DOS AÑOS
Ayer 16 de marzo, se han cumplido dos años de aquel inicio del Estado de Emergencia que decretó el gobierno, en el 2020, cuando apareció el famoso virus SAR-COV-2, que venía de paralizar más de dos continentes. Aún tenemos en nuestra memoria aquellos momentos difíciles de ese inicio de la emergencia sanitaria que conllevó también a la parálisis económica casi el total del aparato productivo de nuestro país. Como experiencia propia, aquí en esta empresa y en este medio tuvimos que paralizar y jamás nos imaginamos que iba suceder en el trascurso de 6 meses. Han pasado dos años, y reflexionando sobre lo sucedido la pandemia nos ha dejado una realidad diferente con otras perspectivas y ahora esperando que termine esta tercera ola, entendemos que aun las situaciones críticas no han pasado y que vamos a tener a la dichosa vacuna casi permanentemente. Según las estadísticas aún hay mucha gente que no se han vacunado y que, seguramente no lo harán, pero esto forma parte de nuestra idiosincrasia; pero lo cierto es que hoy, nuestro país tiene las obligaciones para modificar el aparato de salubridad y el de educación como temas prioritarios, lo mejor es que cuentan con medios para hacerlo. Lamentablemente, los que se fueron simplemente se adelantaron en el camino y a todos ellos el recuerdo de siempre, y a los que lucharon en primera línea, de la misma manera siempre habrá gratitud para todos ellos. Solo habrá que esperar adaptarnos a esta nueva realidad.
REUNIÓN
En el Ministerio de Transporte y Comunicaciones se realizará hoy en horas de la tarde una reunión que tiene que ver con el Puerto de Chimbote. La Autoridad Portuaria Nacional tiene la oportunidad para dar a conocer el estudio que ha realizado, y, donde se viabiliza para posibilidad de un Puerto Futuro Multipropósito que tiene muchas ventajas. Este estudio se realizó por un convenio entre el Gobierno Regional y la Autoridad Portuaria Nacional, por lo tanto, las partes que estarán involucradas necesitan información y se espera escuchar satisfacciones cuando se termine la cita. Si la inversión será de 300 millones de soles, no tenemos porqué poner reparos, de aquí en adelante, las oportunidades de inversión se tienen que aprovechar al máximo, porque de no hacerlo corremos el riesgo de ver pasar oportunidades, de tener otra década perdida, como la que ha pasado. No podemos olvidar aquí los errores cometidos por todos, cuando elegimos mal (César Álvarez) y al final, el puerto salió de la Autoridad Portuaria Nacional y se creó una Autoridad Portuaria Regional y los resultados lo vemos hoy en día, solos tristes y abandonados. Por eso, ésta oportunidad no la debemos desaprovechar, si se tiene que concesionar, al final, ajustar condiciones, pero no perder la oportunidad. Estamos cansados de los obtusos y de aquellos rabiosos por cuya culpa estamos postrados.
TRAGEDIA
A pesar de estar lejos, sentimos lo sucedido en Retamas, que es un centro poblado de Parcoy, muy cerca, alrededor de 20 minutos, de Llacuabamba. Por la naturaleza existentes en esos lugares, y al expandirse la industria minera, los centros poblados se han construido en las faldas de los cerros. El boom minero de los últimos años ha convertido esos centros poblados tanto el de Retama y Llacuabamba, en ciudades muy modernas con edificios de hasta 3 pisos en la mayoría de casos. Si en las ciudades de la costa, con municipios más grandes, las ciudades se construyen en zona de quebradas, en centros poblados donde se crece al ritmo del minero y donde no existe autoridad la situación es peor, y el derrumbe y deslizamiento ocurrido en Retamas, es la mejor muestra. El video grabado desde minutos antes del inicio del deslizamiento de lodo y tierra hasta el final, ha recorrido el mundo. Los hechos ocurrieron alrededor de las 9 de la mañana y un par de horas después, las redes sociales se encargaron de transmitirlo, por todo el orbe. Esperemos que esta lección se aprenda sobre todo para ubicar en el lugar adecuado a las ciudades, asentamientos humanos, centros poblados y demás, todo ello bajo un real Planeamiento Urbano, sin improvisaciones.