Estigmatizado no solamente por ser el segundo año de la pandemia sino también por ser el año de la segunda ola y por consiguiente el que peores consecuencias ha registrado, el 2021 también nos está dejando otros recuerdos ingratos que hacen de él un año de nunca olvidar.
A pocos días de empezar el mes de enero, la Junta Nacional de Justicia resolvió destituir de la carrera judicial al juez superior Samuel Sánchez Melgarejo por sus vínculos con la organización Los Cuellos Blancos, ésta última dedicada al tráfico de influencias al interior del aparato judicial. Como se puede ver, de nada vale tener la sartén por el mango, sobre todo si la sartén está hecha de palo.
Por esos días el poder judicial sentenció a 35 años de prisión efectiva al ex presidente regional de Ancash César Álvarez Aguilar, acusado de ser autor intelectual del alevoso crimen del ex consejero regional Ezequiel Nolasco Torres. Por la misma causa también fueron sentenciados el ex alcalde provincial Luis Arroyo Rojas y dos de los sicarios que perpetraron a sangre fría el cruel asesinato. Fue un duro pero merecido golpe a la mafia que dominó el poder político de Ancash por más de diez años.
La misma suerte corrió por esos días el ex alcalde de Casma Rommel Meza por el asesinato de la abogada Milagros Aponte y también del ex alcalde de esa ciudad Lito Montalván.
El mes de febrero comenzó con el aciago fallecimiento del director del Diario de Chimbote, Javier Roberto Peláez Olórtegui, víctima del covid. Su temprana partida ha dejado un profundo dolor entre los miembros de esta casa periodística, del que será muy difícil que podamos recuperarnos.
Ingratitud. Ninguna otra palabra como esa puede definir con toda exactitud la reacción que produjo el fallecimiento del obispo emérito de Chimbote monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, una de las figuras más influyentes de la escena nacional. A sus exequias, realizadas en la catedral de Nuevo Chimbote, no asistió ninguna autoridad de la zona con excepción del alcalde de Nuevo Chimbote. Tampoco se vio a ninguno de los empresarios pesqueros que durante muchos años andaban detrás de él pidiendo su intermediación ante las altas autoridades del gobierno.
Abril fue un mes marcado por la desgracia, dicho esto en todo la extensión de la palabra. Primero fue el brutal crimen de la misionera italiana Nadia de Munari quien conducía la casa refugio Mamma Mía, dedicada a mujeres abandonadas, y brindaba apoyo al funcionamiento de numerosos jardines de infancia y comedores populares. La ciudad de Chimbote sigue en deuda con la memoria de esta misionera que dejó todo en su país de origen para venir a brindar ayuda a los necesitados.
Por esa misma fecha, la región Ancash batió el record de fallecidos víctimas de covid registrando 40 muertes en solo 24 horas. Ese fue el resultado de fiestas, aglomeraciones y otros excesos que en estos días continúan en ascenso.
Cuando se creía que los asesinatos por chalequeo y cupos de trabajo habían llegado a su fin, los primeros días de junio se produjo el crimen a plena luz del día de un joven a manos de Jeanpierre Mondragón, hijo de un conocido ex dirigente del gremio de construcción civil.
Julio se inicia con una buena noticia. Después de desalojar a decenas de comerciantes que ocupaban precariamente un terreno de propiedad municipal, la comuna provincial del Santa hizo entrega de este terreno al Programa Nacional de Inversión en Salud, PRONIS, para la construcción del hospital El Progreso, una obra que se calcula va a beneficiar a unas doscientas mil personas.
Como quiera que las noticias buenas vienen acompañadas, por esos días la UNESCO declaró como patrimonio cultural de la Humanidad al monumento arqueológico Chankillo de la vecina ciudad de Casma, considerado como el observatorio astronómico más antiguo de América.
Tal como se veía venir, el mes de octubre de inicia con la renovación de la orden de prisión contra el ex alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán, acusado del delito de asociación ilícita para delinquir. Como sucedió en una anterior ocasión, también esta vez la ex autoridad edil ha optado por darse a la fuga.
Noviembre comienza con otra noticia alentadora. Después de diez años de gestión, Proinversión anuncia la licitación del Hospital Especializado de Essalud que se construirá en Nuevo Chimbote y será el primero de su tipo en toda la región Ancash. Bien para los miles de asegurados.
Como resultado de un efecto en cadena, en el mes de noviembre la compañía minera Antamina, la que más canon minero aporte en el país, decide suspender sus actividades debido al bloqueo de carreteras por parte de comuneros del distrito de Aquia. La paralización significa la pérdida de 10 millones de dólares diarios en perjuicio de todo el país.
En diciembre el año se despide con la sentencia a 16 años de prisión contra el ex dirigente de construcción civil Víctor López Padilla, miembro de la red de corrupción que encabezó César Álvarez Aguilar, a quien se le halló culpable del delito de lavado de activos. Cierto, el crimen nunca paga.