COMITIVA
Una llamativa comitiva estuvo el viernes en las afueras del hospital El Progreso a la espera del Presidente Castillo y que estaba integrada por un denominado Frente de Defensa de los Pueblos de la Ribera del Marañón. En otras palabras, son pobladores de los veintiún (21) caseríos que se ubican en el distrito de Pampas y que son cercanos al río Marañón. Ellos reclaman que se culminen las obras de electrificación que se iniciaron hace quince años, durante el gobierno de César Álvarez Aguilar. Muchas obras que se iniciaron en aquella época quedaron abandonadas y como acá que tenemos monumentos que los vemos todos los días, con seguridad éstos pobladores reclaman con justicia que se terminen estas obras. Lo que nos llama la atención es que en la actualidad un hijo de esa provincia, por denominarlo así, se encuentra como Consejero Regional. Nos referimos a Martin Espinal y lo denominamos “un hijo”, porque incluso fue alcalde y porque está identificado con esos pueblos y fue hombre del “riñón” de César Álvarez, estuvo involucrado en varios procesos pero por esas cosas que tiene la vida, quedó libre de culpas, además, fue elegido como consejero y hoy es una autoridad. La pregunta que nos hacemos, ¿Por qué no intervienen? ¿Por qué los pobladores no se dirigen a él?. No creemos que él no conozca el problema, lo debe conocer y con detalle pero el tiempo ha pasado y a pesar de que hoy es Consejero Regional, la protesta de los pobladores indica que nadie hace nada, y menos él. Martin Espinal es uno de los exabruptos que tiene nuestra sociedad y por eso se refleja su presencia en la política. Los pobladores de Pampas tienen toda la razón cuando se dirigen al Presidente de la República, pero deben exigir a Espinal que sea el intermediario para que se solucionen todo los problemas con respecto a la electrificación.
LAS CONGAS
Lamentablemente es un tema recurrente que hemos tratado en días anteriores sobre la violencia callejera que se origina en los diversos barrios de nuestra ciudad. Hace 24 horas se informó de la muerte de dos personas en un antro de mala muerte en Nuevo Chimbote al que se le denomina Las Congas. Estaba funcionando en pleno toque de queda porque según la norma que emitió el gobierno, el toque de queda ha finalizado ayer 31 de enero, por lo tanto, la madrugada del domingo cuando se suscitaron los hechos sobre las 03:00 horas estaba vigente esa inmovilización en nuestra provincia. Es cierto que muchos de estos bares funcionaban a pesar del toque de queda, pues las autoridades bajaron los brazos, aflojaron los cinturones, lo que permitía que estos bares funcionaran a plenitud. Las autoridades en Nuevo Chimbote deben de ser drásticas con este tipo de establecimientos que generan reyertas y enfrentamientos, y terminan en muerte como lo sucedido en la madrugada del domingo. Las denuncias no son de ahora, sino desde antes, como ese antro ubicado en Villa Atahualpa y que funcionaba a pesar del toque de queda. Si bien es cierto, de ahora en adelante ya no habrán esas restricciones, debe ser fundamental que la autoridad no otorgue licencias a todos esos lugares con antecedentes de violencia y muerte.
NUEVO GABINETE
Ayer, en horas de la tarde, se conoció la decisión del Presidente Castillo de remover todo su gabinete ministerial y además, se conoció la renuncia de la Primera Ministra Mirtha Vásquez. Si bien es cierto que ya eran públicas y notorias las divergencias y los groseros errores, en el gobierno, los que han terminado por explotar y terminar este periodo ministerial. El asunto es el Ministerio del Interior, pues han sido descubiertos una serie de detalles de corrupción latente desde el Comandante General de la Policía Nacional hasta vínculos cercanos a Palacio de Gobierno. La única alternativa para la Primera Ministra fue renunciar, pues ella estaba de lado de Avelino Guillén, el Ministro del Interior renunciante. Al irse ella, se van todos pero Pedro Castillo deja enormes dudas de su transparencia, pues no quiso resolver los problemas en su debido momento. Si primero se fueron Cerrón y Bermejo y ahora Vásquez con todos sus caviares, la pregunta es: ¿Y ahora con quien se queda el presidente?