No es una exageración. Si sumamos los perjuicios que cada año ocasiona en Chimbote y Nuevo Chimbote el desborde de los drenes de IRCHIM, es posible que la magnitud de estos daños no esté tan lejos de igualarse al que ocasiona el fenómeno de El Niño. En todo caso, la única diferencia radica en que, mientras el fenómeno El Niño se presenta cada cuatro o cinco años, las inundaciones causadas por los drenes de IRCHIM es una cantaleta que se produce más de los días y que ya tiene traumada a la población.
En lo que va de transcurrido el presente año ya son incontables las oportunidades en que las aguas de regadío provenientes de la zona agrícola de Tangay, inundan por completo un enorme sector de Nuevo Chimbote que abarca las zonas de P-PAO, Tres de Octubre, Primero de Mayo y Villa María. Pistas, viviendas, así como el tránsito peatonal y vehicular, resultan seriamente afectados.
Pero cada vez que esto sucede, no es el personal ni la maquinaria de IRCHIM los que acuden a solucionar el problema. No, eso jamás. Si no lo hacen los vecinos afectados, tienen que hacerlo la municipalidad provincial o distrital o en su defecto el Sistema de Defensa Civil. Los responsables del daño no se hacen presentes para nada. Ellos se hacen los desentendidos y dejan que otros carguen con los muertos y heridos.
La Irrigadora Chimbote, IRCHIM, como sabemos, es una institución privada que usufructúa y comercializa un recurso natural como son las aguas del río Santa. Para ello tiene a su disposición una enorme red de canales principales y troncales cuyo mantenimiento es asumido en gran parte por el estado peruano. Aún así, los dirigentes de IRCHIM cobran una mensualidad a todos los agricultores que utilizan este recurso, con el compromiso de contribuir con dicho mantenimiento. Compromiso que incluye los drenes que evacúan las aguas sobrantes de regadío.
A propósito cabe mencionar que uno de los usuarios de IRCHIM es la empresa municipal Sedachimbote que también paga una mensualidad por el agua que utiliza en su planta de tratamiento de Nuevo Chimbote. Cuando a comienzos de este año la empresa municipal dejó de pagar la mensualidad por problemas internos de carácter administrativo, IRCHIM no se hizo problemas, procedió al corte del servicio y dejó sin agua a la población.
No entendemos por eso porque razón, con esa misma rigurosidad, IRCHIM no cumple con el mantenimiento de sus drenes que tantos problemas ocasionan a la población. Situación a la que se suma el caso de los drenes Aviación y Amazonas ubicados en Chimbote. Desde hace más de cuarenta años estos canales también son un dolor de cabeza permanente para un gran sector de la ciudad. En ambos casos sin embargo, tienen que ser la municipalidad provincial del Santa y otras instituciones quienes se encargan de reparar el daño; ¿y IRCHIM?. Bien, gracias.
Pero como si esto no fuera suficiente, los dirigentes de IRCHIM acaban de anunciar que debido a la falta de dinero por la que atraviesa la institución, la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote será la que se encargue de reconstruir el dren que evacúa las aguas provenientes de Tangay. La obra demandará una inversión de 3 millones de soles y, según se afirma, será financiada con recursos del canon minero. ¿Y el dinero que pagan los usuarios de IRCHIM a dónde va?. Para daños y perjuicios, basta con los que ocasiona el fenómeno El Niño.