Un tema que recientemente concentró la atención pública de la ciudad fue la protesta que un grupo de comerciantes emprendió contra la disposición municipal que prohibía el ingreso de veraneantes a los balnearios de Vesique, El Dorado y Caleta Colorada, los únicos espacios de los que dispone la población de Chimbote y Nuevo Chimbote para disfrutar de un día de playa.
No era para menos. Cada vez que estas prohibiciones entran en vigencia no solamente afectan a miles de familias que se quedan con las ganas de gozar del sano esparcimiento. También afectan y de manera latente la economía de decenas de transportistas y comerciantes que se ganan la vida trabajando al servicio de los veraneantes.
Una de las primeras medidas dispuestas por el D.S. N° 010-2022-PCM que prorroga la vigencia del estado de emergencia en todo el país, fue precisamente la prohibición del ingreso de veraneantes a las playas del litoral a fin de evitar conglomeraciones y con el ello el aumento de la cifra de contagios. El cumplimiento de esta desagradable pero comprensible disposición, fue encomendada a todas las municipalidades provinciales y distritales del litoral.
Por fortuna, esta prohibición ha sido levantada y tanto veraneantes como comerciantes ya pueden reencontrarse en estos espacios de sano esparcimiento. Eso desde luego no tiene porque significar que se dejen atrás los protocolos de sanidad ni muchos menos que se esté dando carta libre al consumo excesivo de alcohol con las consecuencias que todos conocemos.
Cuando recién nos encontramos a mitad de la estación veraniega, todo indica que tenemos playa para rato.