Con sus huellas dactilares:
Peritos de la Oficina de Criminalística (OFICRI) de Chimbote lograron identificar al segundo delincuente que ingresó a robar a la tienda de celulares y equipos tecnológicos “Kallpa” y donde están involucrados otras tres personas, entre ellos, dos efectivos policiales aún detenidos.
Se trata de Richard Anderson Torres Sánchez (27) quien ingresó el día del robo vestido con un buzo blanco con una raya negra y cuyas huellas dactilares quedaron impregnadas en los vidrios de los estantes donde se guardaban los celulares, laptops, entre otros.
La identificación plena de Richard Anderson Torres Sánchez ya fue comunicada mediante un reporte de la Oficina de Criminalística a los agentes del Departamento de Investigación Criminal (DEPINCRI) y a la Fiscal a cargo de las investigaciones.
Los peritos de OFICRI pudieron recuperar las muestras de huellas dactilares en la escena del robo perpetrado el pasado 23 de septiembre en el local “Kallka” ubicado en la avenida Pardo a la altura del Jirón Sucre en Chimbote.
Por este hecho inicialmente fue capturado Javier Enrique Díaz Alegre, alias “gato”, quien reveló que los suboficiales PNP William Segundo Méndez Suero (26) y James Yampier Chávez Sánchez (32) ayudaron a facilitar la comisión del delito brindándole un arma de fuego e información clave sobre el patrullaje en la zona.
Sin embargo, Díaz Alegre quiso revelar la identidad de su cómplice y es aquí donde entró a tallar el trabajo científico de los peritos de Criminalística en medio de las limitaciones logísticas que padecen y que posibilitó la identidad del segundo autor material del robo.
Los peritos recuperaron huellas dactilares de vitrinas y otros objetos que tocaron los delincuentes. Posteriormente, las huellas fueron homologadas en el sistema del RENIEC arrojando como resultado que pertenecían a Díaz Alegre y a Torres Sánchez.
Con dicha información, la Fiscalía evalúa solicitar la detención preliminar judicial de Richard Anderson Torres Sánchez para que responda por el robo de la tienda “Kallka” donde se apoderaron de 40 celulares y equipos de cómputo valorizados en más de 80 mil soles.