Hay mucha demanda en Áncash:
Menos del 60 por ciento de la población ancashina tiene conexiones de desagüe y más del 20 por ciento, carece de agua potable, por lo que el congresista Betto Barrionuevo convocó a diversas funcionarios de los programas regionales y nacionales de Saneamiento Urbano y Rural, para comprometer acciones que permitan acelerar el cierre de brechas en este sector.
La falta de servicios básicos se agudiza en la zona sierra, respecto a lo cual el responsable de la unidad técnica de proyectos del Programa Nacional de Saneamiento Rural, (PNSR) César Paricahua, informó que se espera incluir en el presupuesto del próximo año el proyecto de agua potable y alcantarillado del caserío de Tuyu, en el distrito de Marcará, provincia de Carhuaz, que cuenta con expediente técnico aprobado, cuyo costo supera los 7.3 millones.
A su vez, el director ejecutivo del Programa Nacional de Saneamiento Urbano, José Kobashikawa, informó que el Proyecto Integral de Agua y Alcantarillado (PIA) para la provincia del Santa se encuentra en la etapa final del estudio de preinversión y se espera que en 15 días se culminen con las observaciones.
“Lo resaltante de este proyecto es que además de la ampliación de cobertura, se rehabilitará y ampliará el sistema primario de abastecimiento. Por ello, una de las propuestas contempla la construcción de una planta de tratamiento de agua potable, pero preocupa la disponibilidad hídrica, porque se debe captar desde una infraestructura que es administrada por el proyecto Chinecas”, dijo el funcionario.
Ante ello, el congresista Betto Barrionuevo planteó convocar al proyecto Chinecas, a estas mesas de diálogo, para buscar la viabilidad al uso de su infraestructura para captar agua, a la vez que insistió que existen proyectos en etapa final y en búsqueda de financiamiento, para los cuales el Ministerio de Economía debería brindar un crédito suplementario, sobre todo con la situación que afronta el país contra la COVID-19, donde la población requiere con urgencia de los servicios básicos.
“En Áncash falta mucho para cerrar las brechas de desigualdad en cuanto al acceso al agua potable, sobre todo en la zona costa, en Chimbote y Nuevo Chimbote, gran parte de la población compra agua de cisternas altamente contaminadas y caras. En la zona rural, de los 2,771 sistemas de agua potable existentes, el 47% no cuenta con un sistema de cloración, por eso tenemos que trabajar en forma articulada para que estos proyectos caminen”, enfatizó.