El Perú en vísperas del socialismo del siglo XXI
Por: FELIPE TUDELA (*)
Tras el discurso del premier Bellido en el pleno del Congreso, se presentaron varios elementos que revelan la intención del oficialismo de unirse a la corriente latinoamericana conocida como el socialismo del siglo XXI, por lo que creo que es necesario definirlo para entenderlo. Para los socialistas, esta ideología ofrece un “mejor” contrato social. Dicho contrato propone recuperar el rol del Estado, revalorizando su potencial como organizador de la vida política, y sacándolo del relevo al cual supuestamente lo sometió el neoliberalismo.
¿Pero, cuál es su origen? El socialismo del siglo XXI tiene sus orígenes en la Revolución Cubana con Fidel Castro (1953-1959). Con el alzamiento contra el régimen de Fulgencio Batista y la llegada al poder del Ejército Rebelde, liderado por Fidel Castro, se da la primera revolución comunista en el continente americano. Tras establecerse en el poder, Fidel Castro convoca La Primera Conferencia Tricontinental (1966), donde se constituyó la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), con sede en La Habana, con la finalidad de que Cuba tenga injerencia subversiva y terrorista en América Latina. Así La Habana se convirtió en un santuario del terrorismo, desde donde se organizaba, coordinaba y entrenaba a terroristas y agitadores.
Tras la disolución de la URSS —país que ofrecía subsidios y apoyo a Cuba–, Castro tuvo que encontrar nuevas fuentes para sostener al régimen, por lo que comienza a trabajar en su proyecto de “La Patria Grande Latinoamericana”, una visión del continente como un imperio latinoamericano socialista. Para ello, comienza con lo que él denominaba “la revolución silente”, que era la toma ideológica de centros educacionales, prensa y empresas, con la finalidad de apoderarse de la cultura en América Latina. Castro se inspiró fuertemente en el filósofo comunista Antonio Gramsci y su visión de la hegemonía como fuerza revolucionaria.
A esto le siguió el Foro de Sao Paulo, foro de partidos y grupos políticos de extrema izquierda, latinoamericanos y españoles, fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil, en São Paulo, en 1990. Fue constituido con el objetivo de combatir el libre mercado e imponer populismos marxistas en los países de Latinoamérica, el Caribe y España. Con la visión de la fundación de una alternativa al bloque sovietico tras la caída de la URSS, Fidel Castro comienza a poner especial atención hacia Venezuela por su petróleo.
Es con la llegada de Hugo Chávez (1999-2013) que Fidel Castro ve una puerta de entrada a Venezuela. Tras el intento fallido de golpe de Estado contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1992, golpe por el que fue encarcelado, Hugo Chávez es invitado a La Habana (tras su liberación), y al regresar a Venezuela funda el partido político Movimiento Quinta República, siendo elegido presidente de Venezuela en las elecciones de 1998.
Una vez en el poder, Chávez impone una nueva constitución en 1999, mediante referéndum, e inicia reformas sociales como parte de la llamada Revolución Bolivariana. Se mantuvo en el poder hasta el 2013, a través de reelecciones y referéndums. Con Chávez nace el nombre ‘Socialismo del siglo XXI’’, término acuñado por el sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan, quien fuera el asesor de Chávez por recomendación de Castro.
¿Y en qué se diferencia del socialismo del siglo XX? La diferencia está en el proceso revolucionario; este no se debe llevar a través de la lucha armada, sino que debe iniciarse a partir de la toma del poder Ejecutivo, para de allí empezar a transformar y capturar el aparato estatal burgués, y derivar hacia la ‘’nueva sociedad’’, con cuadros revolucionarios. Es la toma del poder a través de una vía “pacífica armada”, como lo plantea la intelectual marxista chilena Marta Harnecker, en referencia a los elementos gramscianos de coerción legítima del Estado, la hegemonía y la cultura.
Los objetivos del socialismo del siglo XXI son: 1) Llegar al poder por la vía democrática; 2) Suplantar y reformar las constituciones, para terminar con la división de poderes y hacer que los poderes Legislativo y Judicial sirvan para ayudar al Ejecutivo a perpetuarse en el poder; 3) Instaurarse en el poder como dictadura con un discurso revolucionario y populista; 4) Cambiar los sistemas electorales para que sean manipulables a través de referéndums; y 5) Marginación de la oposición.
Asimismo, los instrumentos que utilizan para llegar al poder son: a) Discursos moralistas basados en una historia falsificada; b) Patriotismo nacionalista; c) Crear dependencia popular a través de la inflación, las dádivas y las políticas intervencionistas keynesianas; d) El anti imperialismo, el indigenismo y el anti colonialismo como motivus (fuerza motriz pasional) de la revolución; y e) Promover el odio de clases.
El socialismo del siglo XXI promueve gobiernos populistas que se instauran en el poder a través de referéndums y asambleas constituyentes. Así se forman estados autoritarios y totalitarios, como los de Venezuela con Chávez y Maduro, Ecuador con Rafael Correa, Bolivia con Evo Morales, Argentina con el kirchnerismo, Fernando Lugo en el Paraguay, Daniel Ortega en Nicaragua y Lula da Silva en Brasil.
Inevitablemente, el socialismo del siglo XXI aumenta abrumadoramente la desigualdad social y la pobreza debido a sus malas políticas económicas. Ahora Pedro Castillo lo intentará en el Perú.
(*) Publicado en El Montonero (www.elmontonero.pe)