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VÍCTIMA

Tiene que haber un antes y un después y definitivamente ese antes y después tiene que estar referido a la vida del joven Fabricio Larraín Izquierdo de 20 años de edad, quien falleció tras veinte días de agonía en el hospital III de Essalud. Larraín Izquierdo fue atacado a mansalva el pasado 28 de diciembre porque se negó a entregar su celular cuando un grupo de delincuentes lo interceptó a él y a sus amigos para sustraer sus pertenencias. El que se resistió fue Fabricio y recibió cuatro balazos por ello, desde esa noche en el Hospital III de Essalud lucharon por su vida. Los hechos habían ocurrido en los alrededores, sin embargo, después de veinte días dejó de existir. Señalábamos que tiene que existir un antes y un después porque las autoridades deben tomar cartas en el asunto, porque nos estamos convirtiendo en tierra de nadie. No hay semana y día que no se informe de muertes por sicariato, asesinatos por robos, cadáveres encontrados en los descampados, la violencia no tiene cuando acabar. Si la Policía Nacional no puede resolver los problemas delincuenciales, las autoridades provinciales deben solicitar al gobierno declarar el estado de emergencia porque es inadmisible que conozcamos que delincuentes lleguen a la puerta de una casa, salga la dueña y le disparen a quema ropa como sucedió con la señora Arana Miranda en la cuadra 13 de Leoncio Prado. La situación es insostenible y por ello, el pedido tiene que partir de las autoridades provinciales reunidas en el COPROSEC, así es el denominado Comité de Seguridad Provincial y que tienen que analizar la situación que no solamente es Chimbote o Nuevo Chimbote, sino también en Santa donde la delincuencia campea. El objetivo debe ser reunirse y hacer el pedido al ejecutivo, hacerlo, intentarlo así la respuesta sea negativa, pero se necesita hacer algo porque reiteramos, somos tierra de nadie.

DAÑO AMBIENTAL

El daño ambiental es irreparable. Lo único cierto es que ese muelle de boyas desde donde descargaban los tanques petroleros, el petróleo que iba con destino a La Refinería La Pampilla que tiene como operadora a la empresa Repsol originó un derrame de más de seis mil barriles de petróleo y que en los actuales momentos llega hasta las playas de Ancón, malogrando todo el litoral de dicha zona. La empresa Repsol es la responsable y son ellos los que van a tener que encontrar la reparación a todos los daños. En el análisis de los hechos, lo único cierto es que este tipo de descargas no tenían planes de contingencia y tampoco de seguridad, y al margen de lo que pueda haber significado el oleaje, el hecho que hayan buscado minimizar el derrame que todo el mundo pudo ver en las playas, tratando de evadir responsabilidades, es negativo contra la empresa. Este tipo de derrames se soluciona con tecnología, la cual tiene que ser utilizada de inmediato tras haberse producido el hecho, pero se cumplirá una semana y lo único que se les ha ocurrido es colocar hombres con escobas y recogedores en la playa frente a donde se encontraban las boyas. Es un insulto a la inteligencia de las personas. Lo más lamentable de todo es que la OEFA no tenía jefe, pues estamos ante un ejecutivo que es un ente inerte y solo reacciona ante las adversidades. Las leyes para castigar los daños ambientales están dadas, lo único que tienen que hacer las autoridades es ejecutarlas.

RETROEXCAVADORA

Siempre habrá audaces que quieren sacar la vuelta a las leyes y eso es lo que ha ocurrido con esa retro excavadora. La Policía Fiscal y la SUNAT incautaron e inmovilizaron una retro excavadora de marca Caterpillar y de ensamblaje brasileño, que estaba en el centro poblado de Cachipampa, en Yuatán. Ocurre que dicha maquinaria ingresó a nuestro país con el beneficio tributario de la ley de amazonia N° 27037, lo que quiere decir que debía ser utilizada en Loreto o Ucayali, pues esa ley exonera de impuestos a toda maquinaria que ingresa bajo ese concepto. Son los efectos especiales que tienen algunas leyes para favorecer el aparato productivo en la selva peruana, por lo tanto, esa maquinaria no pagó impuestos y quien la compró es un avivato porque la trajo a la costa y como en su documentación figura ese beneficio tributario, ha trasgredido las leyes y lógicamente tiene que ser intervenida. No es la primera vez que ocurre, hace un par de meses se informó de la intervención tres cargadores frontales y dos motores Caterpillar con el mismo beneficio tributario. El asunto es que se descubren en los traslados que tienen que hacerse definitivamente por la carretera central y es en esos controles donde dejan rastros y empieza el seguimiento por parte de la SUNAT y la Policía Fiscal. Esperamos que esas leyes que otorgan beneficios tengan el uso para el cual han sido emitidas y que beneficien a los lugares para el cual han sido promulgados.