referimos no sólo de un modo particular, sino específicamente para aquellos emprendimientos que requieran del uso con fines comerciales. La AAP (Asociación Automotriz del Perú), a través de su Gerencia de Estudios Económicos suele publicar informes del sector; y en uno de ellos señala que en el mercado de Latinoamérica el del Perú, tiene aún un largo camino por crecer. Por ello, si bien puede parecer un dato desalentador, muestra la gran oportunidad de crecimiento que hay con un sistema de créditos y financiamiento adecuados.
En el Perú, suele ser bajo el número de vehículos nuevos adquiridos y este simple hecho es una buena razón para evaluar las distintas alternativas. Desde préstamos de financieras y concesionarios, pasando por préstamos personales y hasta los llamados fondos colectivos. Las alternativas pueden ser variadas, pero siempre es importante analizar alguna otra opción crediticia para el auto nuevo. Tal como señala Jorge Gamarra, Gerente Central Consumo y Medios de Pago en Interbank, antes de tomar cualquier producto crediticio es prioritario analizar la capacidad de pagar las cuotas del crédito que buscamos. Y para esta tarea de análisis y evaluación hoy contamos con innumerables accesos a la información para evaluar la mejor opción. Informarse no sólo nos otorga opciones, sino que nos permite programar el bienestar futuro.