El gran problema que enfrentan las familias que acuden a las playas durante la temporada de verano, no solamente se debe a la angustiosa falta de agua corriente y sanitarios. Lo peor de todo esto es que, como resultado de esta calamitosa carencia, las familias tienen que soportar el vergonzoso espectáculo que ofrecen personas inescrupulosas, algunas en estado de ebriedad, quienes sin la menor pizca de pudor hacen sus necesidades fisiológicas donde mejor les parezca, sin importarles para nada la presencia de niños y otras personas. Eso es algo que ya no se puede seguir soportando.
Sin embargo, desde todo punto de vista este bochornoso espectáculo no se debe únicamente a la falta de cultura y conducta cívica por parte de quienes lo protagonizan y son conscientes de este comportamiento ignominioso. Otra de las causas, y con toda seguridad la más determinante, es la falta de interés por parte de las autoridades municipales en dar una solución a este creciente y antiquísimo problema. No hablamos de una solución improvisada y pasajera ni mucho menos que consista en ir detrás del cerro.
Aquí y en cualquier lugar del mundo las playas son en este momento escenario de una explosión de recreación masiva, y como tal exigen la dotación de servicios básicos y elementales, empezando por la instalación de servicios higiénicos de uso público, los mismo que deben estar adecuadamente implementados, para cuyo efecto ahora existen normas sanitarias de fiel cumplimiento.
Eso lo saben perfectamente las autoridades y funcionarios municipales, solo que muchos de ellos, como sucede en nuestro caso, prefieren hacerse los desentendidos. Lo único que en todo caso les interesa es el cobro de ingreso vehicular, como si las playas fueran de propiedad municipal. Pero en ningún momento corresponden este pago a través de la limpieza y el mejoramiento de las vías de acceso. En otras palabras, se la llevan todo a cambio de nada.
Ante este panorama que subsiste desde tiempos muy antiguos, ha sido motivo de gran satisfacción enterarnos esta semana que la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote está instalando sanitarios biodigestores en las playas El Dorado y Caleta Colorada, que dicho sea de paso van a ser los primeros de su género en instalarse en todo el litoral de la región Ancash. Esta buena noticia se complementa con el hecho de que los mencionados sanitarios se vienen instalando de acuerdo con los protocolos que, para casos como éste, ha diseñado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De esta manera, dos de los balnearios más hermosos y concurridos de la zona ahora podrán brindar a sus visitantes un momento de recreación en condiciones altamente saludables. Por lo demás, la nueva y moderna pista de acceso construida por la comuna distrital, ya ha empezado a atraer un número mucho mayor de veraneantes y todo hace suponer que ese número se incrementará con motivo de las fiestas de navidad y año nuevo.
Eh ahí la importancia que tiene para la recreación y el turismo de la provincia del Santa la instalación de estos sanitarios biodigestores, pues van a elevar el nivel de nuestra cultura veraniega que tanta falta nos ha hecho.