Piqueos Políticos
Por: Estuardo Díaz Delgado*
Hace algunos días se publicó una edición de la revista británica “The Economist”, revista muy seria en sus opiniones y de influencia mundial, señalando, con mucha base, que se avecina muy pronto una hambruna general que afectará al mundo entero, sin excepción, producto de la pandemia, la crisis económica consecuente, la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis energética y la poca producción de fertilizantes a nivel mundial. Esta opinión es compartida por muchos expertos internacionales, así como por expertos peruanos.
Sabiendo que este diagnóstico es serio y realista, solo nos queda hacernos la siguiente pregunta: ¿Afectará esta hambruna al Perú? Y la respuesta es SI, y en terrible proporción.
La poca oferta actual de fertilizantes químicos y sus altos precios es el primer síntoma que están sintiendo los agricultores peruanos. Por esta fuerte subida de precios solo los agricultores más pudientes podrán conservar su productividad, los demás, pequeños agricultores, verán disminuidas sus cosechas en un 50 a 80 % menos, lo que implicará una disminución sustancial de la cantidad de productos agrícolas a ofertar a la población. El Gobierno en un intento para paliar esta escasez de fertilizantes y su alto precio ha prometido comprar toda la cantidad de fertilizantes (sobre todo urea) que necesiten los agricultores peruanos y venderlos a precio de costo. Esto nos parece bien, pero nos ha llegado información que, sin explicación alguna, solo se estaría comprando un tercio de nuestras necesidades. Es decir, medio millón de toneladas en lugar de millón y medio de toneladas que necesita el agro peruano. (Problemas de presupuesto dicen). Lo más grave es que hay muy poca disponibilidad de fertilizantes en el mercado mundial y lo poco que había ya ha sido adquirido por otros países y el Perú está llegando tarde. Ojalá esto se supere sino se puede repetir la misma situación que el caso de las vacunas para el covid que fue difícil adquirirlas y llegaron muy tarde.
Lo que es inexplicable es porqué en el Perú no se ha construido un complejo industrial para producir fertilizantes en Bayovar, Piura, donde tenemos reservas de fosfatos para mil años, y lo peor es que existe una compañía inglesa que explota un lote de esta reserva y exporta a los Estados Unidos, India, y otros países. Nosotros, siendo dueños de ese recurso, no tenemos ni siquiera para cubrir nuestras necesidades internas. Por eso, para nuestras necesidades mediatas, el Estado debe construir una planta de fertilizantes y explotar nuestros fosfatos naturales, y así protegernos de futuras hambrunas y exportar a los países que lo requieran. El Gobierno actual tiene que tomar la decisión política, que no se ha sido tomada por ninguno de los gobiernos anteriores (desde la época de Velasco), y llevar adelante la construcción de esta fábrica de fertilizantes, sea estatal, mixta o privada. Si hay decisión política esta fábrica estaría lista en 6 meses, a lo máximo en 9 meses.
Pero, como la hambruna está a pocos meses hay que aprovechar un recurso abundante que poseemos y es proveer a la población peruana de pescado, fresco, bueno y barato. Tenemos el recurso que un mar generoso nos entrega, tenemos miles de embarcaciones que pescan a lo largo de un litoral de miles de kilómetros, tenemos fábricas que procesan pescado, fileteras que saben manipular pescado, flotas de pequeñas cámaras frías que transportan pescado, es decir tenemos todo, solo nos falta organizarnos para hacer frente a esta próxima hambruna. Para eso se necesita una alianza entre el Estado y los privados para hacer llegar nuestra anchoveta, jurel, caballa, bonito y otros a la mesa de los peruanos hasta el último rincón del Perú. Se trata de crear un organismo coordinador y aglutinador de todos los participantes para lograr este objetivo. Todos ganan, el pescado se vende después de comprarlo a precios de mercado. Actualmente el kilo de pescado se vende entre 20 y 60 centavos de sol. Si se vente entre 1.50 y 2.00 soles se logrará proveer de pescado a muchísimos peruanos. Por ejemplo, las ollas comunes antes y durante la pandemia cocinaban pescado entre 3 y 5 días a la semana debido a su bajo costo.
Es cierto que aparecerán aprovechados, corruptos, rateros y todos ellos que representan los males endémicos que tenemos en el Perú. Para esto es necesario formar un ente supervisor de primer nivel, con personas conscientes que vigilen que el objetivo de combatir la hambruna se cumpla y no dejar con hambre a millones de peruanos y ….con ello comenzar a asegurar una seguridad alimentaria permanente para nuestro país.
Continuará
(*) Ex Alcalde de la Municipalidad Provincial del Santa