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ÁNCASH: DESABASTECIMIENTO DE MEDICAMENTOS EN ESTABLECIMIENTOS DE SALUD

INFORME IPE

La crisis sanitaria ha expuesto los problemas del sistema público de salud a nivel nacional. Las olas de contagio de la COVID-19 han sido enfrentadas con una limitada disponibilidad de médicos, camas UCI y medicamentos. En particular, aún no se ha logrado otorgar una cobertura efectiva de los servicios de salud públicos. A nivel regional, Áncash es una de las regiones con mayor porcentaje de establecimientos de salud públicos con desabastecimiento o substock de medicamentos.

Respuesta ante la crisis sanitaria

Áncash finalizó el año 2019 con una reducida cobertura del personal médico al presentar tan solo 14 médicos disponibles para otorgar servicios de salud por cada 10 mil habitantes. En los últimos cinco años, la región no ha presentado mejoras en dicho indicador y se mantiene muy por debajo del promedio nacional (26 médicos en el 2019). Dicha situación evidencia uno de los principales problemas que el sistema de salud ancashino posee y que persistió a lo largo del periodo de pandemia.

De la misma manera, la región también presenta una falta de disponibilidad de medicinas en los establecimientos de salud públicos. A finales del 2021, a pesar de que se anticipaba el comienzo de una tercera ola, 36.6% de los establecimientos de salud ancashinos registraron un desabastecimiento o substock de paracetamol -uno de los principales medicamentos para tratar la COVID-19.

Además, al analizar la disponibilidad de una canasta básica de 22 medicamentos, como amoxicilina, ibuprofeno, metamizol, naproxeno, omeprazol, paracetamol, prednisona, entre otros, se observa que 36.7% de los centros médicos en la región también presenta un desabastecimiento o substock. Ello posiciona a Áncash como la región con menor disponibilidad de medicamentos básicos en sus establecimientos de salud públicos.

Dicho panorama en el sistema de salud regional lleva a los ciudadanos ancashinos a comprar los medicamentos que necesitan en farmacias y boticas a pesar de contar con un seguro de salud público. Esto ejerce un impacto significativo en el bolsillo de la población, especialmente en la fracción con menores ingresos. Por ello, el gasto en medicinas del primer quintil de ingresos de la región, el cual percibe menores ingresos, pasó de representar el 19.6% de su ingreso laboral mensual en el 2019 a 40.1% en el 2020. En cambio, para el quinto quintil de la población, el cual registra los mayores ingresos, la fracción de gasto dirigida a la compra de medicinas permaneció constante entre los dos años.

Retos del sistema de salud en el 2022

El principal reto del sistema de salud para el 2022 consiste en el fortalecimiento de la compra corporativa de medicamentos en el sector público para asegurar un flujo continuo en los servicios de salud de las regiones. Una adecuada adquisición, almacenamiento y distribución de medicamentos permitiría garantizar a la población asegurada un acceso efectivo a los servicios de salud públicos.